Begoña Abad
NUNCA HICE carrera,
así que nunca fui nadie importante.
Porque vivir feliz no cuenta
y vivir sin especular tampoco.
Aprender a respetar la vida
como el bien más preciado,
no sólo la mía, también la de los otros
y hacerlo con la conciencia
de estar edificando algo sólido y hermoso,
sin escatimar en materiales ni en tiempo,
eso no cuenta en medio del caos,
el sálvese quien pueda.
No hice carrera porque cuidé de mis padres
y luego de mis hijos
y cuando acabé de hacerlo
aprendí a cuidar de mí
y eso me llevó mucho tiempo,
porque me había olvidado de lo que quería.
Una mujer de mi edad y sin carrera
no puede llegar a ser nadie importante,
sin embargo a mí no me importa
nada de lo que les importa
a los que imponen las normas
que permiten que el mundo
sea un pozo de desdicha oscura.
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