Pilar Paz Pasamar
LA TORRE
Tenía la tierra una misma
lengua y las mismas palabras.
GÉNESIS 11, 1
Alcanzó cierta altura la
torre elaborada
con betún y argamasa
inocente y con llanto.
Subían como yedra,
tercos, como termites,
trepaban sin engarce,
con prisas ascendían,
subían sin aliento, a
codazos, con prisas
subían, ascendían, cada
vez más lejanos.
La tierra contemplaba
absorta la partida.
Y por aquel barullo, por
aquel amasijo
de rótulas y sexos atravesó
la espada
del silencio tajante,
del silencio absoluto.
Nadie supo del otro.
Labios desesperados
sin emitir sonidos buscaron otras bocas,
ciervos desesperados
buscaron otras fuentes,
madres desesperadas
buscaron otros hijos.
Las aves por la noche gritaron
asustadas.
La torre cayó al suelo,
volvió al seno la arcilla
y en el silencio la tierra lloró por la palabra…
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