lunes, 22 de septiembre de 2014

PRENSA CULTURAL. "Cinco pistas sobre Adolfo Bioy Casares". Alberto Manguel

Bioy Casares

   En "Babelia":

Adolfo Bioy Casares

Guía urgente para celebrar al escritor argentino, autor de la novela "perfecta", en su centenario

1. Un cuento. En 1944, después de publicar La invención de Morel (novela que Borges famosamente calificó de "perfecta"), Bioy escribió El perjurio de la nieve, una historia sobre el tiempo detenido, como en La Bella Durmiente. Hablando del cuento, Bioy hizo un listado de textos que trataban de este tema: el Rip Van Winkle de Washington Irving, la leyenda del emperador Barbarroja, el Huis clos de Sartre. Y agregó: “Detener el tiempo, repetir el instante sería para mí no tanto demorar la muerte, sino prorrogar la sorpresa de los primeros momentos de una pasión amorosa”.
2. Una novela. Un año después, Bioy escribió una novela quizá más profunda, más extraña, más lograda. Plan de evasión es la gran novela moderna sobre la ilusión de la libertad. Los prisioneros imaginados por Bioy, que no saben que lo son, reflejan el ilusorio libre albedrío que el universo nos permite imaginar.
3. Una confesión. "Yo escribí para que me quisieran; en parte para sobornar y, también en parte, para ser víctima de un modo interesante; para levantar un monumento a mi dolor y para convertirlo, por medio de la escritura, en un reclamo persuasivo".
4. Una lista. Una tarde de 1939, Bioy, junto con Silvina Ocampo (su mujer) y Borges, imaginó una historia acerca de un escritor cuya gran fama no coincide con su escasa obra. Después de su muerte, un joven admirador descubre una suerte de arte poética que el escritor ha compilado bajo el título "En literatura hay que evitar…". La lista incluye las precauciones siguientes:
— Las curiosidades y paradojas psicológicas: homicidas por benevolencia, suicidas por contento. ¿Quién ignora que psicológicamente todo es posible?
— Las interpretaciones muy sorprendentes de obras y de personajes. La misoginia de Don Juan, etcétera.
— Parejas de personajes burdamente disímiles: Quijote y Sancho, Sherlock Holmes y Watson.
— Diferenciación de personajes por manías. Cf.: Dickens.
— Méritos por novedades y sorpresa: Trick-stories. La busca de lo que todavía no se dijo parece tarea indigna del poeta de una sociedad culta; lectores civilizados no se alegrarán en la descortesía de la sorpresa.
— En el desarrollo de la trama, vanidosos juegos con el tiempo y con el espacio: Faulkner, Priestley, Borges, etcétera.
— El descubrimiento de que en determinada obra el verdadero protagonista es la pampa, la selva virgen, el mar, la lluvia, la plusvalía.
— La enumeración caótica.
— Poemas, situaciones, personajes con los que se identifica el lector.
— Frases de aplicabilidad general o con riesgo de convertirse en proverbios o de alcanzar la fama (son incompatibles con un discours cohérent).
— Personajes que pueden quedar como mitos.
— Metáforas en general. En particular, visuales; más particularmente, agrícolas, navales, bancarias. Véase Proust.
— Libros que fingen ser menús, álbumes, itinerarios, conciertos.
— Lo que puede sugerir ilustraciones. Lo que puede sugerir filmes.
— La vanidad, la modestia, la pederastia, la falta de pederastia, el suicidio.
5. Una frase. En su Breve diccionario del argentino exquisito(1971) puede leerse:
"El mundo atribuye sus infortunios a las conspiraciones y maquinaciones de grandes malvados. Entiendo que se subestima la estupidez".

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