Antonio Luis Ginés
Telefoneas. El mismo sitio desde el que llamabas a aquella chica que vivía en la zona antigua, la misma que ahora te cruzas y simula no haberte besado nunca. Parece más bien una de aquellas noches, extraviada en algún portal de la memoria, con el sabor a piel oscura y a risa alegre enrareciendo el aire en el rostro. Marcas despacio los dígitos. De un balcón cercano viene Most of the time de Dylan y un escalofrío de casa vacía en la espalda te recorre los labios con dureza. El tiempo se quedó atrapado aquí, al acecho, contigo dentro y quizás esperas oír otra voz, otra forma de abrazo al acabar la jornada.
Del libro Picados suaves sobre el agua, Bartleby, 2009. Madrid.
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