La noticia, en "El País":
El poeta albaceteño Rubén Martín Díaz ha ganado hoy la 63 edición del Premio Adonáis de Poesía por su obra El minuto interior.
El jurado ha otorgado tres accésits: a Verónica Aranda Casado por Cortes de luz, a Daniel Casado Porras por Oscuro pez del fondo y a Mario Lourtau López por su obra Quince días de fuego.
Martín, nacido en 1980, fue ganador del Premio Nacional de Poesía para jóvenes poetas de la Fundación Siglo Futuro-Caja de Guadalajara por su primer libro, Contemplación, y del primer Premio de Poesía del Certamen de Jóvenes Artistas de Castilla-La Mancha 2009.
El jurado del premio estuvo compuesto por Carmelo Guillén Acosta, Joaquín Benito de Lucas, Julio Martínez Mesanza y Antonio Colinas.
El premio, que no tiene dotación económica y reconoce el trabajo de un poeta menor de 35 años, establece la publicación de la obra ganadora por ediciones Rialp.
A continuación, podemos leer unos poemas:
(Estos poemas son de Rubén Martín, autor granadino. Pertenecen a su libro
Radiografía del temblor. Para ver un poema del ganador del Adonáis, ver entrada más arriba).
NO MÁS SÚPLICAS
No más súplicas.
Que tan sólo nos eclipse nuestra carne
y se nos caigan las luces al suelo.
Ven, a oscuras,
el silencio hecho tacto por delante;
dibújame en la piel un sótano, una ausencia,
un grito en la espina dorsal, un camino a casa.
Que ese camino nunca termine.
Que el miedo no se acueste entre nosotros.
LÍMITES
Cómo salirse de uno mismo
sin que duelan los contornos,
entre el cuerpo y la memoria qué rendija puede abrirse
y dejarnos asomar;
más allá de los dientes,
más allá de los túneles del metro, del temblor
en las sillas azules,
pulsando el borde mismo de la respiración:
descender por la escalera de tu propio movimiento,
escaparse desde el éxtasis y no mirarse atrás.
RADIOGRAFÍA DEL TEMBLOR
La punta de una aguja
se aproxima
a tu pupila; la sientes contraerse,
desafiar el miedo imitando su filo,
aceptando sus reglas. Movimiento
invisible, de tan lento, de tan ínfimo:
¿A cuánto tiempo aspiras? ¿Una vida,
unos milímetros, un mundo?
Y la aguja
parece no avanzar, y tu mirada
va pactando en secreto, con paciencia infinita,
el encuentro final de acero y ojo.