Francisco Onieva
Lo que veo en tus ojos
es el vacío de una ausencia,
es la luz azufrada,
detrás de la colina,
de un sol envejecido,
que agranda la alameda
y echa la llave
del horizonte.
Lo que veo en tus ojos
son las piedras heladas de las lindes,
las ramas doloridas de los álamos
-también sienten el frío-,
es el silencio
que en tus palabras se oye,
es la honda humanidad
de la luz de diciembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario