Clara Janés
Con las trenzas del órgano
y los trigos,
en los segados campos
llenos de alpacas…
El amor se ha llevado la cosecha
como un pájaro,
pero nos queda la tierra
y la plata de la luna.
¿Cuáles son nuestras certezas?
El día y la noche
se dan la mano
en nuestras manos
que, juntas,
borran el tiempo.
Luego
nos espera un lecho
de colinas
y el despertar en la niebla
a las formas indecisas.
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