SE MULTIPLICAN LOS ADICTOS
Drogas, depresiones y prostitución: los efectos de un lustro de crisis en Grecia
Son la Grecia invisible. La que se ve, pero nadie quiere mirar. La que siempre ha existido, pero en el último lustro se ha multiplicado. Seis años de recesión y cuatro de duros recortes económicos han hecho mella en la salud mentalde muchos griegos. Para algunos, la droga ha sido una de las salidas a sus problemas, multiplicados por el paro y la pobreza. La política y las elecciones del próximo domingo, claves para el futuro del país, son temas ajenos para muchos de quienes se han visto atraídos por los narcóticos.
El número de adictos a la heroína en Grecia ha ascendido de 20.000 a 24.000 en los cuatro últimos años. Lo dice OKANA, uno de los mayores organismos públicos que provén programas de tratamiento y reinserción en el país. Su bajo precio es un gran atractivo: “Es una respuesta a la crisis por múltiples razones. Imaginad que antes de la crisis tenías personas que consumían cocaína ocasionalmente, por diversión. De repente se quedan sin dinero, sin hogar, y comienzan a utilizarla asiduamente para escapar de sus realidad”, explica Evagelos Kafetzopoulos, psiquiatra y vicedirector de la organización.
“La crisis ha creado desórdenes como la depresión. El aumento en el consumo de drogas es el resultado de un descenso en las condiciones económicas de los ciudadanos”, comenta el experto. La economía helena ha llegado a contraerse más de un 25% desde 2008. La depresión se combinó hace cuatro años con las medidas de austeridad recetada por los acreedores del país, elevando el desempleo hasta tasas superiores al 27%. Hoy, después de que el país haya vuelto al crecimiento, sigue sin empleo el 25,8% de la población. El poder adquisitivo de los helenos ha llegado a descender a niveles de los años 80, según el sindicato del sector privado. El 52% de las familias declaran que su principal ingreso son las pensiones.
Adictos sin casa
La situación ha dejado a muchos adictos sin casa: el número de usuarios de drogas duras que duermen en las calles de la capital se ha doblado desde el inicio de las dificultades económicas del país, según un estudio de Kethea, otra organización dedicada al tratamiento de drogadictos. El 44,4% de los entrevistados por esa organización admitieron vivir como “sin techo”. En 2010 eran sólo el 24,5%. Y quienes sí disfrutan de un hogar no tienen una situación mucho mejor: cuatro de cada diez declararon que no tenían ni electricidad ni agua corriente en sus casas. El mismo número dijo no tener seguro médico alguno.
El consumo de drogas no sólo es mayor, sino también más precario: “Tenemos una bomba de salud, una epidemia de VIH en el centro de Atenas”, alerta Kafetzopoulos. Según los datos de su organización, las infecciones de VIH entre adictos a las drogas intravenosas se ha incrementado alarmantemente en los últimos años. De los 607 contagios de VIH que hubo en Grecia en 2009, sólo 14 se produjeron entre adictos a la heroína. En 2012 hubo 1180 contagios, de los cuales 522 se inyectaban esa droga: “La razón es que la heroína administrada por vía intravenosa es más barata. Además, los consumidores se prestan las jeringuillas usadas para gastar menos y por eso hay más infecciones”, dice el experto.
Las cifras de 2013 supusieron una mejora: se dieron 920 infecciones de las cuales 262 fueron de consumidores de heroína. “En ese punto pudimos abrir más lugares de tratamiento para adictos, a pesar de que nuestro presupuesto ha sido reducido en un 40% con desde el inicio de la crisis. Hemos doblado nuestras oficinas de tratamiento. En 2010 teníamos 25 y ahora 54. Todo ello lo hemos hecho trabajando duro y con el mismo número de gente”, subraya el psiquiatra. Ni siquiera su organización se escapa a la corrupción helena: la ex jefa de OKANA dimitió en 2013 debido a un escándalo económico.
Drogas más baratas
La crisis ha hecho proliferar, además, las drogas más baratas: “Nos hemos encontrado con narcóticos que eran cocinados con pilas y detergente, dentro de un apartamento. Son más baratas y populares”, estima Kafetzopoulos.
Recuerda perfectamente 2013, cuando una droga conocida como "sisa" se extendió por las calles del país. Se trata de la "cocaína de los pobres" o la "droga de la austeridad", y puede ser mortal en unos meses. Sale muy barata: la dosis vale sólo dos euros. Se comercializa en forma de polvo y suele consumirse fumándola. Su ingrediente básico es la metanfetamina y sus efectos incluyen insomnio, alucinaciones y agresividad. Creó una alerta sanitaria en el centro de Atenas. “Ahora se ha reducido y ya no es tan popular”, explica aliviado el psiquiatra.
No es la única droga que preocupa a las autoridades. Hasta 70 nuevas sustancias sintéticas fueron detectadas por el Centro Europeo de Monitoreo de las Drogas en 2012, cuando usualmente sólo aparecían cinco nuevas cada año.
También se ha producido un descenso en los precios de las drogas más comunes. “La heroína está ahora a mitad de precio”, explica. Si eso sucede es, por supuesto, por exceso de oferta. “Ahora hay más tráfico. Históricamente Grecia se ha encontrado en una situación geográfica de paso. La cocaína hacía escala aquí para llegar a Europa. Ahora ya no somos sólo un lugar de paso, sino uno de los objetivos. Ya no vienen sólo de Turquía, sino también de los países balcánicos. Están teniendo muchos beneficios”, añade.
Drogas más baratas
La crisis ha hecho proliferar, además, las drogas más baratas: “Nos hemos encontrado con narcóticos que eran cocinados con pilas y detergente, dentro de un apartamento. Son más baratas y populares”, estima Kafetzopoulos.
Recuerda perfectamente 2013, cuando una droga conocida como "sisa" se extendió por las calles del país. Se trata de la "cocaína de los pobres" o la "droga de la austeridad", y puede ser mortal en unos meses. Sale muy barata: la dosis vale sólo dos euros. Se comercializa en forma de polvo y suele consumirse fumándola. Su ingrediente básico es la metanfetamina y sus efectos incluyen insomnio, alucinaciones y agresividad. Creó una alerta sanitaria en el centro de Atenas. “Ahora se ha reducido y ya no es tan popular”, explica aliviado el psiquiatra.
No es la única droga que preocupa a las autoridades. Hasta 70 nuevas sustancias sintéticas fueron detectadas por el Centro Europeo de Monitoreo de las Drogas en 2012, cuando usualmente sólo aparecían cinco nuevas cada año.
También se ha producido un descenso en los precios de las drogas más comunes. “La heroína está ahora a mitad de precio”, explica. Si eso sucede es, por supuesto, por exceso de oferta. “Ahora hay más tráfico. Históricamente Grecia se ha encontrado en una situación geográfica de paso. La cocaína hacía escala aquí para llegar a Europa. Ahora ya no somos sólo un lugar de paso, sino uno de los objetivos. Ya no vienen sólo de Turquía, sino también de los países balcánicos. Están teniendo muchos beneficios”, añade.
Crisis humanitaria
Kafetzopoulos cree que parte del problema recae en los políticos. “Al gobierno no le importa. Si sabes que la solución es ofrecer centros de tratamiento y no haces nada, eso es un problema. Esperamos que una nueva administración tome medidas”, exige. “Si seguimos el mismo camino de austeridad, el futuro va a ser malo. Estamos inmersos en una crisis humana, no sólo económica”, lamenta el experto.
La respuesta del gobierno de Antonis Samaras al problema de la drogadicción ha sido en ocasiones errática. No es raro ver a drogadictos viviendo en las calles de Atenas, inyectándose heroína en el centro de la ciudad a pleno sol.
En marzo de 2013, hasta 132 de esas personas desaparecieron de un plumazo de las calles. La policía los transportó en un solo día al centro de detención de inmigrantes de Amigdaleza. Dijeron que la operación se había dado en el contexto de tomar medidas contra la proliferación de drogas. Les ofrecieron, según la versión oficial, asistencia médica y comida, antes de volver a dejarles en las calles. Varias ONG calificaron el episodio como un caso de violación de los derechos humanos: “No es la primera vez que lo hacen. Los van moviendo de lugar a lugar. Antes estaban en Omonia, y antes de eso en el barrio de Exarjia. Lo hacen cada dos o tres años, ignoro el motivo”, explica Kafetzopoulos.
A pesar de todo, Grecia continúa siendo uno de los estados con menos adictos permanentes: sólo tienen problemas con las drogas durante toda su vida uno de cada diez ciudadanos: “Históricamente Grecia Malta y Chipre hemos tenido el menor número de usuarios de cannabis entre adolescentes, con tasas por debajo del 3%. Ese número parece incrementado al 7% u 8%”, alerta el experto.
Crisis humanitaria
Kafetzopoulos cree que parte del problema recae en los políticos. “Al gobierno no le importa. Si sabes que la solución es ofrecer centros de tratamiento y no haces nada, eso es un problema. Esperamos que una nueva administración tome medidas”, exige. “Si seguimos el mismo camino de austeridad, el futuro va a ser malo. Estamos inmersos en una crisis humana, no sólo económica”, lamenta el experto.
La respuesta del gobierno de Antonis Samaras al problema de la drogadicción ha sido en ocasiones errática. No es raro ver a drogadictos viviendo en las calles de Atenas, inyectándose heroína en el centro de la ciudad a pleno sol.
En marzo de 2013, hasta 132 de esas personas desaparecieron de un plumazo de las calles. La policía los transportó en un solo día al centro de detención de inmigrantes de Amigdaleza. Dijeron que la operación se había dado en el contexto de tomar medidas contra la proliferación de drogas. Les ofrecieron, según la versión oficial, asistencia médica y comida, antes de volver a dejarles en las calles. Varias ONG calificaron el episodio como un caso de violación de los derechos humanos: “No es la primera vez que lo hacen. Los van moviendo de lugar a lugar. Antes estaban en Omonia, y antes de eso en el barrio de Exarjia. Lo hacen cada dos o tres años, ignoro el motivo”, explica Kafetzopoulos.
A pesar de todo, Grecia continúa siendo uno de los estados con menos adictos permanentes: sólo tienen problemas con las drogas durante toda su vida uno de cada diez ciudadanos: “Históricamente Grecia Malta y Chipre hemos tenido el menor número de usuarios de cannabis entre adolescentes, con tasas por debajo del 3%. Ese número parece incrementado al 7% u 8%”, alerta el experto.
Crisis humanitaria
Kafetzopoulos cree que parte del problema recae en los políticos. “Al gobierno no le importa. Si sabes que la solución es ofrecer centros de tratamiento y no haces nada, eso es un problema. Esperamos que una nueva administración tome medidas”, exige. “Si seguimos el mismo camino de austeridad, el futuro va a ser malo. Estamos inmersos en una crisis humana, no sólo económica”, lamenta el experto.
La respuesta del gobierno de Antonis Samaras al problema de la drogadicción ha sido en ocasiones errática. No es raro ver a drogadictos viviendo en las calles de Atenas, inyectándose heroína en el centro de la ciudad a pleno sol.
En marzo de 2013, hasta 132 de esas personas desaparecieron de un plumazo de las calles. La policía los transportó en un solo día al centro de detención de inmigrantes de Amigdaleza. Dijeron que la operación se había dado en el contexto de tomar medidas contra la proliferación de drogas. Les ofrecieron, según la versión oficial, asistencia médica y comida, antes de volver a dejarles en las calles. Varias ONG calificaron el episodio como un caso de violación de los derechos humanos: “No es la primera vez que lo hacen. Los van moviendo de lugar a lugar. Antes estaban en Omonia, y antes de eso en el barrio de Exarjia. Lo hacen cada dos o tres años, ignoro el motivo”, explica Kafetzopoulos.
A pesar de todo, Grecia continúa siendo uno de los estados con menos adictos permanentes: sólo tienen problemas con las drogas durante toda su vida uno de cada diez ciudadanos: “Históricamente Grecia Malta y Chipre hemos tenido el menor número de usuarios de cannabis entre adolescentes, con tasas por debajo del 3%. Ese número parece incrementado al 7% u 8%”, alerta el experto.
Crisis humanitaria
Kafetzopoulos cree que parte del problema recae en los políticos. “Al gobierno no le importa. Si sabes que la solución es ofrecer centros de tratamiento y no haces nada, eso es un problema. Esperamos que una nueva administración tome medidas”, exige. “Si seguimos el mismo camino de austeridad, el futuro va a ser malo. Estamos inmersos en una crisis humana, no sólo económica”, lamenta el experto.
La respuesta del gobierno de Antonis Samaras al problema de la drogadicción ha sido en ocasiones errática. No es raro ver a drogadictos viviendo en las calles de Atenas, inyectándose heroína en el centro de la ciudad a pleno sol.
En marzo de 2013, hasta 132 de esas personas desaparecieron de un plumazo de las calles. La policía los transportó en un solo día al centro de detención de inmigrantes de Amigdaleza. Dijeron que la operación se había dado en el contexto de tomar medidas contra la proliferación de drogas. Les ofrecieron, según la versión oficial, asistencia médica y comida, antes de volver a dejarles en las calles. Varias ONG calificaron el episodio como un caso de violación de los derechos humanos: “No es la primera vez que lo hacen. Los van moviendo de lugar a lugar. Antes estaban en Omonia, y antes de eso en el barrio de Exarjia. Lo hacen cada dos o tres años, ignoro el motivo”, explica Kafetzopoulos.
A pesar de todo, Grecia continúa siendo uno de los estados con menos adictos permanentes: sólo tienen problemas con las drogas durante toda su vida uno de cada diez ciudadanos: “Históricamente Grecia Malta y Chipre hemos tenido el menor número de usuarios de cannabis entre adolescentes, con tasas por debajo del 3%. Ese número parece incrementado al 7% u 8%”, alerta el experto.
Prostitución y enfermedades sexuales
No sólo las drogas preocupan a las autoridades. La prostitución se ha incrementado en Grecia un 1.500%, según un estudio del departamento de Criminología de la Universidad Panteion, el Centro de Investigaciones Sociales y el defensor del pueblo heleno. La subida se atribuye directamente a la crisis, ya que mujeres jóvenes y desempleadas son los nuevos objetivos de las mafias. Muchas buscan clientes en las calles del centro de Atenas para poder pagarse los estudios, denuncian los investigadores.
A otras, la crisis les ha dejado sin clientes y han tenido que reducir el precio de los servicios. Muchos de los prostíbulos trabajan además sin licencias y enfermedades de transmisión sexual como la sífilis se está incrementando. Las organizaciones que llevan años denunciando el empobrecimiento de los helenos y el surgimiento de crisis complementarias de salud y derechos humanos volverán a exigir soluciones al próximo gobierno, sea cual sea.
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