viernes, 6 de febrero de 2009

PRENSA. "Luces y sombras de Susan Sontag", de Tomás Eloy Martínez

El hijo de la escritora estadounidense publica ahora los diarios íntimos de su madre.

Así comienza el artículo:

Susan Sontag dejó, al morir hace cuatro años, un caudal incontable de notas dispersas, ensayos inconclusos, anotaciones para un diario.
Su hijo, el periodista y editor David Rieff, dice que jamás recibió instrucciones sobre lo que debía hacer con esos textos. Aunque Sontag sufría un cáncer de la sangre que en general resiste a los tratamientos más avanzados, "siguió creyendo, hasta pocas semanas antes de su muerte, que iba a sobrevivir".
Dos veces antes había afrontado otras formas de cáncer y había ganado la pelea. De la primera experiencia, a los 42 años, surgieron las ideas de La enfermedad y sus metáforas (1977), uno de sus grandes ensayos.
"Amaba vivir, y tanto su sed de experiencias como sus expectativas de escritora habían aumentado con el paso del tiempo", escribió Rieff en un libro desolado, Un mar de muerte: recuerdos de un hijo. Allí cita un pasaje de los diarios juveniles de Sontag, que acaba de publicar en los Estados Unidos: "No puedo siquiera imaginar que un día dejaré de vivir".

(Fotografía de la escritora).

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