Carmen Martín Gaite
LA ÚLTIMA VEZ QUE ENTRÓ ANDERSEN EN CASA
-Me ha raptado -dijiste-
la Reina de las Nieves.
Pero esta vez no era literatura.
Tus ojos reflejaban
-aunque secos,
aunque intentando incluso sonreír-
la certeza y el miedo
de sentirte atrapada por su abrazo,
arrastrada a subir a su trineo,
-esta vez de verdad-
a tiritar de frío bajo su regio manto,
a hundirte poco a poco
en el helado y súbito
refugio inapelable de sus brazos
que sólo a viva fuerza
lograron arrancarte de los míos.
la Reina de las Nieves.
Pero esta vez no era literatura.
Tus ojos reflejaban
-aunque secos,
aunque intentando incluso sonreír-
la certeza y el miedo
de sentirte atrapada por su abrazo,
arrastrada a subir a su trineo,
-esta vez de verdad-
a tiritar de frío bajo su regio manto,
a hundirte poco a poco
en el helado y súbito
refugio inapelable de sus brazos
que sólo a viva fuerza
lograron arrancarte de los míos.
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