Clara Sánchez en la entrega del Premio Nadal 2010
Un 'thriller' psicológico gana el Nadal
Clara Sánchez narra una historia de nazis en 'Lo que esconde tu nombre'.
CARLES GELI
La temática nazi nunca pasa de moda y da buen abrigo, como pocos argumentos, al thriller y al juego psicológico. Y en este último ámbito la escritora Clara Sánchez se mueve desde hace casi 20 años muy bien. La incorporación de esos dos géneros a la historia de un superviviente del campo de Mathausen y de una joven desorientada que se cruzan con un viejo matrimonio de nazis en Lo que esconde tu nombre es lo que permitió ayer a la autora castellana alzarse en Barcelona con el 66 Premio Nadal de novela y los 18.000 euros que lo acompañan.
Sólo ese dinero hizo compañía a Sánchez en el estrado cuando recogió el Nadal porque, quizá consecuencia de la crisis económica, en la noche de regreso del galardón más antiguo en activo de las letras españolas al que fuera histórico Ritz (hoy Palace) no se declaró por vez primera finalista, con el consecuente ahorro para la editorial convocante, Destino, de los 6.000 euros.
Un substrato de base real (la presencia de antiguos miembros nazis refugiados en el anonimato de la costa mediterránea española) dan pátina de verosimilitud a Lo que esconde tu nombre, como es habitual en la producción de Sánchez (Guadalajara, 1955): unos anclajes en el realismo para autorizar el buceo, la introspección en la vida de las personas.
En la obra, tres personajes permiten ese juego psicológico a la autora. Por un lado está Julián, octogenario superviviente de Mathausen, que retoma la labor de un amigo suyo que dedicó toda su vida a perseguir a los nazis que los torturaron. Siguiendo esas pistas está un anciano matrimonio alemán afincado desde hace años en un apartamento de la costa alicantina. Con esa en apariencia venerable pareja trabará cierta relación una joven embarazada que ha decidido quedarse unos días en el chalet de su hermana para reflexionar qué hacer con su vida. Julián la pondrá sobre aviso y le confesará que una red de nazis le presionan para que olvide el tema.
El cruce de vidas que mueve la novela es un clásico en la producción narrativa de Sánchez, que gusta de dar gran calado intimista a sus obras, algo que ya se entreveía en Piedras preciosas, el libro con el que debutó en las letras en 1989 esta filóloga, antigua profesora universitaria y actual colaboradora de EL PAÍS . No es distinta la noche (1990), El palacio varado (1993), Desde el mirador (1996) y El misterio de todos los días (1999) precedieron a Últimas noticias del paraíso (2000), con la que consiguió el premio Alfaguara de novela y un reconocimiento definitivo de crítica y público.
El asentamiento en su faceta de escritora le permitió dedicarse casi exclusivamente a esa labor y a su otra gran afición, el cine, que la llevó a ser una asidua al programa de TVE Qué grande es el cine.
Hasta la novela de ayer, Un millón de luces (2004) y Presentimiento (2008) completaban la producción de Sánchez y asentaban su juego constante entre los real, lo psicológico y lo onírico, así como un ritmo narrativo que, sin perder agilidad, no excluye el pausado estilo narrativo que requieren muchas veces la reflexión introspectiva.
Sencillo, directo y profundo
JOSÉ MARÍA GUELBENZU
La sensación que transmite el trato con Clara Sánchez es la de que sus novelas se parecen mucho a ella. No me refiero, naturalmente, a que sean más o menos autobiográficas sino a que existe una relación directa entre su modo de ser y su estilo literario. Todas sus novelas están cargadas de cotidianeidad y quien se acerca a ellas siente en apenas unas cuantas líneas que le están hablando de problemas que le pertenecen, que le resultan cercanos: es un gancho que funciona muy bien porque establece muy pronto la relación con el lector. La novela que me puso sobre la pista de una escritora con personalidad propia fue El palacio varado; cuenta cómo una mujer que mira a su hija de pronto se encuentra recordándose a sí misma a esa edad y comienza a narrar su propia vida en primera persona; el juego que se establece a partir de ahí (habla desde su presente joven, pero quien recuerda es la mujer madura) llenaba de matices una historia en la que empezaban a manifestarse las prioridades literarias de la autora; en primer lugar, la vulnerabilidad de la gente, encarnada en sus personajes, gente de tipo medio que por alguna razón cobra conciencia de que se encuentra en ese mundo que responde a la famosa frase de Marx: "todo lo sólido se desvanece en el aire". Junto a la vulnerabilidad, se encuentran la inseguridad y la incertidumbre. En realidad, éstos son los sentimientos por los que transcurre la obra de esta escritora a la que yo no dudaría en calificar de sentimental en el sentido más noble de la palabra. Es también una escritora que bordea constantemente el costumbrismo, por los mundos en los que transcurren sus historias y porque la cotidianeidad de nuestro tiempo es siempre el escenario. En algunos casos ese costumbrismo se acentúa, por ejemplo en Últimas noticias del Paraíso, la historia de formación de Fran y su relación con su amigo Eduardo, y lo mismo puede decirse de Un millón de luces mientras que en otras, como Presentimientos, que sigue siendo intimista, sentimental, cotidiana, se carga más el acento en la situación entre sueño y realidad por la que deambula Julia de resultas de un accidente. Pero aquí está justo el encanto especial de su escritura, porque siempre logra velar sus relatos con un punto de misterio, el punto de misterio que perturba esa cotidianeidad y hace que su estilo, siempre sencillo y directo, coja una altura característica que la define y la identifica, marca de la casa. Porque el estilo de Clara es, en efecto sencillo y directo, pues la profundidad está buscada en los comportamientos. Ella misma se preguntaba, ante la escritura de Presentimientos: "¿Qué ocurriría si de pronto me quedase sin nada de lo que me rodea?". Ahí están la vulnerabilidad, la inseguridad y la incertidumbre. Y también la respuesta: sobrevivir. Ella, como escritora, ha sabido sobrevivir y acaba de alcanzar uno de los pocos premios con verdadero pedigree de este país: el premio Nadal.
1 comentario:
Como curiosidad sobre "Lo que esconde tu nombre": opalazon.blogspot.com
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