María Sanz
Cuanto más tenerlo quise,
con tanto menos me hallo.
SAN JUAN DE LA CRUZ
Ay, si yo lo tuviera
como el dolor, adentro;
pero con esta vida,
Dios mío, cómo muero.
El camino de vuelta
no es el mismo sendero.
Donde acaba la rosa
aparece el invierno.
Ay, si yo lo tuviera,
como la noche, entero;
en él me dormiría
olvidando los sueños.
El camino de vuelta
no es otro que su cuerpo.
Entre rosas nevadas,
Dios mío, cómo muero.
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