martes, 26 de octubre de 2010

PRENSA. Refranes y viajes (8). París

En El viajero, suplemento de "El País", por Paco Nadal:

Una frase o expresión que tiene forma fija, sentido figurado y es de uso común por la mayoría de hablantes de una comunidad lingüística. Así definen los diccionarios una frase hecha. Hay miles en español, muchas con referencias a topónimos nacionales e internacionales. Proponemos un viaje alrededor del mundo saltando de tópico en tópico: el lujo es casi siempre asiático (en ocasiones, persa); la tortura, china; las cosas lejanas aparecen misteriosamente en Sebastopol; Castilla es ancha, y lo dubitativo vive entre Pinto y Valdemoro. Despegamos hacia algunos de los destinos más socorridos del diccionario de frases hechas.

8 París bien vale una misa
(Se utiliza cuando para conseguir una meta o alcanzar un objetivo debemos de renunciar a algo muy esencial, aunque el fin a conseguir merece la pena)

La celebérrima frase, todo un compendio de pragmatismo, se debe a Enrique de Navarra, posteriormente Enrique IV de Francia, el Buen Rey, uno de los monarcas más queridos y que más hizo por el pueblo en el país vecino, cuyo ascenso al trono, vida y muerte estuvieron marcados, sin embargo, por las matanzas y traiciones dentro de las guerras de religión del siglo XVI entre católicos y hugonotes (protestantes). Tras muchas vicisitudes, Enrique fue propuesto para reinar en Francia, pero con la condición de que abjurara de su fe protestante y se convirtiera al catolicismo. "París bien vale una misa", dicen que dijo antes de entrar, el 22 de marzo de 1594, en la capital francesa, aceptando la condición por puro realismo.
Enrique fue coronado como primer rey Borbón de Francia en la catedral de Chartres, a 80 kilómetros de París, uno de los hitos del gótico francés y ejemplo a seguir más tarde por otras catedrales como la de Reims o Amiens. Pero gobernó desde París hasta su asesinato en 1610 a mano de un integrista católico. Ser rey era un deporte de riesgo en aquella época, incluso en la bella e intensa París.
El viajero de hoy aún puede coincidir en la capital francesa con algunos de los edificios y espacios urbanos que vio, y a buen seguro frecuentó, el Buen Rey durante sus 16 años de reinado. Para empezar, el palacio del Louvre, cuya mejora y primera gran ampliación fue obra suya. A Enrique IV le debemos también la plaza des Vosges, una de las más bellas de París, inaugurada en 1605. En tiempos de Enrique estaban terminadas muchas iglesias de las que ahora aparecen en las guías de viaje. La catedral de Notre Dame, por supuesto, pero también St. Severin y St. Jacques, en la que se reunían los peregrinos a Compostela (el templo desapareció y hoy solo nos queda la torre). La iglesia de St. Eustache estaría aún en obras y ya se daban clases en La Sorbona, como antes se dieron en St-Julien-le-Pauvre.

DATOS PRÁCTICOS
Easyjet (www.easyjet.com ) y Vueling (www.vueling.com ) vuelan desde Barcelona a partir de 120 euros. Las mismas compañías de bajo coste, además de Ryanair (www.ryanair.com ), conectan también Madrid con la capital francesa a partir de 99,99 euros.

Oficina de turismo de Francia en España (807 11 71 81; coste, 0,35 euros/min; http://es.franceguide.com ).

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