miércoles, 20 de octubre de 2010

PRENSA. Refranes y viajes (2). Potosí (Bolivia)

En El viajero, suplemento de "El País", por Paco Nadal:

Una frase o expresión que tiene forma fija, sentido figurado y es de uso común por la mayoría de hablantes de una comunidad lingüística. Así definen los diccionarios una frase hecha. Hay miles en español, muchas con referencias a topónimos nacionales e internacionales. Proponemos un viaje alrededor del mundo saltando de tópico en tópico: el lujo es casi siempre asiático (en ocasiones, persa); la tortura, china; las cosas lejanas aparecen misteriosamente en Sebastopol; Castilla es ancha, y lo dubitativo vive entre Pinto y Valdemoro. Despegamos hacia algunos de los destinos más socorridos del diccionario de frases hechas.

2 Valer un Potosí

(Valer mucho dinero una cosa o tener en gran estima las cualidades de una persona o cosa)

Poco podían imaginar los primeros aventureros españoles que empezaron a escarbar en un cerro en el sureste de la actual Bolivia al que los indígenas incas llamaban algo parecido a Potosí que no solo iban a dar con la mayor veta de plata de la incipiente colonia, sino que el nombre del lugar pasaría a la historia como sinónimo de alto valor. Del Cerro Rico, una montaña cónica de 5.000 metros de altura que ha sido siempre el icono de la ciudad, los españoles sacaron más de 2.000 millones de onzas de plata, que en buena parte financiaron las veleidades guerreras de la corona española entre los siglos XVI y XVII. Potosí se convirtió en la ciudad más grande y próspera de Sudamérica, con 160.000 habitantes. El agotamiento de las vetas llevó a la ciudad a una decadencia casi tan grande como su ascenso. En 1825 ya solo quedaban 9.000 almas en sus calles.
Hoy Potosí es una ironía. Una ciudad de mineros pobres cuyo nombre sigue siendo sinónimo de esplendor. Los 2.000 edificios coloniales del casco antiguo fueron declarados junto con el Cerro Rico patrimonio mundial por la Unesco en 1987. Son su mayor atractivo turístico. Los viajeros caminan por ese urbanismo cuadriculado de estrechas callejuelas en torno a la plaza Mayor y el edifico de la Casa Real de la Moneda, y se hacen la idea de que han vuelto a una ciudad minera y colonial del siglo XVIII. Hay más de 80 iglesias en diferente estado de conservación, conventos, mansiones, balcones de rejería, casonas venidas a menos. Hay un colorido mercado central y un mercado minero. Y hay minas que admiten visitas.
Una ciudad imprescindible en todo viaje a Bolivia que conviene ver con calma: está a más de 4.000 metros de altitud y llena de cuestas. Paciencia... y mate de coca.

DATOS PRÁCTICOS
Potosí no tiene aeropuerto. La opción más lógica para llegar es volar primero hasta la capital boliviana, La Paz: American Airlines (www.americanairlines.es ) vuela con escala en Miami. Lan Chile (www.lan.com ) o Avianca (www.avianca.com ), con escala en dos capitales sudamericanas; los precios oscilan entre 1.000 y 1.200 euros. Desde allí hay que tomar un autobús hasta Potosí; tarda como mínimo 12 horas.
Viajes Vivencia Andina (915 48 71 90; www.vivenciaandina.com ) organiza viajes a medida a Bolivia.

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