También las reproducimos a continuación:
Declaración Congreso
Fruto de las inquietudes de los asistentes al Congreso Nacional Leer.es y de los debates que han animado las sesiones, cabe trazar las siguientes conclusiones.
1. La competencia para leer, entender y utilizar de forma reflexiva documentos escritos de muy diverso tipo debe considerarse una competencia básica para cualquier ciudadano en la actual sociedad de la información y el conocimiento. Las personas que no alcancen un nivel aceptable en esta competencia corren el riesgo de quedar excluidas de la vida social, económica y cultural poniendo en grave
riesgo su desarrollo personal y profesional. Tenemos pues la responsabilidad de proporcionar a todos esta competencia cultural básica.
2. Las innovaciones tecnológicas de las tres últimas décadas no han hecho sino acentuar la importancia de esta competencia, pero hacen también más complejo el acto de leer al requerir estrategias específicas para buscar, seleccionar, interconectar fuentes diversas de información para alcanzar una diversidad de objetivos.
3. La competencia lectora tal como ha sido definida en los dos puntos anteriores es una competencia compleja que requiere esfuerzo sostenido y un largo proceso de aprendizaje que hay que cifrar en años hasta conseguir el grado de dominio que hoy consideramos indispensable y que ha sido definido en los dos puntos anteriores.
4. Hay una apreciable variabilidad en cuanto a las características individuales y a los apoyos sociales y culturales de nuestros estudiantes. Pero esas situaciones de partida son transformables y todos han de alcanzar unos logros aceptables que, no lo olvidemos, en el pasado sólo los consiguieron unos pocos. Es pues un desafío elevar la competencia lectora de todos los ciudadanos. La recompensa será una más culta, educada, más participativa y mejor preparada para asumir los retos de la sociedad del siglo XXI.
5. La magnitud de los objetivos que en la actualidad perseguimos en relación con la lectura demanda un ambicioso proyecto educativo que, a su vez, reclama un amplio compromiso de las instituciones, de todos los agentes e instancias educativas, como las familias, los medios de comunicación, las editoriales y otras empresas que elaboran materiales didácticos, quienes gestionan bibliotecas, ludotecas, etc.
6. Las evaluaciones que se han venido efectuando de las competencias lectoras de nuestros estudiantes, con todas las precauciones que requiere su interpretación, apoyan la idea de que el nivel de competencia lectora no es del todo satisfactorio. Por ello se necesita adoptar medidas de envergadura sostenidas en el tiempo.
7. La medida más simple y accesible es insistir y profundizar en actuaciones que ya se vienen desarrollando, como los planes de promoción de la lectura y el papel de las bibliotecas escolares que proporcionan un marco a los centros y a otros agentes.
Congreso leer.es. Madrid, 13, 14 y 15 de noviembre de 2009
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