Enrique Cabezón
Gen19, 26. La mujer de Lot miró atrás y se convirtió en estatua de sal.
si no emigra el que tiene amor / qué hará el dolorido
mírate a través de este poema de agua
devuelve un reflejo quemado del bostezo
pestañas enredadas en inútiles ráfagas de luz
alfaguara de sol frío / de tecnológico cómplice
escribir poemas como comprar el pan
esperando que nutran y alimenten
que puedan sobrevivir al reflejo estigio
de este espejo cruel que te forja
la imagen no sobrevivirá al sueño de limitarse
quizá el poema así fuese saeta certera
o quizá como acémila de flancos segados / /
nosotros renunciamos frívolamente al pasado
sin pensar sin pensar / acotando un chato
en el sueño fatuo de perpetuar un gesto
que huye como el humo al viento al aire
a la voluntad frente a la verdad / a la felicidad
el orto se sumerge en el azogue difuso
la metamorfosis sucede y la alquimia del tiempo
hará que no te reconozcas en el espejo / inútil pues
la presumible higiene modulada de entonces
para quien no tiene qué esconder / la miseria
ha terminado por presentar al nuevo Dorian Gray
que te mira cuando le miras y mira
el rumor de hojas maquinalmente repetido
ojalá el poema me ayude a respirar y arder.
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