martes, 11 de enero de 2011

POESÍA. CUENTO. César Martín Ortiz, en el recuerdo

César Martín Ortiz (Foto de Manolo Merino)

EL ESCRIBA DEL VIENTO
(Título sacado del poema que una amiga le escribió tras su fallecimiento)

   Ha muerto César Martín Ortiz y todos aquellos que lo conocimos estamos consternados por la noticia. Era un hombre de una extraordinaria sensibilidad; ya en la Facultad de Salamanca, a nosotros, sus compañeros, sabía cómo envolvernos en un halo mágico contándonos historias que tenían el don de dilatar y dar profundidad al tiempo. Nos hacía reír con sus ocurrencias literarias; entonces ya sabíamos que su verdadera vocación eran las palabras, tallar con fina precisión todo el mundo que logra contener una palabra, así lo hizo. Sin embargo, y a pesar de la riqueza literaria que contienen su poesía y sus cuentos, no es una persona conocida en el mundo literario -salvo en Extremadura donde eligió vivir y donde publicó parte de su obra- y no lo es porque era humilde y tímido; escribía porque tenía que hacerlo, era su destino más allá de premios y publicaciones. Ahora que ya no está con nosotros, creo es de justicia que todos aquellos amantes de la literatura podamos disfrutar del mundo que supo crear. Confío sinceramente en que alguna editorial de prestigio reconocido publique toda su obra y podamos leer esas tres novelas que aguardan, dormidas como el arpa de Bécquer, lectores que sepan arrancar los sonidos magníficos de sus páginas.
   De momento, por mi parte, pondré mi granito de arena dando a conocer su persona, escribiendo estas palabras en el blog de la biblioteca del instituto IES "Maimónides", incluyendo en él los enlaces a otros blog que han hablado de él o a algún cuento que ya esté en red. Les hablaré a mis alumnos de este escritor salmantino, les leeré algún poema, comentaremos algún cuento, ¿quién sabe? Puede que alguno de ellos haga posible que, en esta semilla que siembro ahora, germine en el futuro el reconocimiento universal de César Martín Ortiz, tan querido en “nuestro pequeño mundo”.
   Descansa en paz.
   Cristina González. Salamanca, 7 de enero de 2011

   Este es un poema de su libro Dedicatoria y despedida

Medinaceli

Iré a Medinaceli cuando el último
invierno de la vida me reclame
y, vencida mi deuda con el tiempo,
pueda cerrar mi casa, emprender viaje.

Iré a la ciudad y nuevamente
el aire azul invadirá sus calles,
la yedra roja crecerá en los muros,
un sueño y un dolor tendrá la tarde.

Sin el peso terrible del futuro,
sin versos, sin amores, sin lugares,
entonces ya podré mirar el mundo
con los ojos de un dios que nos amase.

Porque mientras exista para mí
o para cualquier hombre en cualquier parte
un vestigio de dicha, un momentáneo
aroma de perdón, eternas aves

que con su eterno vuelo nos recuerden
que es hermoso morir, que no es bastante
aceptarlo, será Medinaceli
memoria de eso, símbolo inmutable.

Volveré a ti cuando no seas piedra,
cuando a tu eternidad nada amenace,
cuando se cumpla tu destino y seas
ciudad del cielo, habitación del aire.

Aquí podemos leer Daniel, un cuento de César Martín.

Otro cuento: Los cielos de Velázquez, cielos de El Greco.

   Direcciones de Blogs donde aparecen artículos o referencias a César Martín Ortiz:

Blog de Álvaro Valverde

(Casi) Diario de José María Cumbreño

(Casi) Diario de José María Cumbreño 2

(Casi) Diario de José María Cumbreño 3

1 comentario:

aprosec dijo...

Muere el cuerpo el alma jamas
cesar ortiz anderson