Daniel Rodríguez Moya
Verflossen ist Gold der Tage
George Trakl
Pasa un día que es una pendiente.
Y quién de los que estamos
aquí agarrando el aire y su sentencia,
como mirando el tiempo
que gasta un autobús
en cruzar la ciudad y regresar,
se siente con la fuerza
que el miedo nos exige en estos casos.
Abrazamos el oro de los días
y nada vale más que las convesaciones
o ese hueco de tiempo que se queda,
que obliga a retrasar todas las frases
e impone en cada labio
un temor a que todo se convierta en silencio.
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