En el ensayo Por cuenta propia. Leer y escribir, sobre Pérez Galdós:
Lo dice brillantemente Blanco Aguinaga: para Galdós, la cuestión de España no es metafísica, como lo será para los del 98, no tendrá nada que ver con los quejumbrosos lamentos del yo, no es una excusa del alma: es histórica; "el paisaje es histórico", insisten Blanco y Rodríguez Puértolas, y añaden: "como en Machado, como excepción del 98". Galdós es el único entre los grandes escritores españoles -sólo en algunos trechos acompañado por Clarín y Blasco- que plantea esa historicidad del alma: el espíritu como mero depósito sedimentario de la historia, un producto de la economía: en sus novelas de madurez -como en las de Balzac- los caracteres cambian dependiendo de si obtienen o pierden una renta, de si suben o bajan sus acciones en bolsa, de si pueden o no pueden adquirir una butaca en un palco para asistir a la ópera; y todo ese baile social, el cambio de un mundo a otro, de una manera de ser a otra, la frustración de los que se quedan en su sitio o bajan, el orgullo y voracidad de los que suben o quieren subir, es precisamente el núcleo de su narrativa. Para que nadie se permita una lectura torcida, él se encarga de cerrar las vías de fuga del lector, poniéndoles fecha por igual a los acontecimientos históricos y a los movimientos del alma de sus personajes. Hace coincidir los seísmos públicos y los privados, las revoluciones con estados de euforia personal, las caídas en bolsa con los desplomes del alma. (Páginas 141-142)
Editorial Anagrama. Colección Argumentos .
miércoles, 19 de mayo de 2010
LECTURA. ENSAYO. "Por cuenta propia. Leer y escribir", de Rafael Chirbes (3)
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