domingo, 31 de mayo de 2009

LITERATURA. "Las rosas de piedra", de Julio Llamazares


En "Punto de lectura" (bolsillo) ha sido publicada esta obra de Julio Llamazares.

Es un viaje por España a través de sus catedrales.

«Éste es un viaje en el tiempo y en la geografía. En el tiempo, hacia la época en la que se construyeron esos maravillosos edificios que conocemos como catedrales; y, en la geografía, a través de un país que es un mosaico de regiones tan diferentes como sus paisajes. Recorrer las catedrales una a una, vivir en ellas un día entero para sentir toda su belleza al tiempo que sus misterios, deshojarlas como si fueran rosas de piedra, enormes rosas arquitectónicas petrificadas en su majestuosidad, es lo que he hecho durante años para contárselo a los lectores.» JULIO LLAMAZARES

Aquí podemos leer sus primeras páginas.

Está en la BIBLIOTECA

PRENSA. 28-30 mayo 2009

En "El País":

1. Llora, Granada. Artículo de Román Orozco sobre el adiós a la universidad de Granada del poeta de Luis García Montero.

2. El arte puede vencer a la muerte. Entrevista al escritor portugués António Lobo Antunes. Destacamos estas palabras: Sentía vergüenza cuando me recuperaba de la enfermedad en el hospital porque yo iba a seguir viviendo y otra gente, más joven, iba a morir. Pensé durante mi tratamiento que en honor a esa gente hay que dejar testimonio del paso del tiempo y de la vida. Un anciano me dijo en el hospital que no estamos preparados para morir sino para vivir. Es verdad, lo suscribo. Por ello creo que la literatura es la única manera de vencer al tiempo, sólo el arte puede vencer a la muerte.

3. También es una crisis de derechos humanos. Artículo de Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional, sobre la crisis económica y los derechos humanos.

4. Chechenia, la paz de los cementerios. Moscú proclama el fin de la guerra en la república caucásica. Allí ha practicado durante años una represión brutal ante la que EE UU y Europa han hecho la vista gorda. Pero la savia del cardo checheno sigue viva. Artículo de Juan Goytisolo.

5. Multiculturalismo sí, pero hasta aquí. España es más diversa que nunca. Tradiciones como las bodas de niños o la ablación resultan inaceptables . ¿Hasta dónde cabe el respeto? Reportaje.

6. Por una lengua común europea. Artículo de Xabier Zabaltza, historiador y traductor, autor de Una historia de las lenguas y los nacionalismos.

7. No lea libros de economía. García Montero escribe sobre la actual crisis económica y lo que es verdaderamente.

POESÍA, FÚTBOL, PRENSA. Sobre Pep Guardiola

Hoy, en "El País", columna de Manuel Vicent dedicada a Guardiola.

En 2002, el poeta Narcís Comadira dedicó esta oda al entrenador del Barcelona (en traducción de José María Ricarte, aparece en Poesía a patadas, antología de poemas sobre el fútbol, editada por el Ayuntamiento de Córdoba, con motivo de Cosmopoética 2009):


¡Salve, hermano de los potros
de pezuña de trueno!
Para ti,
la alfombra de césped recortado
se vuelve universo de planetas que giran
a tu alrededor.
Tú te alzas y relinchas
y con ojos penetrantes escrutas
el estentóreo horizonte.
Sacudes la melena
de tu espalda, el espinazo
se arquea, mueves las piernas esbeltas y frágiles
y con los brazos abiertos
devanas la madeja invisible del juego.
¡Salve, hermano de los potros
de pezuña de trueno!

¡Salve, hijo de la gracia
y del viento!
Araña cerebral,
que controlas los hilos
eléctricos de la tarde.
Tejes jugadas,
del tejido haces velas que se hinchan
y sostienes su entramado.

El césped se hace mar azul de sueños.
Entonces, mientras resbala la quilla,
tú vigilas de lejos y estás cerca.
Árbol central, palo mayor
y, al mismo tiempo, delfín enjabonado
que sigue al barco entre las olas.
¡Salve, hijo de la gracia
y del viento!

¡Salve, constructor de caminos,
geómetra carnal, arquitecto
de torres de victoria!
Tú derribas ruinas antiguas,
trazas los cimientos del edificio nuevo.
Excavas con los ojos
negros de voluntad
un haz de fértiles surcos
y, con el compás de los brazos,
mides, y estableces el pilar poderoso
de donde surgirán los nervios de la magia.
Y si el lápiz de un dedo dice: "aquí",
es aquí donde la danza comienza,
bajo la espléndida bóveda
que has edificado paralela al cielo.
¡Salve, constructor de caminos,
geómetra carnal, arquitecto!

¡Salve, oh payés radical!
Labrador impenitente, arado, espiga,
retoño vigoroso que te has alzado y granas,
feliz, cuadribarrado, en las tardes de gloria.
¡Tú, que cubres la gloria
que has dado al compañero,
con un beso en la mejilla!
Dices: "aquí". Y es aquí.
Y entre los pelos de la cara
nace una rosa macho.
Y ríen, conmovidas, las madres catalanas.
¡Salve, hijo eterno,
adolescente perpetuo de carita barbada!

¡Salve, símbolo del gozo mental
de las ciencias exactas!
¡Salve, cachorro sudoroso,
soldado juguetón
y sutil estratega de las batallas!
Tú, el héroe del presente,
por mucho que los siglos pasen,
no pasarás con ellos.
Permanecerás, cuando tú y yo seamos ceniza,
viviendo en la leyenda de la fama
y en esta corona modesta que ahora trenzo,
con verso balbuceante,
para no entorpecer el maravilloso resplandor
de los versos certeros de tus pases.
¡Salve, símbolo del gozo mental
de las ciencias exactas!

PRENSA. 31 mayo 2009

En "El País" y suplementos:

1. El testamento del rey guillotinado. Reportaje. Un buscador de manuscritos paga un millón por un texto perdido de Luis XVI.

2. Me fui para que no me mutilaran. Reportaje. Dos mujeres a la espera de asilo relatan cómo han hecho frente a la ablación.

3. La culpa del otro. Artículo de Rafael Argullol sobre la educación en nuestro país.

4. Gacetilleros, gansos y embaucadores. Juan Luis Cebrián publica 'El pianista en el burdel', una colección de ensayos sobre periodismo en un momento crucial para este oficio. Reproducimos uno de los capítulos.

5. Comeclavos. Enric González escribe sobre esta novela y su creador, Albert Cohen.

6. "O prevenimos ciertos usos en internet o pagaremos las consecuencias". Entrevista a Vinton Cerf. ¿Adónde nos lleva Internet? No habla un gurú digital más, sino uno de los inventores de la Red. Ve un futuro con libros y periódicos en pantallas. Y no concibe que todo sea gratis.

7. Los años voluptuosos. Reportaje sobre el pintor Matisse. Sensual, colorista. El pintor de ‘La Danza’ descubre en el ocaso de su vida la belleza del desnudo. Obras nunca expuestas en España muestran su etapa en Niza en una gran exposición.

PRENSA CULTURAL. "Babelia". 30 mayo 2009

1. Ese puerto sí existe. La escritora Patricia de Souza nos recuerda a Blanca Valera, poeta recientemente fallecida.

2. Cuento de la deuda y la hormiga. Artículo de Muñoz Molina sobre Margaret Atwood y su libro Payback: Debt and the Shadow Side of Wealth.

3. Juan Benet: en un tiempo de silencio. Brillantes, bebedores y patibularios. La relación de Benet con su amigo Martín Santos, que no le iba a la zaga en la inteligencia agresiva de joven superdotado, acabó por convertirle en uno de los personajes de su deslumbrante novela. Artículo de Manuel Vicent.

4. Gran novela de ideas. Reseña de El viajero del siglo, de Andrés Neuman.

5. La fábrica de tebeos. Reportaje. Aventuras decimonónicas o grandes fábulas de la tecnología. Los más de 300 nuevos títulos reclaman su lugar en el arriesgado mundo del cómic.

miércoles, 27 de mayo de 2009

LECTURA. Ambrose Bierce: "Diccionario del diablo" (1)

1. Breve biografía:

AMBROSE BIERCE (1842-1914)

Escritor satírico y periodista estadounidense, nacido en Meigs County (Ohio). Prestó sus servicios en el ejército de la Unión durante la Guerra Civil estadounidense (1861-1865) y dirigió una expedición militar al oeste. Bierce se estableció en San Francisco, donde escribió breves e ingeniosos artículos políticos y una columna para el periódico News-Letter. Alrededor de 1868 se convirtió en su editor. En 1872 se trasladó a Londres. Bajo el seudónimo de Dod Grile, escribió corrosivos artículos y relatos para las revistas Fun y Figaro, que posteriormente se publicaron en la recopilación titulada Telarañas de una calavera vacía (1874). Bierce regresó a San Francisco en 1877. Allí continuó colaborando con el Argonaut, fue editor del Wasp y escribió una columna para el Sunday Examiner, propiedad de William Randolph Hearst. En su estilo sobresale un ingenio y una fascinación por el horror y la muerte y su dominio del relato hizo que se le comparara en ocasiones con los escritores estadounidenses Edgar Allan Poe y Bret Harte. Entre 1899 y 1913 trabajó para Hearst en Washington, D.C., y se dedicó a revisar sus propias obras. En 1913 viajó a México donde participó en la Revolución Mexicana y nunca más se supo de él. Sus Obras completas se publicaron en 12 volúmenes (1909-1912) e incluyen el Diccionario del diablo, titulado originalmente Diccionario del cínico (1906).


2. Comentario sobre el Diccionario del diablo:

En El diccionario del Diablo, Ambrose Bierce afila las armas del ingenio para ofrecernos una burla total y despiadada del género humano, de sus honorables instituciones, de sus presupuestos lógicos —que conforman el tan peregrino “sentido común”— , de sus ideas más conspicuas, de sus nimias creencias. Bierce, maestro del humor negro, se convierte en diabólico lexicógrafo a fin de provocar una rebelión contra las ideas recibidas, contra las ideas reinantes, contra las ideas que se establecen impunemente...Éste es, sin duda, el libro más característico de un escritor de lo más peculiar. Diversas son las causas por las que un autor acaba pasando a la posteridad literaria, y en el caso de Ambrose Bierce se reúnen varias.La más actual, y quizás la más evidente, es la frecuencia con la que se le relaciona entre las influencias de H.P. Lovecraft, y que el maestro de Providence le dedicase unas elogiosas palabras en su conocido ensayo El horror en la literatura. Otro motivo, más importante y sin duda más merecido, fue la aparición de este libro, que pronto le valió la fama y el reconocimiento literario de sus contemporáneos, ganándose por sí mismo un lugar destacado dentro de la historia de la literatura, un lugar que se vio ampliamente refrendado por su narrativa corta, siendo ésta la tercera causa por la que Bierce ocupa un lugar destacado dentro y fuera del género.Una narrativa corta que hace gala de las mismas virtudes que aparecen en El diccionario del Diablo, esto es, mucho sarcasmo, mucho humor negro y mucha mala idea, todo ello aderezado con toques más o menos fantásticos, más o menos siniestros. Así, en el presente libro nos encontramos, como si de una erudita enciclopedia se tratase, con todo tipo de acepciones y entradas de las que el autor se sirve para criticar a la sociedad en general y ridiculizar a los arquetipos, las instituciones y todo lo políticamente correcto. Arremete contra todos y contra todo con un fino pero negrísimo sentido del humor, que no en vano le valió el sobrenombre de Ambrose “El amargo” Bierce.
En definitiva, un libro que a pesar del tiempo transcurrido desde su publicación, casi un siglo, sigue manteniéndose plenamente en forma, y cuyas numerosas virtudes deben paladearse poco a poco, de lectura en lectura.Pese al titulo del libro, éste no trata de satanismos ni brujerías varias, el único diablo que aparece en sus páginas, claro está, es el propio Ambrose Bierce.
Miguel Ángel López


3. Selección (1): letra A:

Aborígenes, s. Seres de escaso mérito que entorpecen el suelo de un país recién descubierto. Pronto dejan de entorpecer; entonces, fertilizan.

Academia, s. Escuela antigua donde se enseñaba moral y filosofía. Escuela moderna donde se enseña el fútbol.

Acusar, v.t. Afirmar la culpa o indignidad de otro; generalmente, para justificarnos por haberle causado algún daño.

Admiración, s. Reconocimiento cortés de la semejanza entre otro y uno mismo.

Aire, s. Sustancia nutritiva con que la generosa Providencia engorda a los pobres.

Alianza, s. En política internacional la unión de dos ladrones cada uno de los cuales ha metido tanto la mano en el bolsillo del otro que no pueden separarse para robar a un tercero.

Altar, s. Sitio donde antiguamente el sacerdote arrancaba, con fines adivinatorios, el intestino de la víctima sacrificial y cocinaba su carne para los dioses. En la actualidad, el término se usa raramente, salvo para aludir al sacrificio de su tranquilidad y su libertad que realizan dos tontos de sexo opuesto.

Ambidextro, adj. Capaz de robar con igual habilidad un bolsillo derecho que uno izquierdo.

Amistad, s. Barco lo bastante grande como para llevar a dos con buen tiempo, pero a uno solo en caso de tormenta.

Amor, s. Insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo.

Anécdota, s. Relato generalmente falso. La veracidad de las anécdotas que siguen, sin embargo, no ha sido exitosamente objetada:
Una noche el señor Rudolph Block, de Nueva York, se encontró sentado en una cena junto al distinguido crítico Percival Pollard. Señor Pollard --dijo--, mi libro Biografía de una Vaca Muerta se ha publicado anónimamente, pero usted no puede ignorar quién es el autor. Sin embargo, al comentarlo, dice usted que es la obra del Idiota del Siglo. ¿Le parece una crítica justa?
--Lo siento mucho, señor --respondió amablemente el crítico--, pero no pensé que usted deseara realmente conservar el anonimato.

El señor W.C. Morrow, que solía vivir en San José, California, acostumbraba escribir cuentos de fantasmas que daban al lector la sensación de que un tropel de lagartijas, recién salidas del hielo, le corrían por la espalda y se le escondían entre los cabellos. En esa época, se creía que merodeaba por San José el alma en pena de un famoso bandido llamado Vásquez, a quien ahorcaron allí. El pueblo no estaba muy bien iluminado y de noche la gente salía lo menos posible de su casa. Una noche particularmente oscura, dos caballeros caminaban por el sitio más solitario dentro del ejido, hablando en voz baja para darse coraje, cuando se tropezaron con el señor J.J. Owen, conocido periodista: --¡Caramba, Owen! --dijo uno--. ¿Qué le trae por aquí en una noche como ésta? ¿No me dijo que este era uno de los sitios preferidos por el ánima de Vásquez? ¿No tiene miedo de estar afuera?
--Mi querido amigo --respondió el periodista con voz lúgubre--, tengo miedo de estar adentro. Llevo en el bolsillo una de las novelas de Will Morrow y no me atrevo a acercarme donde haya luz suficiente para leerla.

El general H.H. Wolherspoon, director de la Escuela de Guerra del Ejército, tiene como mascota un babuino, animal de extraordinaria inteligencia, aunque nada hermoso. Al volver una noche a su casa, el general descubrió con sorpresa y dolor que Adán (así se llamaba el mono, pues el general era darwinista) lo aguardaba sentado, ostentando su mejor chaquetilla de gala.
--¡Maldito antepasado! --tronó el gran estratega-- ¿Qué haces levantado después del toque de queda? ¡Y con mi uniforme! Adán se incorporó con una mirada de reproche, se puso en cuatro patas, atravesó el cuarto en dirección a una mesa y volvió con una tarjeta de visita: el general Barry había estado allí y, a juzgar por una botella de champán vacía y varias colillas de cigarros, había sido amablemente atendido mientras esperaba. El general presentó excusas a su fiel progenitor y se fue a dormir. Al día siguiente se encontró con el general Barry, quien le dijo:--Oye, viejo, anoche al separarme de ti olvidé preguntarte por esos excelentes cigarros. ¿Dónde los consigues? El general Wotherspoon, sin dignarse responder, se marchó.
--Perdona, por favor --gritó Barry, corriendo tras él--. Bromeaba, por supuesto. Anda, si no había pasado quince minutos en tu casa y ya me di cuenta que no eras tú.

Anormal, adj. Que no responde a la norma. En cuestiones de pensamiento y conducta ser independiente es ser anormal y ser anormal es ser detestado. En consecuencia, el autor aconseja parecerse más al Hombre Medio que a uno mismo. Quien lo consiga obtendrá la paz, la perspectiva de la muerte y la esperanza del Infierno.

Año, s. Período de trescientos sesenta y cinco desengaños.

Árbol, s. Vegetal alto, creado por la naturaleza para servir de aparato punitivo, aunque por deficiente aplicación de la justicia la mayoría de los árboles sólo exhiben frutos despreciables, o ninguno. Cuando está cargado de su fruta natural, el árbol es un benéfico agente de la civilización y un importante factor de moralidad pública. En el severo Oeste y en el sensitivo Sur de Estados Unidos, su fruta (blanca y negra respectivamente) satisface el gusto público, aunque no se coma, y contribuye al bienestar general, aunque no se exporte. La legítima relación entre árbol y justicia no fue descubierta por el juez Lynch (quien, a decir verdad, no lo consideraba preferible al farol o la viga del puente), como lo prueba este pasaje de Morryster, quien vivió dos siglos antes:
Encontrándome en ese país, fui llevado a ver el árbol Ghogo, del que mucho oyera hablar; pero como yo dijese que no observaba en él nada notable, el jefe de la aldea en que crecía me respondió de este modo:--En este momento el árbol no da fruta, pero, cuando esté en sazón, veréis colgar de sus ramas a todos los que han ofendido a Su Majestad el Rey. Asimismo me explicaron que la palabra "Ghogo" significaba en su lengua lo mismo que "bandido" en la nuestra. (Viaje por Oriente.)

Arena, s. En política, ratonera imaginaria donde el estadista lucha con su pasado.

Arquitecto, s. El que traza los planos de nuestra casa y planea el destrozo de nuestras finanzas.

Arrepentimiento, s. Fiel servidor y secuaz del Castigo. Suele traducirse en una actitud de enmienda que no es incompatible con la continuidad del pecado.

Audacia, s. Una de las cualidades más evidentes del hombre que no corre peligro.
Ausente, adj. Singularmente expuesto a la mordedura de la calumnia; vilipendiado; irremediablemente equivocado; sustituido en la consideración y el afecto de los demás.

Autoestima, s. Evaluación errónea.

Ayer, s. Infancia de la juventud, juventud de la madurez, el pasado entero de la ancianidad.

PRENSA. 27 mayo 2009

En "El País":

1. Rechazo. Columna de Elvira Lindo sobre la actitud de los españoles ante el sida.

2. Esto no es ficción. Manuel Rodríguez Rivero escribe sobre la situación actual en España de la llamada "literatura de no ficción".

3. Cavilaciones de un viajero. España, que se perdió todo el siglo XIX y buena parte del XX, tiene aún retrasos que la hacen más hispanoamericana que europea. La mejora más espectacular ha sido la de las pequeñas y medianas ciudades. Artículo del escritor Félix de Azúa.

martes, 26 de mayo de 2009

PRENSA. LITERATURA. Andrés Neuman y "El viajero del siglo"

En "elpais.com":

El extranjero sin prejuicios: Andrés Neuman recoge el premio Alfagura de Novela por "El viajero del siglo". Podemos leer también su discurso de recepción del premio.

HÁBITOS DE LECTURA Y COMPRA DE LIBROS

La Federación de Gremios de Editores de España da a conocer el Barómetro de hábitos de Lectura y Compra de Libros en el primer trimestre de 2009.

BIBLIOTECA. "Génesis", de Bernard Beckett

En un futuro no muy lejano, una estudiante llamada Anaximandro se presenta al riguroso examen de ingreso en la Academia, el órgano de gobierno de la utópica sociedad en la que se ha criado. A lo largo de varias sesiones extenuantes, las preguntas del tribunal, que suscitan importantes cuestiones éticas y filosóficas, la llevarán a descubrir una verdad que hará tambalear los cimientos sobre los que se asienta su mundo.
Poco más conviene revelar sobre el argumento sin correr el riesgo de arruinar la lectura. Génesis atrapa al lector desde las primeras líneas y lo conduce, con una lógica contundente y un ritmo de progresiva intensidad, hasta un desenlace impactante. Llegado a ese punto, el lector sólo deseará una cosa: comenzar a leer la novela de nuevo.
Emocionante fábula especulativa, thriller filosófico y meditación humanista, Génesis es una obra fuera de lo común, que escapa de toda etiqueta. Ambientada en la segunda mitad del siglo XXI, recurre a los pensadores griegos más relevantes, en una estimulante reflexión sobre la fragilidad de nuestra civilización occidental.
(Texto de la contracubierta)

Su autor, Bernard Beckett, es neozelandés (n. en 1967). Esta novela será objeto de un gran lanzamiento en Gran Bretaña, y será traducida a veinte lenguas.

Aquí tenemos un fragmento (págs. 108-109):

"Yo no soy una máquina. ¿Qué puede saber una máquina del olor a hierba mojada por la mañana, o del llanto de un recién nacido? Yo soy la sensación del calor del sol en mi piel; soy la sensación de una ola fría rompiendo sobre mí. Soy los lugares que nunca he visto, y que sin embargo imagino cuando cierro los ojos. Soy el sabor del aliento de otro, el color de su pelo.
Te burlas de mí por la brevedad de mi vida, pero es precisamente ese miedo a morir lo que me infunde vida. Soy el pensador que piensa en el pensamiento. Soy curiosidad, soy razón, soy amor y soy odio. Soy indiferencia. Soy el hijo de un padre, quien a su vez era hijo de otro padre. Soy la razón por la que mi madre reía y la razón por la que lloraba. Sí, el mundo puede pulsar tus botones cuando pasa por tu sistema de circuitos. Pero el mundo no pasa a través de mí. Yo soy el medio a través del cual el universo se ha conocido a sí mismo. Soy eso que ninguna máquina podrá fabricar nunca. Soy el significado".

Editado por Salamandra, tiene 158 páginas, y la puedes encontrar en la BIBLIOTECA.

BIBLIOTECA. "Aventuras en la nostalgia". Exiliados y emigrantes españoles en Londres

Dice el historiador Paul Preston en la presentación:

Las historias comprendidas en este libro, como bien dice Lala Isla en su prólogo, vienen a ser un microcosmos de las consecuencias del golpe militar que provocó la Guerra Civil en la población que la tuvo que vivir. Al comienzo de la guerra, el general Emilio Mola, el hombre que planificó el alzamiento, declaraba en Pamplona: Hay que sembrar el terror..., hay que dar la sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros. Todos y cada uno de los autores de este libro excepcional -exceptuando las dos mujeres latinoamericanas- de una forma u otra sufrieron en carne propia dicho terror y dicha sensación de dominio, que de modo directo o indirecto fueron el motivo por el cual se fueron de sus hogares y se encuentran hoy en Londres.
Un elemento fascinante de este conjunto de vidas es que muestran las diferentes ideologías que intervinieron en el conflicto y lo positivo es que se reúnan juntos los viernes sin que haya habido roces serios entre ellos. Las historias del texto dejan testimonio no sólo de lo que significa haber pasado una guerra cruenta en la niñez, sino de las dificultades que entraña una emigración. Las tragedias de la vida de Jesús G., o Elvira, las dificultades de todos ellos para abrirse camino en un país extranjero, el esfuerzo por salir adelante en todo momento, son un ejemplo de coraje y empeño.


En el Prólogo, muy extenso, Lala Isla dice:

Como tantos exilados y emigrantes, los componentes de este libro llevan muchos años en Londres y se sienten adaptados a la vida británica; sin embargo, guardan en su corazón un sentimiento profundo de ser españoles. Ya no tienen que oír, como en el pasado, insultos racistas del tipo bloody foreigners o bloody Spanish onions (malditos extranjeros o malditas cebollas españolas). (...) Aunque las personas que han participado en este libro estén bien adaptadas a Londres, cada cual se beneficia de la enorme riqueza que les da el poder vivir de lleno entre las dos culturas. Sin embargo, el haber tenido que dejar atrás los paisajes amados de la infancia, de los que hablan con enorme ternura y melancolía, les ha abierto una brecha interior que nunca se podrá cerrar. Con la emigración y el exilio, el aquí y el allí se trastocan para siempre y, tanto si decidimos regresar como quedarnos en el Reino Unido, echaremos de menos algo del otro país. Es el precio que tenemos que pagar los que un día dejamos el nuestro.

Esos los que un día dejamos el nuestro son Jesús G., Conchita Iraola, Lolita Jorquera, Elvira Medrano, Nino Moratiel, Rosita Morell, Rosa Moreno, Julio Ortega, Mary Pollastri, Liliam Ruiz y Luis Santamaría.

En edición del Ministerio de Trabajo e Inmigración, en 2008, junto a los textos podemos ver abundante material fotográfico.

Está en la BIBLIOTECA.

PRENSA. 26 mayo 2009

En "El País":

1. Deriva sin rumbo a ritmo de 'lied'. Andrés Neuman se inspiró en Schubert para su novela 'El viajero del siglo'.

2. Lamento por Babel. Fernando Savater, sobre la pluralidad de las lenguas.

3. Literatura y diplomacia. Artículo del escritor chileno Jorge Edwards.

4. Las garrafas y el vino del periodismo. La cuestión sustantiva no es en qué soportes -pantalla o papel- leeremos, sino qué leeremos. La prensa cava su tumba al obsesionarse con los continentes desdeñando los contenidos. La opinión es su gran activo. Artículo de José Luis Pardo, catedrático de Filosofía en la Complutense de Madrid.

5. Periodismo sin causa. Artículo de Miguel Ángel Aguilar.

lunes, 25 de mayo de 2009

POESÍA. José-Miguel Ullán, en el recuerdo

(José-Miguel Ullán, en 2008, en su estudio de Madrid. Fotografía de Álvaro García, en "El País").

Un poema:

ARDICIA (IV)

El sordo dios: la carcajada inmóvil.
Murmullo de otra luz será tu fe. Aléjate de la expresión forzada o del silencio amilanado. Oye tan sólo la armonía neutra de lo indeciso
e indomable. Deja abierta la puerta más sumisa.
Esa ignorancia zumbará en tu oreja. Fraternalmente.

PRENSA. 25 mayo 2009

En "El País":

1. Palma de Oro a la lucidez de Haneke. Crónica. Palmarés de la 62º edición del Festival de Cine de Cannes. Además, entrevista a Michael Haneke.

2. Adiós a un poeta transversal. José-Miguel Ullán logró sintetizar en su polifacética obra vanguardia y tradición, la alta cultura y la popular. Críticos y autores destacan su singular figura. Reportaje. La belleza de la palabra, de Juan Goytisolo. Súbita y deslumbrante, del crítico Julio Ortega. José-Miguel Ullán, poeta, de Juan Cruz.

3. Repensar la edición. Artículo del editor Federico Ibáñez.

domingo, 24 de mayo de 2009

PRENSA (2). 24 mayo 2009

En suplementos de "El País":

1. ¿Adónde fue Bambi? Reportaje. Hannah Montana, Jonas Brothers, High School... La factoría Disney ha creado un nuevo universo que arrasa en el mundo infantil y adolescente del siglo XXI. Éste es su secreto.

2. Manuscrito hallado junto a una mano. En la antevíspera de la Navidad de 2006, Aurora Bernárdez, viuda de Julio Cortázar, charlaba en su casa de París con el escritor y crítico Carles Álvarez Garriga. En un momento de la conversación, ella extrajo de una vieja cómoda un puñado de manuscritos y textos mecanografiados. "¿Has leído alguna vez esto?", le preguntó. Aquellas páginas resultaron ser inéditas. Los textos encontrados, junto con otros muchos que habían visto la luz de forma muy dispersa, integran ahora el libro 'Papeles inesperados' que la editorial Alfaguara difundirá en España la próxima semana. Reproducimos uno de los relatos incluidos en ese volumen, así como tres historias recuperadas de cronopios.

3. Vampiros, ¿existen de verdad? Reportaje. Están aquí. indestructibles. Han vuelto con películas como 'Déjame entrar' y 'Crepúsculo'. ¿Qué esconden? ¿Hay alguna base científica en su seducción? Para unos son parte del folclor europeo. Para otros se les ha confundido con enfermos de rabia.

PRENSA. 24 mayo 2009

En "El País":

1. Dioses. Columna de Manuel Vicent.

2. Un Nobel en el purgatorio. A los 25 años de su muerte, la figura de Vicente Aleixandre se mueve entre el olvido y las disputas por su legado. El archivo del poeta centra el litigio.

3. Sin patria. Artículo de Luis Manuel Ruiz sobre el traslado de los restos de creadores y artistas.

sábado, 23 de mayo de 2009

PRENSA. 23 mayo 2009

En "El País":

1. De listas y del éxito. Artículo de la periodista y escritora Margarita Rivière sobre el fenómeno social de las listas.

2. Brenan, memoria personal de España. Conversador nato y escritor curioso, el hispanista británico Gerald Brenan supo congeniar con los españoles, que acabaron viéndolo como uno de los suyos. Ahora se publican algunas de sus obras inéditas. Artículo de Carlos Pranger, custodio del Archivo Español de Gerald Brenan.

3. La rama de Europa. Luis García Montero escribe sobre sus impresiones de Budapest.

PRENSA CULTURAL. "Babelia". 23 mayo 2009

1. Hijos, ficción y memoria. Entrevista a Günter Grass, del que aparece una nueva entrega autobiográfica, La caja de los deseos. También podemos leer sus primeras páginas.


2. Francia reinventa su lengua. Reportaje, con motivo de la celebración de la Feria del Libro de Madrid, que se fija en la literatura francesa. Además, José María Guelbenzu nos habla de los Maestros inolvidables.


3. CRÍTICAS. Alatriste, el clásico de los clásicos, en una nueva edición, anotada. Un viejo gigante en un nuevo mundo, artículo sobre el ensayo El mundo después de USA, de Fred Zakaria, del que podemos leer sus primeras páginas. Además, también se reseña brevemente Cómo se destruye una democracia, de Naomi Wolf.


4. Ibargüengoitia, la otra cara de Rulfo. Artículo sobre el narrador sudamericano, a propósito de la reedición de su novela Las muertas.


5. Un Bradbury perfecto. Enrique Vila-Matas nos habla sobre un cuento de Ray Bradbury, La costa en el crepúsculo.

viernes, 22 de mayo de 2009

PRENSA. 22 mayo 2009

En "El País":

1. Código Da Vinci a la castellana. La primera edición crítica de sus 'Códices Madrid I y II' arroja luz sobre la enigmática personalidad del artista . El genio se inspiró en castillos españoles para sus teorías.

2. Ángel González, un idealista en el fango. Luis García Montero recrea en una novela la memoria del poeta.

3. El periodismo de chequera tienta. Reportaje. El pago por exclusivas como los gastos de los diputados británicos tiene riesgos. Las fuentes pueden inflar e inventar . ¿Está justificado?

4. ¿Será la tecnología una oportunidad perdida? Artículo de opinión del editor Emiliano Martínez, sobre la educación y la tecnología.

5. CINE. El bisturí de Haneke da miedo. El director pone en marcha todo su poder de sugerencia en 'The white ribbon'. Crítica firmada por Carlos Boyero. Además, opiniones del director en Una inmersión en la violencia y la infancia del nazismo.

6. CINE. Un cuento cruel. Crítica de El caballo de dos piernas, película iraní dirigida por Samira Makhmalbaf.

En "El Día de Córdoba":

7. ¿Qué se puede hacer con la educación? Artículo de Juan Diego Caballero.

8. Los adolescentes tienen su primera relación sexual a los catorce años y medio. Un estudio del Grupo Universitario de Investigación Social de Jerez desvela que el 14,3% de los jóvenes ha usado la píldora poscoital y que el 13,8% no utiliza anticonceptivos. Datos referidos a Córdoba.


jueves, 21 de mayo de 2009

ISABEL ESCUDERO Y AGUSTÍN GARCÍA CALVO EN EL IES "MAIMÓNIDES". RNE grabó su intervención en Cosmopoética para el programa "La estación azul"

Aquí tenemos la grabación.


POESÍA. PRENSA. El poeta colombiano Juan Manuel Roca gana el "Casa de América" de Poesía

Ésta es la noticia aparecida en "elpais.com".

A continuación, algunas opiniones, recogidas de una entrevista publicada en la revista Armas y Letras, en noviembre de 2008:


1. Estéticamente me siento más ligado a Comala que a Macondo porque estoy muy interesado en el ascetismo del lenguaje, en cierta poética que funciona casi por sustracción y no por acumulación, es decir, yo visito más en la literatura a Comala que a Macondo, y no es por un gusto de visitar a los muertos, es sencillamente porque en Rulfo yo encuentro unas lecciones estéticas extraordinarias: su minimalismo, cierta verbosidad de cosa hablada, cómo rescata las costumbres del pueblo mexicano y no hace costumbrismo, cómo rescata la historia de México y no hace historicismo… Todo eso ligado a una alta lírica, hace que cuando yo leo las ocurrencias de un poblado imaginario llamado Comala, siento mucha más atracción que cuando leo las incidencias de un poblado imaginario llamado Macondo. ¿Cúal es el narrador en el que encuentro una cantera más inagotable de poesía? Inmediatamente digo Rulfo y no digo García Márquez.

2. De alguna manera los vínculos entre la poesía visual y lo visual en el poema se han hecho mucho más evidentes en la poesía. Se puede crear una teoría general de las artes a través de lo poético, para decir que donde no hay poesía no hay arte, sea la narrativa, sean las artes escénicas, sea la cinematografía. Todo desemboca en la búsqueda de una poética. El más grande poeta mexicano, para mi gusto, es alguien que en apariencia no escribió poesía: Juan Rulfo. He hecho ejercicios en talleres con algunos jóvenes tomando cuatro o cinco temas de la obra de Rulfo (la soledad, la muerte, el trasmundo, la lluvia, la fantasmalidad), y sin necesidad de que los integrantes del taller escriban una sola línea, sino recogiendo y encabalgando como versos algunas de las frases de las narraciones de Juan Rulfo, hemos descubierto que hay una extraordinaria poética. Hemos escrito poemas de Rulfo con palabras de Rulfo que son realmente poemas sin agregar ni una sola palabra que no sea de él; esto como ejercicio para señalar que la poesía es más que un género literario, que no está en un compartimento estanco y que está vinculada a todas las esferas de las demás artes.

3. La violencia es uno de los ingredientes naturales del ser humano. Yo creo que no hay que acabar con los demonios, hay que saberlos pastorear. Es decir, eliminar la violencia, como lo explicaba también Anthony Burgess en La naranja mecánica, lleva a un estado de absorbimiento intelectual y de tontería. No hay que anular la violencia, sino canalizarla hacia cosas creativas y productivas. Yo creo en la violencia creadora. En el caso colombiano, cuando José Eustasio Rivera en el año 1924 escribe La vorágine, una de sus primeras frases, quizá la primera de la novela, dice: “Jugué mi corazón al azar y me lo ganó la violencia”. ¿Cómo pastorear eso para no convertirnos en una secuela más de esa violencia? El interés que existe por la poesía en Colombia, esa forma de resistencia espiritual que hay alrededor de la poesía, se da precisamente como saturación de la violencia.


Y ahora, unos poemas:


DIARIO DE LA NOCHE

A la hora en que el sueño se desliza
Como un ladrón por senderos de fieltro
Los poetas beben aguas rumorosas
Mientras hablan de la oscuridad,
De la oscura edad que nos circunda.
A la hora en que el tren tizna la luna
Y el ángel del burdel se abandona a su suerte,
La orquesta toca un aire lastimero.
Una yegua del color de los espejos
Se hunde en la noche agitando su cola de cometa.
¿Qué invisible jinete la galopa?


PUERTAS ABIERTAS
Una puerta
Abierta a la noche
Y se pueblan los ruidos
Las estancias.

Sus rumorosas bisagras
Anuncian
Alguien llegado de la lluvia
O los pasos de un lento animal
Que invade el sueño.

Una puerta, una grieta
Abierta en el asombro.


SUEÑO
El sol fulge entre la fronda
Donde los niños duermen
Y cruza bostezando un ángel rojo.
Lejos, los patios de vecindad se llenan
De gentes que remiendan el aire
Con la aguja de su parla rumorosa.
Alguien siembra un cortejo de astros.
Entre sagrados juegos
Y blancas catacumbas,
Tú y yo: crisálidas de viento.

INGLÉS. Un blog

Este blog es una publicación periódica de palabras, sonidos, fotos e imágenes en movimiento, diseñada para quienes desean mantener al día sus conocimientos de inglés. Además, cuenta con algunos enlaces interesantes y con cuestiones de gramática.

miércoles, 20 de mayo de 2009

PRENSA. POESÍA. LECTURA. Entrevista a Caballero Bonald y poemas de "La noche no tiene paredes"

En "elpais.com" aparece esta entrevista, realizada por los internautas a José Manuel Caballero Bonald, con motivo de su nuevo libro, La noche no tiene paredes.

Además, podemos leer algunos de sus poemas, también en "elpais.com":


TIEMPO DE LOS ANTÍDOTOS
La edad me ha ido dejando
sin venenos, malgasté en mala hora
esa fortuna,
¿qué más puedo perder?
Llega el tiempo ruin de los antídotos.
Materia devaluada, la aventura
disiente de ella misma y se aminora.
Ya sólo quedan rastros de peligros,
una zona prohibida apenas frecuentada,
la pauta exigua de lo inconfesable,
cierto amago fugaz de furia y desacato.
La osadía de bordes delictivos,
los deseos gastados
en los bruscos dispendios de la infidelidad,
la virtud y su inercia depravada,
el amor consumiéndose
como un licor impuro, la excitante
trastienda de la noche,
¿qué se hicieron?
Los años, ay de mí, me han desmentido.


ULTRAQUERENCIAS
Temor de estar perdido y de tener
que convivir con esos mentecatos
que beben a buchitos
su triste taza de preservación, detestan
las amenas erratas de la vida,
practican tenebrosas
religiones, deportes deplorables
y hablan,
hablan,
hablan a todas horas
de esa historia que desde siempre ocurre
intramuros de la banalidad.
¿Es que ya nadie se da cuenta
de los defectuosos, los bruscos, los horrendos
trances de ultraquerencias que aún tienen que venir?


LA INTRANQUILIDAD DEL DEBER
CUMPLIDO
Dichoso aquel que una mañana
de repente
se aparta del camino que anduvo cada día
durante muchos años hasta el inapelable
distrito del deber.
¿Qué lo hizo abdicar:
la misma inoperancia de la inercia,
el tedio repetido como una despiadada
devastación, la enmohecida
distancia entre los majaderos y sus cárceles?
¿Eligió sin querer lo menos
predecible, es decir, lo más justo?
Dichoso aquel que un día desanduvo la vida
hasta alcanzar la paz de lo no aconsejable.


PÉRDIDA DE TIEMPO
En la palabra tiempo anida
una gran ave blanca, una consecutiva
privación de pretéritos
y ciertos excedentes de la fugacidad.
En la palabra tiempo se intercalan
otras palabras de su misma estirpe:
el lento mar perpetuo y su inconmensurable
usura, el azar siempre errático
y el sideral boquete de la luz.
La única estrategia que puede más que el tiempo
es conseguir perderlo impunemente.

LECTURA. "El mundo de ayer", de Stefan Zweig

En La reconciliación es el nudo del relato europeo, artículo de Antonio Estella, publicado hoy en "El País" (ver entrada más abajo), se menciona el libro autobiográfico de Stefan Zweig El mundo de ayer: memorias de un europeo.

Publicado por la editorial "El Acantilado", aquí tenemos unos fragmentos:

1.
Y es que el siglo en que me tocó vivir y crecer no fue un siglo de pasión. Era un mundo ordenado, con estratos bien definidos y transiciones serenas, un mundo sin odio. El ritmo de las nuevas velocidades no había pasado todavía de las máquinas -el automóvil, el teléfono, la radio y el avión- al hombre; el tiempo y la edad tenían otra medida. Se vivía más reposadamente y, si intento evocar las figuras de los adultos que acompañaron mí infancia, me llama la atención que muchos de ellos eran obesos desde muy temprano. Mi padre, mi tío, mi maestro, los tenderos, los músicos delante de los atriles, a los cuarenta años eran ya hombres gordos, "respetables". Andaban despacio, hablaban con comedimiento, se mesaban las barbas bien cuidadas y en muchos casos ya entrecanas. Pero el pelo gris era una señal más de "respetabilidad" y un hombre "maduro" evitaba conscientemente los gestos y la petulancia de los jóvenes como algo impropio. Ni siquiera siendo yo muy niño, cuando mi padre todavía no había cumplido los cuarenta, recuerdo haberlo visto subir o bajar escaleras apresuradamente ni hacer nunca nada con prisa aparente. La prisa pasaba por ser no sólo poco elegante, sino que en realidad también era superflua, puesto que en aquel mundo burguesamente estabilizado, con sus numerosas pequeñas medidas de seguridad y protección, no pasaba nunca nada repentino, las catástrofes que pudiesen ocurrir en el exterior no atravesaban las paredes bien revestidas de la vida "asegurada".

2.
Nuestros maestros tampoco tenían la culpa del desolador ambiente que reinaba en aquella casa. No eran ni buenos ni malos, ni tiranos ni compañeros solícitos, sino unos pobres diablos que, esclavizados por el sistema y sometidos a un plan de estudios impuesto por las autoridades, estaban obligados a impartir su "lección"
-igual que nosotros a aprenderla- y que, eso sí que se veía claro, se sentían tan felices como nosotros cuando, al mediodía, sonaba la campana que nos liberaba a todos. No nos querían ni nos odiaban, aunque tampoco había motivos para ninguno de estos sentimientos, pues no sabían nada de nosotros; aun al cabo de varios años, con excepción de unos pocos, seguían sin conocernos por el nombre: según el método pedagógico al uso en aquel entonces, lo único de lo que se tenían que preocupar era del número de errores que había cometido "el alumno" en el último ejercicio. Ellos se sentaban arriba, en la tarima, y nosotros, abajo; ellos estaban allí para preguntar y nosotros, para contestar; aparte de ésta, no existía entre los dos colectivos relación alguna. Y es que entre el maestro y el alumno, entre la tarima y los bancos, entre el Alto visible y el Bajo igual de visible se levantaba la invisible barrera de la "Autoridad" que impedía cualquier contacto. Que un maestro considerase al alumno como un individuo que exigía un trato específico, acorde con sus características personales, o que redactase, como se hace hoy en día, unos informes detallados sobre él, habría supuesto un trabajo muy superior a las atribuciones y capacidades de nuestros pedagogos; por otro lado, una conversación privada habría socavado su autoridad, pues con tal cosa habría colocado a los alumnos a su mismo nivel, que no en vano era "superior". A mi juicio, nada resulta más característico de la total falta de relación que, tanto en el terreno intelectual como en el anímico, existía entre nosotros y los maestros, como el hecho de que me he olvidado de los nombres y los rostros de todos ellos. Mi recuerdo guarda todavía, con una nitidez fotográfica, la imagen de la tarima y del diario de clase, al que siempre intentábamos echar una mirada con el rabillo del ojo porque en él constaban las notas; todavía veo aquel pequeño cuaderno rojo en que se inscribían nuestras calificaciones y el gastado lápiz negro que registraba las cifras; veo mis propios cuadernos, plagados de correcciones del maestro hechas con tinta roja, pero no veo ninguno de aquellos rostros... a lo mejor porque siempre permanecimos ante ellos con los ojos bajos o cerrados.

3.
De modo que una mañana -era el 1 de septiembre, un día festivo- fui al registro civil de Bath para inscribir mi boda. El funcionario aceptó los papeles y se mostró sumamente amable y solícito. Comprendió perfectamente, como todo el mundo en aquellos tiempos, nuestro deseo de acelerar los trámites en lo posible. La boda quedó fijada para el día siguiente; cogió la pluma y empezó a escribir nuestros nombres en el registro con letra redondilla.En aquel momento -serían las once- se abrió de golpe la puerta de la habitación contigua. Irrumpió en la nuestra un funcionario joven que se ponía la chaqueta mientras caminaba.-¡Los alemanes han invadido Polonia! ¡Es la guerra!-anunció a gritos en aquella sala silenciosa.La noticia me golpeó el corazón como un martillazo. Pero el corazón de nuestra generación ya estaba acostumbrado a toda clase de golpes duros.No necesariamente significa la guerra- dije yo, sinceramente convencido. Pero el funcionario por poco se enfadó conmigo.-¡No!-gritó furioso-. ¡Ya basta! ¡No podemos tolerar que esto se repita cada seis meses! ¡Tiene que terminar!Mientras tanto el otro funcionario, que había empezado a redactar nuestro certificado de matrimonio, dejó caer la pluma con ademán pensativo. Al fin y al cabo, debió de pensar, nosotros éramos extranjeros y, en caso de guerra, nos convertiríamos automáticamente en enemigos. No sabía si, dadas las circunstancias, era lícito permitirnos contraer matrimonio. Dijo que lo lamentaba, pero que prefería pedir instrucciones a Londres. Los dos días siguientes fueron días de espera, esperanza y miedo, dos días de terrible tensión. En la mañana del domingo la radio dio la noticia de que Inglaterra había declarado la guerra a Alemania.

PRENSA. 20 mayo 2009

En "El País":

1. "Un mensaje para el futuro lo dejaría en papel". Entrevista. Umberto Eco defiende la pervivencia del libro frente al soporte digital.

2. El verdadero creyente. Manuel Rodríguez Rivero comenta este libro de Eric Hoffer, publicado en 1951.

3. EXPLOTACIÓN SEXUAL EN ESPAÑA (y 4). Prostituir a la fuerza no es delito grave. Reportaje.

4. La reconciliación es el nudo del relato europeo. Artículo de Antonio Estella, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III, de Madrid.

5. Un fósil de 47 millones de años da pistas sobre la evolución humana. El Museo de Historia Natural de Nueva York presenta los restos de un primate que podría ser el "eslabón perdido".


En el "Córdoba" ("Educación"):

6. El CEP premia la creación literaria del alumnado. A propósito del "I Concurso de Relato Corto e Ilustración", cuyos premios fueron entregados ayer.

martes, 19 de mayo de 2009

I CONCURSO DE RELATO CORTO E ILUSTRACIÓN 2009. Selene Urbano Molina, alumna de 1º ESO, galardonada con el segundo premio en la modalidad de Secundaria




El concurso ha sido organizado por el CEP de Córdoba.

Éste es el cuento de Selene:


LA BIBLIOTECA DE LOS LIBROS OLVIDADOS

A María le encantaba leer, sobre todo esos libros en los que no puedes parar porque la intriga no te deja. Un día, fue a la biblioteca más cercana de su casa, una gran biblioteca antigua, aunque un poco espeluznante, que llevaba abandonada muchos años. Empezó a leer uno de sus libros, pero de pronto se dio cuenta de que algo no dejaba que siguiera leyendo. No sabía por qué, pero era así. Algo le cortaba. ¡Era muy extraño! Se fue de la biblioteca corriendo, asustada, pues empezó a escuchar unas vagas carcajadas al fondo de esta. Se tiró sin aparecer por allí mes y medio, pero un día, decidida, volvió a entrar.

La biblioteca parecía tranquila, como si no hubiera aparecido por allí nadie hacía por lo menos medio siglo.

Pero nada era lo que parecía, cuando te adentrabas por sus oscuros pasillos. Todo empezaba a gemir. Incluso se oían gritos en la planta más alta, a la que nunca había subido María.

Eran unos gritos terroríficos. Esta vez, María encontró un libro que contaba la historia de la biblioteca. Parecía muy antiguo, estaba hecho a mano, sólo con hojas de papel y un bolígrafo. Abrió el libro por una página cualquiera y empezó a leer …

“Y los que leáis esto ahora mismo, pensaréis que esta biblioteca fue cerrada porque sus dueños murieron o la quitaron porque no iba nunca nadie, o a lo mejores que hicieron una nueva. Pues no es así. Esta biblioteca fue cerrada por los horrorosos gritos que se oían en sus plantas más altas y que al anochecer vagaban por los pasillos y escaleras. Yo fui testigo de ello, y siempre me acordaré de aquellos gritos cada vez más altos y terroríficos que impregnaban el ambiente.

Estos gritos provienen de los libros que llevan sin leerse desde hace muchos años y desean ser leídos”.

María cerró el libro y desapareció por los largos pasillos.


¡Enhorabuena a Selene!

MARIO BENEDETTI, en el recuerdo (y 4)

Dos breves relatos, que tienen mucho que comentar (y a los que les sobran los comentarios):

SALVO EXCEPCIONES

En la sala repleta circuló un aire helado cuando don Luciano, con todo el peso de su prestigio y de su insobornable capacidad de juicio, al promediar su conferencia tomó aliento para decir: “Como siempre, quiero ser franco con ustedes. En este país, y salvo excepciones, mi profesión está en manos de oportunistas, de frívolos, de ineptos, de venales”.
A la mañana siguiente, su secretaria le telefoneó a las ocho: “Don Luciano, lamento molestarlo tan temprano, pero acaban de avisarme que, frente a su casa, hay como quinientas personas esperándolo”. “¿Ah, sí?”, dijo el profesor, de buen ánimo. “¿Y qué quieren?”. “Según dicen, se proponen expresarle su saludo y su admiración”. “¿Pero quiénes son?”. “No lo sé con certeza, don Luciano. Ellos dicen que son las excepciones”.


LÁZARO

Un tal Lázaro Vélez se incorporó en su tumba, se despojó lentamente de su sudario, abandonó el camposanto y empezó a caminar en dirección a su casa. A medida que iba siendo reconocido, los vecinos se acercaban a abrazarlo, le daban ropas para que cubriera su desnudez, lo felicitaban, le palmeaban la espalda huesuda.
Sin embargo, a medida que la voz se fue corriendo, la bienvenida ya no fue tan cálida. Un hombre que había ocupado su vacante en la sucursal de Correos, le increpó duramente: «Tu regreso no me alegra. Vas a reclamar tu puesto y quizá te lo den. O sea que yo me quedaré en la calle. Recuerda que en mi casa tengo cinco bocas para alimentar. Prefiero que te vayas. »
La viuda de Lázaro Vélez, que, pasado un tiempo prudencial, se había vuelto a casar, le incriminó: «¿Y ahora qué? ¿Acaso pretendes que me condenen por bígama? Si quieres que sea feliz, desaparece de mi vida, por favor. »
Un sobrino, que en su momento había heredado sus cuatro vacas y sus seis ovejas, le reprochó airado: «No pretenderás que te devuelva lo que ahora es legalmente mío. Vete, viejo, y no molestes más.»
Lázaro Vélez resolvió no seguir avanzando. Más bien comenzó a retroceder, y a medida que desandaba el camino se iba despojando de las ropas que al principio le habían brindado.
Por fin, un viejo amigo que lo reconoció y no le reprochó nada (quizá porque nada tenía) se acercó a preguntarle: «Y ahora, ¿a dónde irás?» Y Lázaro Vélez respondió: «A recuperar mi sudario.»