A continuación, un poema del ganador del Adonáis, de su libro Contemplación:
TARDE EN EL JARDÍN
Sobre la casa
las aves se descuelgan desde el cielo.
Estás sentada en el jardín, la tarde
resbala por tus hombros
mientras conversas con tu gran amiga.
Miro las aves descolgadas
y tus hombros manchados por la luz.
Observo el hueco limpio de tu boca,
las palabras que muerdes con los labios,
tu sonrisa cercana como un beso
y el tono amoratado de la noche,
que ya se asoma,
bordeando tus ojos
como a un fruto maduro.
Cualquier tarde es distinta
si la miro en tu cuerpo.
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