Enric López Tuset
PRÓLOGO
Vamos a suplicar ahora que estoy más cerca del presente,
no nos han vencido, y la nieve nos hace ver que muerde.
no nos han vencido, y la nieve nos hace ver que muerde.
Me recosté hace un rato. Recostarme para buscar
tu atención en la necesidad del humo
y tu imagen en la de un calidoscopio.
Siempre me sorprende el verte ahí.
tu atención en la necesidad del humo
y tu imagen en la de un calidoscopio.
Siempre me sorprende el verte ahí.
Vamos a suplicar ahora, en los dominios de la sensatez,
que llueva un poco, y que algo haga callar a los árboles.
que llueva un poco, y que algo haga callar a los árboles.
Me recosté hace un rato. Recostarme para necesitar
de la ventana, de que me mojen las gotas la camisa,
y oler de ti en la humedad de la tarde.
Siempre gasto todos los olores antes de cenar.
de la ventana, de que me mojen las gotas la camisa,
y oler de ti en la humedad de la tarde.
Siempre gasto todos los olores antes de cenar.
Vamos a suplicar, ahora, a Dios
que beba un poco del océano y que me enseñe a andar.
que beba un poco del océano y que me enseñe a andar.
Me levanté hace un rato
y mis piernas aún sentían tu carne en el trigal,
mis manos estaban aún húmedas de tierra… Mi cuerpo,
el cuerpo entero era un rastro de mañana,
sólo el silencio, sólo el dolor celeste de volverte a ver.
Espero la ceguera.
y mis piernas aún sentían tu carne en el trigal,
mis manos estaban aún húmedas de tierra… Mi cuerpo,
el cuerpo entero era un rastro de mañana,
sólo el silencio, sólo el dolor celeste de volverte a ver.
Espero la ceguera.
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