Irving Layton
Estética crueldadSe habían soltado sus cuellos de las SS,
los oficiales austríacos
mandaron traer a los niños
judíos al comedor de oficiales
en grupos de a siete.
Sonrisas, afectuosos golpecitos
en la espalda suavizaron las caras de los niños;
regalos de muñecas, trenes de juguete...
Algunos de los más jóvenes oficiales
están claramente emocionados.
Cuando el último resquicio de sospecha
se apaga, los oficiales de súbito
echan mano a sus revólveres
y comienzan a disparar.
Luego llaman al siguiente grupo...
y al siguiente... y al siguiente...
Del libro FORNALUTX, de Bassarai ediciones. Traducción de José Carte Rípodas.
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