El sedentarismo es uno de los grandes males del siglo XXI. Todos lo sabemos, aunque nos guste acurrucarnos en el sofá cada noche frente al televisor o con el portátil sobre las piernas. Sin embargo, mucho más complicado resulta estirar las piernas si tenemos que pasar al menos ocho horas al día amarrados a la pata de la mesa de la oficina. No es nada nuevo. Ya hemos avisado que, como señalaba una investigación publicada en el Journal of the National Centre Institute, aquellos que pasan gran parte de la jornada sentados tienen hasta un 66% más de posibilidades de sufrir determinados tipos de cáncer, como el de colon, el de endometrio o el de garganta. Por si no fuera poco, otro estudio aparecido en las páginas del British Medical Journal señalaba que pasar más de seis horas al día sentado te puede llegar a arrebatar dos años de vida.
Con el objetivo de revertir los efectos negativos de pasar tanto tiempo sentado, algo a lo que podemos decir que no, un grupo de investigadores de la Universidad de Indiana se han propuesto averiguar qué podemos hacer para mejorar la circulación de nuestras piernas cuando estemos trabajando. Como descubrieron en su experimento, pasar tres horas seguidas sentado causa un importante deterioro del conocido como índice de cizallamiento (shear rate) y de la dilatación medida por flujo (FMD). En otras palabras, basta con una hora de sedentarismo para hacer disminuir la cantidad de sangre que circula de las piernas al corazón.
Camina por tu vida
No obstante, recuerda la investigación, un breve ejercicio físico como un breve paseo puede detener dicho deterioro. Como señala el principal responsable del estudio, el doctor Saurabh Thosar, basta con caminar cinco minutos a la hora para evitar los efectos indeseados de la inactividad muscular. Cabe incluso la posibilidad de que reducir dicho tiempo a uno o dos minutos sea suficiente, como sugiere el autor del estudio. Tampoco han conseguido llegar a una conclusión sobre si aumentar el paseo más de cinco minutos influye de manera aún más positiva en la circulación, o si con dicho tiempo es suficiente. “No tengo datos concluyentes, pero mi impresión es que paseos incluso más cortos o más pausas tendrán también efectos positivos”, señalaba Thosar en Men’s Journal.
El experimento se llevó a cabo con un grupo de hombres saludables de edades comprendidas entre los 20 y los 35, que permanecieron sentados durante tres horas sin mover sus piernas. Su función arterial era medida cada hora, y los investigadores averiguaron que la capacidad de sus arterias para expandirse y bombear sangre se había reducido hasta un 50% después de la primera hora. Los mismos hombres permanecieron sentados durante otras tres horas, pero pasearon a una velocidad de dos millas (3,2 kilómetros) a la hora cada 60 minutos. Al hacer este ejercicio, los analizados no mostraban ningún cambio en su función arterial. “Los paseos de cinco minutos prevenían el descenso en la función arterial y la circulación mientras estaban sentados”, señalaba Thosar, aunque también añadía que “pasear no elimina por sí mismo el efecto de estar sentado. Más bien, simplemente hace que no sea tan dañino”.
Además de este sencillo método, hay otras formas de evitar la hipertensión, un problema que puede afectar a más del 40% de la población española. Sin tener que recurrir a medicamentos, podemos reducir la sal de las comidas, hacer ejercicio de forma moderada todos los días, bajar de peso, mantener el estrés a raya, abandonar por completo el tabaco o reducir el consumo de alcohol. Como explicábamos en un reciente artículo, no fumar hace reducir en un 36% la posibilidad de sufrir problemas cardiacos; beber poco, un 11%; y hacer ejercicio, un 3%.
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