Del cisne: el cisne tiene tal natura que, cuando ha de morir, canta tan claro, que si un hombre se le pone delante con instrumentos, se acuerda con ellos, y así se conoce que está a punto de morir.
De la víbora: la víbora, si ve a un hombre desnudo, no se atreve a mirarlo de miedo; y cuando lo ve vestido no lo precia en nada y le salta encima.
Del simio: el simio imita todo cuanto ve hacer. Cuando se lo quiere apresar, un hombre se pone en lugar que él lo vea y se calza zapatos con correas, y luego deja los zapatos y se aparta; y el simio hace lo mismo, y, cuando se ha calzado, el hombre lo apresa.
De la sirena: la sirena canta tan dulcemente que todo el que la oye va a ella y no puede evitar el dormirse, y cuando se ha dormido, ella lo mata.
Del unicornio: el unicornio es la bestia más salvaje que existe, y nadie puede enfrentarse al único cuerno que tiene en la cabeza; y le complace tanto el olor de doncella y de virginidad, que, cuando los cazadores lo quieren apresar, le ponen a su paso una virgen; y cuando la ve se duerme en su halda, y entonces es apresado.
De Historia de la literatura universal. Martín de Riquer y José María Valverde. (Ed. Planeta. Volumen 3. Pág. 278)
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