Vanesa Pérez-Sauquillo
No te apagues en esta noche coja.
No. No te me apagues.
No. No te me apagues.
Que sé que el viento afuera
va crepitando ramas.
Que sé que ya mi nombre
no asoma a las palabras
en esta calma fría
en que el humo,
hasta el humo,
tiene prisa.
va crepitando ramas.
Que sé que ya mi nombre
no asoma a las palabras
en esta calma fría
en que el humo,
hasta el humo,
tiene prisa.
Hasta que el corazón me deje sola,
no te apagues, amor,
de entre mis dedos.
Espera a que me duerma.
no te apagues, amor,
de entre mis dedos.
Espera a que me duerma.
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