Mahmud Darwish
Y mi nombre, incluso si fallo al pronunciarlo
con sus seis letras dispuestas en la línea:
“eme”: mano de aventurero, moribundo marchando hacia la muerte
“a”: amigo de la vida, amante, amado, adiós,
“hache”: hermano, humano, huerto y huérfano de hambre
“eme”: un manojo de rosas
“u”: uno, único, unidad,
“de”: destierro, dirección, directriz que me dirige y me desangra,
este nombre es el mío…
y es de mis amigos allá donde se encuentren,
y es mío, en presencia o ausencia, mi cuerpo prefijado…
Me bastarían tan sólo dos metros de esta tierra
(uno setenta y cinco para mí...
y el resto para la flor de colores confusos
que, despacio, me sorbe). Y es mío
aquello que fue mío: mi ayer y lo que será mío,
mi mañana lejano, la vuelta de mi espíritu errante.
Como si nada hubiera sido.
Como si nada hubiera sido,
una pequeña herida en brazos del frívolo presente...
mientras se ríe la Historia de sus víctimas
y sus héroes...
a quienes mira de reojo, y se va...
Este mar, mío,
este aire húmedo, mío
y mi nombre
-incluso si fallo al pronunciarlo sobre el ataúd-
es mío.
Mahmud Darwish: Mural , traducción de Rosa-Isabel Martínez Lillo, presentación de Pedro Martínez Montávez, ediciones del oriente y del mediterráneo, Madrid, 2003, pp.201-207.
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