Antonio Luis Ginés
LA RECTA
Conduzco por la misma recta que mi padre,
miles de veces, llevó
su ford fiesta metalizado.
Es el mismo punto cuando se mira desde el cielo,
la misma exactitud en el trazado.
En esa recta muchas veces iba dormido,
en el asiento de atrás, mientras
él nos llevaba hacia el centro de la vida,
huyendo de la muerte y sus ajuares,
dejando atrás la oscuridad.
Atrás queda el paisaje de la infancia,
las risas, las travesuras,
los besos, los amores imposibles,
la promesa de que un día volvería.
Cuando se apagan las últimas voces
en algún lugar de ese trayecto,
un hombre conduce en la recta,
y es imposible saber si es atrás
o adelante, no sabemos del tiempo,
solo de su voracidad.
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