domingo, 5 de junio de 2011

POESÍA. "Tregua", de María Rosal (Fernán Núñez, Córdoba, 1961)

María Rosal

Tregua
Tregua para bañar el pensamiento, para lavarlo y perfumarlo, para  raspar la rémora de sargazos.

Tregua para quien bebe un vaso de vino y la nostalgia le obtura la garganta.

Tregua para quien pide amor y le dan una piedra de sílex. Para quien se acuesta solo y confunde su olor con el cuerpo de otro.

Tregua a los que han llevado a la plaza pública los diminutos goces del esclavo.

Para quien cabalga una jornada y encuentra una fuente y el agua es morada y sabe a besos.

Para quien tiene un arpa y la toca con los picos brunos de las golondrinas.

Tregua para la llave que intenta penetrar la alacena tapiada.
Para quien pide un beso y le dan un estuche de saliva.
Para quien abandona el hogar y sostiene su pie en páramos de
viento. Quien enciende una lumbre con los despojos del amor que insiste.

Quien ha crecido entre rastrojos y planta un olivo y todavía le asiste la esperanza.

Quien tiene la espalda plateada por el silicio amante de una lengua ausente.

Tregua para la noche abierta a la decepción y al tedio.

Tregua para dios,
                            mientras se cambia de disfraz y está desnudo.

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