José Luis Blanco Garza
Que por mayo era, por mayo...
Era a finales del setenta y cinco.
Era mayo también para nosotros,
que oíamos cantar una avecilla
(y un viejo disco de Jacques Brel).
Hoy tantos
recordarán la fecha como el fin
de una historia perversa e infinita,
como el principio de un hermoso tiempo
marcado por las grandes esperanzas
de nuestra juventud...
Yo sigo oyendo
(contigo, algunas noches memorables)
esa dulce avecilla más modesta:
ahora que los tiempos nos desmienten,
ahora que la vida se ha quitado
casi todas sus máscaras, no es poco.
Del libro inédito Una vida cualquiera
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