viernes, 28 de febrero de 2014

POESÍA. "Víspera de viernes". Lara Moreno (Sevilla, 1978)

Lara Moreno

Víspera de viernes

La luz de una vela y un gemido antes de la mañana.

Un gemido para cada grieta del aire cuando la luz traspasa firmamentos delgados como músculos del pie.

El pie sube, se agarra a la pared de piedra.

Hay señales.

Contrapuertas secretas para este mundo nuevo que habitamos.

Dijimos una vez: basta.

El pie tiembla; es la luz de las farolas de la niebla que preguntan por el día siguiente.

Siente la piel el fuego de la llama y no se retuerce al pensarlo.

Lo dijimos una vez: no importa el dolor.

Quiero que vengas antes que la noche, puedes aparecer desvencijado, hecho un cúmulo de malas intenciones.

Recogeré tus huesos uno a uno, caricias para un náufrago.

El pie tropieza, es carne fresca lo que ha encontrado.

Tiene un sentido doble tu presencia: la hora del amor y del ahorcado.

La cuerda un epicentro en la batalla, toque de queda y gritos, sabes que guardo el sexo en la garganta.

Tiempo de vivos.

Esas palabras tuyas, las de la isla, miramos tanto al mar que nos volvimos mudos de hacer calor, tiernos de espanto.

Yo sé que allí nos vimos, nos encontramos.

Ahora es otra cosa.

Todo en tu mano.

PRENSA. Viñeta de EL ROTO

   En "El País" (17 febrero 2014):

PRENSA CULTURAL. "Italo Calvino, al galope del hipogrifo"

   En "El País":

Italo Calvino, al galope del hipogrifo

La narración del escritor italiano sobre el “Orlando furioso” de Ariosto permite volver sobre un clásico en la versión de un autor imprescindible

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El escritor Italo Calvino, del libro 'Por qué leer a los clásicos' (Siruela).
“El [Orlando] Furioso es un libro único en su género y puede –casi diría que debe- ser leído sin referencia a ningún libro precedente ni posterior; es un universo en sí en el que es posible viajar a lo largo y a lo ancho, entrar, salir, extraviarse”. Esta esclarecedora afirmación de Italo Calvino en la presentación (verdadero y erudito estudio preliminar) de su Orlando furioso narrado en prosa del poema de Ludovico Ariosto, editado ahora como el volumen 32 de la Biblioteca Calvino de la Editorial Siruela (Madrid, 2014), pone en situación al lector sobre esa monumental obra lírica. La traducción del italiano es la ya conocida de Aurora Bernárdez y Mario Muchnik, mientras todos los fragmentos de versos originales de Ariosto incluidos en el texto proceden de la traducción al castellano de Juan de la Pezuela, publicada en 1883, y según una nota previa de Siruela, fue una elección aprobada por el propio Italo Calvino; la misma nota aclara que la presente edición contiene materiales ausentes de la primera italiana (Einaudi). El Orlando furioso de Ariosto no solamente era la obra preferida y de cabecera de Calvino, sino que con el tiempo se convirtió en una especie de obsesión creativa y referencial. Probablemente encontraba en el monumental poema vínculos, vasos comunicantes secretos, ligazones mágicas con su propio imaginario y que pueden rastrearse en el resto de la obra de este prolífico, sorprendente y no pocas veces enigmático escritor, sin duda, uno de los grandes del siglo XX. Adentrarse en el Orlando furioso más que como un intruso pareciendo un reverente asombrado, hace del texto de Calvino una experiencia que puede compaginarse con la lectura del original de Ariosto, y que pueden emprenderse antes o después de hincarle el diente al original, tarea compleja y que tiene sus riesgos. Otras palabras de Calvino (que a la vez se recogen en las tapas de esta cuidada edición) acerca de Ariosto colocan al nuevo lector en la senda trillada: “El poema sale de sí mismo, se define por medio de sus destinatarios; y a su vez es el poema mismo que sirve como definición o emblema de la sociedad de sus lectores presentes y futuros, de la totalidad de las personas que participaron en su juego y que en él se reconocerán”.

En la prosa de Calvino hay una subyacente poesía propia que si bien tiene su fuente troncal en las octavas de Ariosto, va más allá, acerca al lector moderno a un teatro paralelo y quizás atemporal, como el que dibujan y sellan gráficamente las ilustraciones de Gustavo Doré
Paladines enamorados, reyes guerreros, doncellas encantadas por fuentes mágicas, encuentros fantásticos, florestas animadas por ninfas evanescentes y animales míticos transitan casi coreográficamente por la narración de Calvino, y a la vez, puede recordarse que hay un antecedente parcial a Calvino (y que probablemente conocía) que es la versión en prosa de Francisco de Orellana, también editada en 1883, como la traducción de Juan de la Pezuela. En la prosa de Calvino hay una subyacente poesía propia que si bien tiene su fuente troncal en las octavas de Ariosto, va más allá, acerca al lector moderno a un teatro paralelo y quizás atemporal, como el que dibujan y sellan gráficamente las ilustraciones de Gustavo Doré (una de ellas se usa en la portada de Siruela), la última de sus grandes obras ilustradas, comparable a las que hizo de El paraíso perdido de Milton, el Don Quijote de Cervantes o La divina comedia de Dante.
Italo Calvino nació en Santiago de las Vegas, en el occidente de la isla de Cuba y cerca de La Habana el 15 de octubre de 1923, pero ya en 1925, con le niño Italo de apenas dos añitos, la familia regresó a Italia; su padre era un ingeniero agrónomo que había ido a trabajar a la isla caribeña. De tal modo, poco de esencial cultura criolla habrá en el futuro escritor, en cuya formación fueron decisivos dos encuentros de juventud: el de Cesare Pavese y el de Elio Vittorini, y es precisamente Vittorini quien le sugiere que se deje de las mandangas de la literatura social y comprometida y se adentre en aquello donde ya afloraba su verdadero talento: en lo fantástico, desde donde será capaz de tejer más de una metáfora sobre el hombre contemporáneo. Italo Calvino vuelve a Cuba en 1964 atraído por los cantos de sirena de la revolución castrista y la figura mítica de Ernesto Che Guevara, con quien llegó a encontrarse; en ese viaje, visitó la casa de su primera infancia en Santiago de las Vegas.
Orlando furioso. Narrado en prosa del poema de Ludovico Ariosto.Italo Calvino. Traducción de Aurora Bernárdez y Mario Muchnik. Editorial Siruela. 170 páginas.

PRENSA CULTURAL. "Mainer reivindica la literatura española del medievo y del XVIII"

   En "El País":

Mainer reivindica la literatura española del medievo y del XVIII

El catedrático escribe la 'Historia mínima de la literatura española' como un relato que muestra el rumbo tomado por la escritura y la historia del país en ocho siglos

En este "presente incierto y vivaz" encajan dentro del hilo argumental narradores como Javier Marías, poetas como José Manuel Caballero, ensayistas como Fernando Savater y dramaturgos como Juan Mayorga

Entre los más jóvenes están narradores como Ray Loriga y poetas como Juan Antonio González Iglesias

Millones de palabras en 50.000 palabras. Infinitas páginas en 201 páginas. Centenares de nombres de escritores, temas, corrientes y tendencias en nueve capítulos. 800 años de creación literaria para leer en unas... cuatro horas. Millares de libros asomados en un libro: Historia mínima de la literatura española (Turner), de José-Carlos Mainer. Un ensayo que se lee como un relato de la creación literaria en España y de la vida del país en el cual destacan las luces reivindicadoras que lanza sobre periodos más o menos eclipsados por la Historia oficial y el imaginario colectivo, como son la Edad Media y el siglo XVIII, mientras arriesga con el presente.

No se trata de un canon sino de una especie de vademécum, una guía para facilitar una lectura razonada de las letras españolas que recoge los cambios producidos a lo largo de su historia
¿Qué hay entre las jarchas de la Edad Media, pasando por el Cantar de mio Cid y José Ángel Mañas? Son el comienzo y el penúltimo nudo de un hilo literario de ocho siglos unido por la misma lengua. Mainer (Zaragoza, 1944) ha creado una narración ágil que empieza con una reflexión sobre qué es la literatura y su función, salta de inmediato a los orígenes de esta historia con las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar y termina, por ahora, con las corrientes y temas de la creación literaria más contemporánea: la presencia de la Guerra Civil, el auge de la autoficción, la mezcla de novela y ensayo, la vuelta del tono más personal en la escritura, la autobiografía y la generación del desencanto hasta llegar a la literatura del desasosiego desencadenada en esta década.
“No se trata de un canon sino de una especie de vademécum, una guía para facilitar una lectura razonada de las letras españolas que recoge los cambios producidos a lo largo de su historia”, explica el catedrático. El libro reivindica y hace justicia sobre momentos desdeñados o reprobados por estudios tradicionales y se une a una corriente intelectual que reconoce los valores y aportaciones a la humanidad y a las artes de épocas como la Edad Media (entre los siglos V y XV) y el siglo XVIII, en el caso concreto de España. Si la Edad Media no existiera, aclara Mainer, el mundo moderno no existiría, “los grandes cambios que se viven después vienen de allí en muchos órdenes, incluida la vida intelectual”. Un periodo que aún se ve oscuro e improductivo a pesar de que los románticos fueron de los primeros en empezar a iluminar aquellos mil años.
El siglo XVIII en España es singular. Atrapado entre el esplendor del Siglo de Oro y su estela y la literatura del XIX. Se ve como una especie de paréntesis estéril cuya idea Mainer borra. Lamenta que haya habido “una especie de repugnancia política venida en parte por Menéndez Pelayo. O sea visto como el siglo traidor y de influencias externas venidas, por ejemplo, de Francia”. Cuando la verdad es que, agrega el catedrático, si se dejan de lado ideologías y prejuicios, es allí donde se cuajan varios cambios y en la literatura se producen obras de alto valor. Ahí están, recuerda, los autos sacramentales y "figuras admirables" como el poeta Juan Meléndez Valdés o los dramaturgos y poetas Nicasio Álvarez de Cienfuegos y Leandro Fernández de Moratín, con piezas como El sí de las niñas.

El siglo XVIII es importante, ahí están los autos sacramentales y "figuras admirables" como  Meléndez Valdés, Álvarez de Cienfuegos y  Moratín
Se trata de un ensayo que se lee como un relato escrito casi de un tirón y de manera lineal del que solo una cosa hubiera preferido no escribir José-Carlos Mainer: de sus coetáneos. Pero el formato de esta colección de Turner lo exigía: recordar el origen de la literatura en español y cerrar con el pulso actual. “Un presente incierto y vivaz”, es el subtítulo del último capítulo del libro para referirse al periodo posterior a la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. Sus claves, afirma Mainer, son la “nueva concepción de la cultura” que modifica el panorama desde el propio germen hasta su divulgación y promoción. Un segundo aspecto es el nuevo enfoque de una escritura más creativa, literaria y autónoma. Una herencia del periodo justo anterior donde se empieza a vivir o a recuperar un cierto exhibicionismo, como se aprecia, por ejemplo en los Novísimos, que dejó sobre el periodo anterior “la sensación de que se había hecho una literatura fracasada”.
Siempre es más difícil valorar la creación contemporánea porque no se sabe qué dirá el tiempo, asegura Mainer. Pero aceptó el reto. No como un diccionario ni una lista de nombres ni de obras, sino dentro del hilo argumental del relato que empezó en la Edad Media. Entre los autores contemporáneos presentes en dicha línea argumental de Historia mínima de la literatura española figuran Fernando Savater, Javier Marías, José Manuel Caballero Bonald, Ana María Matute, Juan Marsé, Antonio Muñoz Molina, Antonio Gamoneda, Cristina Fernández Cubas, Juan Eduardo Zúñiga, Enrique Vila-Matas, Álvaro Pombo, Luis Mateo Díez, Eduardo Mendoza, Juan y Luis Goytisolo, Francisco Brines, Félix de Azúa, Rafael Chirbes, Pere Gimferrer, José María Merino, Antonio Colinas, Juan José Millás, Almudena Grandes, Andrés Trapiello, Ignacio Martínez de Pisón, Luis Landero, Jon Juaristi y Fernando Aramburu. De las últimas generaciones figuran autores como Juan Antonio González Iglesias, Ray Loriga, Isaac Rosa, y José Ángel Mañas, el más joven de todos.
Como siempre, el problema no son las presencias sino las ausencias. Una de ellas es la de autores como Arturo Pérez-Reverte que no encajaba dentro de la estructura de corrientes o temáticas más características del momento. "Él y todos los demás que no aparecen en el libro, al igual que otras tendencias literarias", añade Mainer, "deben sentirse incluidos porque la idea del volumen es la de un presente incierto, abierto". Siempre en construcción.
Este es el penúltimo acercamiento que José-Carlos Mainer hace a este tema. En 2010 fue el coordinador de los nueve tomos de la monumental Historia de la literatura española, editado por Crítica, un compendio de 6.500 páginas desde la Edad Media hasta hoy.

jueves, 27 de febrero de 2014

POESÍA. "Por la radio no hay luto...". Lara Moreno (Sevilla, 1978)

Lara Moreno

Por la radio no hay luto para nadie por supuesto
Atentado en Marrakech cinco millones de parados boda real en Londres nuevos duques de Cambridge todo junto
Un día nublado como hoy un día que podría ser soleado un día pesado como hoy
Está todo tan bien
El barril de gasóleo
Tan bien
Tan facilito todo
Yo tomé café en aquella plaza una mañana después de que me timaran por primera vez en ese país, me sentía extranjera y humillada,
me sentía feliz,
tomé café en aquella plaza mirando el bullicio (el verdadero bullicio)
Está todo tan bien aquí
El embarazo humano es la cosa más larga del mundo
Bueno no tan larga como el desamor y la enfermedad
En el pequeño planeta donde vivo tengo motivos para estar contenta
Porque duermo con el hombre de los ojos más hermosos
Y porque me besa
En el pequeño planeta también escucho las noticias y sé que la alta tecnología, el azar y los conocimientos adquiridos a través de las redes sociales (esa desidia) no nos librarán de tomar café una mañana en la plaza adecuada
En el momento adecuado
No nos librarán

Qué te habías creído

Mientras
Una tormenta tras otra

Y los árboles

PRENSA. Viñeta de Forges

   En "El País" (26 febrero 2014):

PRENSA. Sobre la mortalidad infantil

   En "El País":
INFORME SAVE THE CHILDREN

Donde no se sobrevive ni un día

Un millón de niños murieron en 2012 durante las primeras las 24 horas tras el nacimiento

La mortalidad infantil antes de cumplir los cinco años se ha reducido a la mitad desde 1990


Un bebé de seis días durante su primer chequeo médico en una clínica de Save the Children en Bangladesh.
“He parido seis hijos. Todos ellos nacieron en casa sin que hubiera un doctor. Tres de mis niños murieron una semana después de nacer porque no recibieron asistencia médica. Sabemos que fallecieron por esa falta de asistencia, pero ¿qué podíamos hacer si no podíamos pagar ir al médico? Es terrible. Sabíamos que teníamos que ir pero no podíamos. Y no soy la única madre que ha perdido a sus hijos, hay otras muchas como yo”, relata Shefali, que vive en un pueblo en Bangladesh, a seis horas a pie del centro médico más cercano a su casa, en el informe de Save the Children sobre mortalidad infantil publicado este martes.
La historia de Shefali es la de miles de mujeres en el mundo que ven cómo sus bebés no sobreviven a los primeros (y sus únicos) días de vida por causas en su mayoría evitables con la ayuda de personal cualificado como médicos, enfermeras o matronas. Según el documento de Save the Children Acabar con la mortalidad Infantil, un millón de niños murieron en 2012 en las primeras 24 horas tras el nacimiento; una cifra que se eleva a 2,9 millones si contamos los que no superan los primeros 28 días.

Los 10 países donde es más difícil sobrevivir al primer día

  1. Pakistan: 15 de cada 1000 bebés mueren en su primer (y único) día de vida. 26,4 de cada 1000 mueren durante el parto.
  2. Nigeria: 14 de cada 1000 mueren en su primer día y 19,4 durante el parto.
  3. Sierra Leona: 18 de cada 1000 mueren en su primer día y 13,9 durante el parto.
  4. Somalia: 16 de cada mil mueren en su primer día y 14 durante el parto.
  5. Guinea Bissau: 16 de cada mil mueren en su primer día y 13,7 durante el parto.
  6. Afganistán: 13 de cada mil mueren en su primer día y 16,6 durante el parto.
  7. Bangladesh: 9 de cada mil mueren en su primer día y 20,6 durante el parto.
  8. República Democrática del Congo: 15 de cada mil mueren en su primer día y 13,3 durante el parto.
  9. Leshoto: 16 de cada mil mueren en su primer día y 11,8 durante el parto.
  10. Angola: 16 de cada mil mueren en el primer día y 11,7 durante el parto.
El mundo “ha progresado considerablemente”, pese a los abultados datos, en cuando a la reducción de la mortalidad infantil,indica la ONG. Mientras que en 1990, 12,6 millones de menores morían antes de cumplir los cinco años, en 2012 esta cifra había caído a la mitad (6,6 millones). “Esta reducción se ha producido gracias a programas de inmunización contra enfermedades, la planificación familiar, programas nutricionales y también a la mejora de las economías en países en vías de desarrollo”, señala el documento.
La cifra podría ser mucho mejor, según la organización, si las mujeres recibieran asistencia especializada y profesional durante el embarazo y el parto. En el mundo, 40 millones de mujeres al año dan a luz sin ayuda de personal preparado. De ellas, dos millones aseguran que estaban completamente solas durante el alumbramiento, la mayoría en África subsahariana –donde el 51% de los partos se producen sin ningún tipo de atención médica– y en el sureste asiático (41%). Con la intervención de personal cualificado se evitarían el 45% de las muertes de bebés durante el parto y el 43% de los fallecimientos en el primer día, asegura la ONG.
Un ejemplo de ello es la historia de Rose, de República Democrática del Congo. Tuvo a su bebé en una clínica que está cerca de su casa y a la que pudo llegar a pie cuando comenzó a tener contracciones. Tuvo un parto largo y el bebé no respiraba, pero las enfermeras lograron reanimarle. “Me hizo muy feliz cuando vi que mi hijo estaba vivo. Tuve suerte, pero otras mujeres en mi país no la tienen”, relata Rose en el documento de Save the Children.
Las principales causas de las muertes prematuras se producen por complicaciones que se podrían evitar o salvar con asistencia médica, pero en países como Guinea, Níger, Sierra Leona o Somalia cuentan con menos de dos personas con cualificación para la atención durante el alumbramiento (doctoras, enfermeras o matronas) por cada 10.000 habitantes. Son muy pocas teniendo en cuenta que se considera crítico cuando hay menos de 23.
Las principales causas de mortalidad infantil en los primeros días de vida son complicaciones derivadas de partos prematuros (34%), muchas prevenibles con suplementos alimenticios –ya que la malnutrición materna crea propensión a tener niños con bajo peso y débiles– y un seguimiento prenatal; problemas durante el nacimiento aun completados los nueve meses de embarazo, como la asfixia del bebé, que provocan el 24% de las muertes; seguidas de infecciones, muchas prevenibles con prácticas seguras e higiénicas durante el alumbramiento.
Los niños no son las únicas víctimas. La mortalidad materna durante el parto también es muy elevada en países donde las mujeres tienen los hijos sin ayuda médica. Derese, un granjero de Etiopía lo sabe bien. Su mujer murió hace pocos meses mientras daba a luz a su décimo hijo (aunque solo cinco siguen vivos). “Si pudierais ver mi interior, veríais el fuego que me quema. Sé que es porque soy pobre y no tengo dinero por lo que no pude salvar a mi mujer. Siempre que pienso en ella me siento culpable”, asegura.

La mortalidad infantil en datos

  • 2 millones: el número de niños que podrían ser salvados al con programas de prevención de mortalidad infantil
  • 1 millón: el número de bebés que no sobrevivieron al primer día de vida
  • 2,9 millones: el número de niños que murieron con menos de 28 días de vida. El número de muertes in en este periódo es cuatro veces superior en África que en Europa
  • 6,6 millones de niños fallecieron antes de cumplir los cinco años en 2012, la mitad que hace dos décadas (1990).
  • 40 millones de mujeres paren sin la ayuda de personal cualificado (médicos, enfermeros o matronas)
  • 2 millones de mujeres aseguraron en 2012 haber dado a luz solas, sin ninguna compañía

"Un millón de bebés muere cada año en su primer día de vida"

Un millón de bebés muere cada año en su primer día de vida

En 2012, 2,9 millones de bebés murieron en sus primeros 28 días de vida en todo el mundo. De ellos, 1 millón perdió la vida en las primeras 24 horas.

25/02/2014. Las primeras 24 horas de la vida de un niño son las más peligrosas. Según nuestro último informe, más de un millón de bebés muere cada año en su primer día de vida.

El informe Ending newborn deaths (Acabar con las muertes de recién nacidos) afirma que la mitad de las muertes que se producen en el primer día de vida se podrían evitar si la madre y el bebé tuvieran acceso a una atención sanitaria gratuita y fueran atendidos por personal cualificado.

Las principales causas de las muertes que se producen en las primeras 24 horas son los nacimientos prematuros y las complicaciones durante el parto, que se podrían evitar si fueran atendidos por personal experto. A esta alarmante cifra se suman 1,2 millones de niños más que nacen sin vida cada año, su corazón deja de latir durante el parto por complicaciones, infecciones de la madre o hipertensión.

Por eso estamos pidiendo a los líderes mundiales que se comprometan con un plan de acción centrado en formar y equipar a suficiente personal cualificado para que ningún bebé nazca sin la ayuda que necesita. También es necesario que se elimine cualquier coste relacionado con el embarazo y el parto.

El mundo ha logrado importantes avances en la reducción de la mortalidad infantil en la última década, que ha disminuido de 12 a 6,6 millones de muertes al año, gracias a planes de vacunación, tratamientos para la neumonía, la diarrea, la malaria, planificación familiar y programas de nutrición.

Pero este progreso podría estancarse si no se ponen en marcha medidas urgentes para acabar con el número de muertes infantiles que se producen cada año. Nuestro informe alerta de que las muertes de recién nacidos son ya casi la mitad de todas las muertes de niños y niñas menores de cinco años.

“El primer día de vida de un niño o niña es el más peligroso y demasiadas madres dan a luz solas en el suelo de sus casas o en el campo sin la atención médica que puede salvar la vida de su hijo. Nos llegan historias horribles, que con mucha frecuencia tienen un final trágico, sobre madres que tienen que caminar horas cuando van a dar a luz para encontrar personal capacitado. Muchas de estas muertes podrían evitarse si simplemente hubiese alguien cerca que se asegurarse de que el parto transcurre de forma segura y que sepa cómo actuar ante una emergencia”, explica David del Campo, Responsable de Cooperación al desarrollo y Ayuda humanitaria de Save the Children.

Cada año dan a luz 40 millones de mujeres sin la ayuda de personal capacitado. En Etiopía, solo el 10 % de los nacimientos cuenta con la ayuda de profesionales, mientras que en algunas zonas rurales de Afganistán hay solamente una matrona por cada 10.000 habitantes.



En países como República Democrática del Congo o República Centroafricana, algunas madres tienen que pagar para recibir atención materna de emergencia, que suele costar el equivalente a lo que se gastan al mes en comida. Se han denunciado casos en los que a las madres se las tiene retenidas durante meses hasta que pagan la cesárea.

“Estas nuevas estadísticas revelan la verdadera magnitud del problema de las muertes neonatales. Todos conocemos las soluciones, pero hace falta un mayor compromiso político para dar a los bebés la oportunidad de llegar al segundo día de vida. Sin un plan de acción específico, se frenará el progreso alcanzado”, añade del Campo.

Desde Save the Children pedimos a los líderes mundiales, a los donantes y al sector privado que se comprometan a acabar con las muertes neonatales prevenibles en 2014:

• Que emitan una declaración determinante y responsable para acabar con la mortalidad neonatal prevenible, salvando así 2 millones de vidas de recién nacidos por año.
• Que se aseguren de que para 2025 cada nacimiento sea atendido por personal sanitario cualificado y equipado que realice intervenciones de atención básica.
• Que aumenten el gasto sanitario al menos al nivel mínimo establecido por la OMS de 60 dólares por persona.
• Que eliminen las tarifas para acceder a cualquier servicio de salud materna, neonatal e infantil, incluida la atención obstétrica de emergencia.
• Que el sector privado, incluidas las empresas farmacéuticas, ayude a cubrir las necesidades latentes, desarrollando soluciones innovadoras y aumentando la disponibilidad de productos sanitarios nuevos y existentes para madres, recién nacidos y niños y niñas que se encuentran en mayor situación de pobreza.

Algunos datos:

• 6,6 millones de niños menores de cinco años perdieron la vida en 2012, la mayoría por causas que se pueden evitar.
• En África Subsahariana, el 51% de los partos no son atendidos por una matrona o un profesional cualificado. En el Sudeste asiático, un 41%.
• 40 millones de madres en todo el mundo dan a luz sin ayuda de profesionales sanitarios. 2 millones afirman haber dado a luz completamente solas.
• En áreas rurales de los países menos desarrollados, el porcentaje de partos atendidos por profesionales cualificados es de un 40%, en las zonas urbanas es de un 76%.
• Se calcula que en todo el mundo faltan 7,2 millones de matronas, enfermeros y médicos.