José Sanchis y portada de la revista 'Pumby'.- F. BUSTAMANTE (LEVANTE) ("El País")
En "El País":
José Sanchis, un lápiz surrealista para niños
El prolífico historietista creó el gato Pumby en los cincuenta
ÁLVARO PONS 04/08/2011
El martes fallecía, a los 79 años de edad, el dibujante José Sanchis Grau (Valencia, 1932). Recordado por todos como el autor del gatito feliz Pumby, Sanchis (sin acento en la i, como recordaba siempre) comenzó precozmente su carrera a finales de los años cincuenta, dibujando para los calendarios de mesa Myrga historietas de El Sargento Pepe, primera de una serie infinita de creaciones que desarrollaría a lo largo de su carrera. Poco tiempo después, pasaría a la Editorial Valenciana para colaborar en la revista infantil Jaimito, donde daría forma a una de sus personajes más logrados, Pumby. Inspirado en los dibujos animados de Walt Disney y los Estudios Moro, Sanchis dio vida a un universo particular de animales antropomorfos liderados por el gato Pumby con una personalidad tan marcada que, muy pronto, la editorial decidió que la nueva revista que sacaría para competir en el durísimo mercado de las revistas infantiles de la década de los cincuenta tomaría como referente al personaje de Sanchis.
Ya en su propio semanario, la serie fue afianzándose y desarrollando un humor alejado de la sátira costumbrista que marcaba la competidora Editorial Bruguera, más próximo a una fantasía irreal, casi surrealista, en la que el autor demostraba infatigablemente su increíble imaginación y su innata capacidad para conectar con la mentalidad infantil. En muy poco tiempo, Sanchis firmaba en Pumby algunos de los episodios más brillantes de la historieta española, de una libertad y frescura inimaginables, aunque muchas veces fuera olvidada y ninguneada por la crítica por su vocación infantil. En la década de los sesenta aparecería otra publicación dedicada al personaje, Super Pumby, donde el gatito de inmenso cascabel se convertiría en émulo de Superman, en línea con la inmensa plasticidad que Sanchis demostraba continuamente, adaptando escenarios y argumentos a las modas de la época. Trabajador incansable, en paralelo a Pumby, de la que dibujó miles de páginas, ideó personajes como Gaspar, Benjamín y su pandilla, El capitán Mostachete o El soldado Pepe, entre otras muchos. Durante los años 70 realizó para Valenciana Mazinguer Z, el robot de las estrellas, una extraña adaptación de las aventuras del famoso robot gigante, no basada en la famosa serie de anime japonesa sino en una oscura producción taiwanesa que se estrenó en España con ese nombre. Paralelamente, comenzó a trabajar para Bruguera, donde firmaría otra de sus creaciones más recordadas, Robin Robot. Sanchis siguió activo y lúcido durante los últimos veinte años, publicando en la revista infantil valenciana Camacuc nuevas versiones de sus criaturas, como Pumby y los pumbitrones, que adaptaban sus personajes al manga y el anime siguiendo los gustos infantiles actuales.
Pero, además, José Sanchis fue uno de los pioneros en la defensa de los derechos de sus obras: a finales de los años noventa comenzó una prolongada batalla legal contra los herederos de la extinta Editorial Valenciana para recuperar la autoría de Pumby, proceso al que en 2007 pondría punto final una sentencia histórica que devolvía a Sanchis los derechos sobre el personaje.
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