Beatriz Ros
Este verano se propone
ordenar la palabra quizás
y que se siente en el sofá
a nuestro lado como
una real, posible, presente
duda.
Un no sé, un silencio que se nos escapa
por debajo de las puertas
hasta llenar la casa entera
y conversar con el ruido del ventilador.
Los abrazos y el olor a sudor,
lo nuestro,
la primera persona
del plural:
nosotros guardados
para tiempos mejores
Menos mal que te dejé
un mensaje entre los guisantes
y los filetes de merluza congelados:
Volveré a quererte en invierno
porque el frío obliga,
Y
volverás a querer quitarme
los leotardos de las piernas.
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