Joyce Carol Oates
Joyce Carol Oates, autorretrato del dolor
La escritora estadounidense publica su libro 'Memorias de una viuda'. 'Babelia' avanza el comienzo de un libro duro y conmovedor sobre la vida y el arte de la literatura.
WINSTON MANRIQUE SABOGAL - Madrid - 05/04/2011
"Me he mantenido viva". Ese es el primer deber mortuorio que tiene una viuda en el primer aniversario de la muerte de su marido. Así de claro y doloroso lo expresa Joyce Carol Oates en su nuevo libro en el cual recoge los pasos que vivió desde la enfermedad de su esposo hasta su fallecimiento y posterior duelo. Se titula: Memorias de una viuda (Alfaguara). Un autorretrato literario de su vida en el sentido más amplio y profundo. Babelia avanza hoy, en esta edición digital del periódico, el comienzo del libro, que llegará mañana a las librerías españolas.
La autora de títulos como Mamá o La hija del sepulturero, desnuda su alma en estas 469 páginas que van más allá de la mera descripción y narración de aquel episodio. Se mira a sí misma sin olvidar lo que hay más allá de su dolor e incertidumbre, de la realidad ajena que la circunda política, social y culturalmente. Oates (Nueva York, 1938) reconstruye con pulso firme y sereno la pesadilla vivida desde poco antes del brote de neumonía de su esposo, el editor Raymond Smith, en el invierno de 2007. A partir de ahí una sucesión de episodios que convirtieron su existencia en un mal sueño. Como entrar asustado en un túnel oscuro lentamente. Indefenso. Todo ello entrelazado con reflexiones y miradas sobre el arte de vivir y el arte de conjugar existencia y escritura. Y la ausencia. Y su presencia hecha de recuerdos y evocaciones. Ternura, dolor, ironía, desconcierto, crítica, sarcasmo, Humor, enfado, amor... y toda la gama de sensaciones, posturas y actitudes que suelen acompañar a lo largo de la vida. Una especie de manual de supervivencia y compostura.
En Memorias de una viuda, Oates transmite el latir de aquellos momentos. Levanta carta sobre la devastación y la necesidad de sobrevivir. "En esta primerísimo etapa de la viudedad -estos primeros minutos, horas, casi se podría llamar previudedad, porque la viuda no se ha enterado de lo que va a suponer vivir en un mundo en caída libre del que se ha eliminado el significado- la viuda se consuela con esos pequeños deberes y rituales; los perímetros del protocolo de la Muerte en los que...".
Una vez más, Joyce Carol Oates ofrece una clase magistral de vida y literatura que convierten estas memorias en una lectura necesaria. Pasajes en los que, como ella misma reconoce, incluso, a veces, la felicidad es dolorosa.
Primeras páginas de Memorias de una viuda
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