Jorge Galán
Cuando cierro la boca siempre entrego
mis ojos hacia el cielo
y alzo la frente como si buscara
la santidad de un beso.
Cuando cierro los ojos me vuelvo alma,
es decir, me hago auténtico,
y puedo repetir mi nombre falso
hasta volverlo verdadero.
Si me vieras los ojos, llenarías
mi corazón con Padres Nuestros.
Un hombre sin pasado nunca sabe
cómo decir: he vuelto.
Siempre se está marchando hasta algún sitio
y según él jamás está volviendo.
Quisiera descansar alguna tarde
lleno de luz y de silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario