Éste es un relato de Cecilia Silveira, madre de un alumno de nuestro instituto:
2º A
Mirado desde el cielo, aquel pequeño piso, ahogado en su bloque, escondido en el centro del barrio, al sur de la ciudad, y en algún lugar de ese país perdido en el continente y formando parte de una esfera girando en el espacio, no parecía el lugar más adecuado para preguntarse nada, o quizás era el único posible. Esto pensaba Carla, mientras sostenía en sus manos ese poema, que había encontrado en el buzón. Eran las cinco de la tarde, y además del calor, sabía que algo estaba pasando, y ese fuerte golpe seco, que le hizo cambiar la dirección de sus ojos hacia la entrada, fue la señal.
Al abrir su puerta, se encontró con un grupo que avanzaba escaleras abajo, llevando todos un papel en sus manos, quizás otros poemas, pensó Carla, y al llegar a la planta baja vio algo que le hizo contener la respiración. El lugar antes ocupado por doce buzones estaba ahora vacío y en su sitio se abría un gran agujero azul, donde uno a uno iban entrando todos los vecinos. Cuando llegó su turno, Carla, sin miedo ni preguntas, entregó su poema y recibió a cambio una pequeña caja de cerillas. Encendió una, y avanzó, dejando que la rozaran aquellas pequeñas zapatillas de ballet, el árbol cuya rama necesitaba acariciar, esa mirada imprescindible, la segunda oportunidad convertida en primera y todo aquello que había rozado sus días sin encender.
Entonces, abrió los ojos, dobló en cuatro su poema, y decidió prepararse un café.
miércoles, 10 de marzo de 2010
RELATO. "2º A", de Cecilia Silveira
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1 comentario:
Un relato precioso. Gracias Bernardo, por hacernos partícipes de estas lecturas.
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