domingo, 27 de junio de 2010

CUENTO. Microrrelatos de Augusto Monterroso (1921-2003) y José de la Colina (Santander, 1934)


1. Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
                                        El dinosaurio. Augusto Monterroso

2. Le pregunté a la culta dama si conocía el cuento de Augusto Monterroso titulado “El dinosaurio”.
-Ah, es una delicia – me respondió – ; ya estoy leyéndolo.
                                      La culta dama. José de la Colina

3. EURÍDICE
Habiendo perdido a Eurídice, Orfeo la lloró largo tiempo, y su llanto fue volviéndose canciones que encantaban a todos los ciudadanos, quienes le daban monedas y le pedían encores. Luego fue a buscar a Eurídice al infierno, y allí cantó sus llantos y Plutón escuchó con placer y le dijo:
-Te devuelvo a tu esposa, pero sólo podrán los dos salir de aquí si en el camino ella te sigue y nunca te vuelves a verla, porque la perderías para siempre.
Y echaron los dos esposos a andar, él mirando hacia delante y ella siguiendo sus pasos...
Mientras andaban y a punto de llegar a la salida, recordó Orfeo aquello de que los Dioses infligen desgracias a los hombres para que tengan asuntos que cantar, y sintió nostalgia de los aplausos y los honores y las riquezas que le habían logrado las elegías motivadas por la ausencia de su esposa.
Y entonces con el corazón dolido y una sonrisa de disculpa volvió el rostro y miró a Eurídice.

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