miércoles, 19 de junio de 2013

PRENSA CULTURAL. "Cien libros para ordenar el caos"

Fotomontaje de Tolo Ramón. / EL PAÍS

   En "El País":

Cien libros para ordenar el caos

Expertos de 14 países preparan una lista antes de la entronización del libro digital: un canon de la literatura occidental para las bibliotecas familiares

 Madrid 17 JUN 2013

...Homero, Woolf, Rulfo...
Orden en el caos. Jerarquización en la anarquía. Boyas en medio de un océano tempestuoso. Semáforos en la imbricación entre los mundos analógico y digital. Ideas satanizadas en los últimos tiempos en nombre de la libertad y la relativización de valores artísticos, pero que ahora quieren reivindicar para la literatura 57 expertos de 14 países. Propondrán una biblioteca de cien obras de ficción y cien de no ficción del mundo occidental que no deben faltar en las familias, en las bibliotecas de las casas. Doscientos libros que serán editados en papel antes de que el mundo digital arrincone el modelo tradicional.
...Platón, Gogol, Faulkner...
De La Biblia a García Márquez. Entre medias, como en toda lista, no sobrará ningún libro, pero sí faltarán algunos, según cada lector, de acuerdo al ejemplo de lista que presenta Miguel Ángel Garrido Gallardo, investigador del CSIC y presidente del Congreso Internacional La biblioteca de Occidente en contexto hispano, que empezó ayer y terminará el sábado en Madrid, con escala el miércoles en San Millán de La Cogolla. Un encuentro organizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), el CSIC y Cilengua; con ponentes como José- Carlos Mainer, crítico literario español y profesor de la Universidad de Zaragoza; José Manuel Sánchez Ron, académico y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid; Michel Zink, del Còllege de France en París; y Giovanni Maria Vian, de la Universidad de La Sapienza de Roma.
...Ovidio, Dante, Whitman...
¿Qué cien libros de ficción se deberían conservar en los hogares? ¿Cuáles de ciencia, filosofía, política, historia o economía? El espíritu del congreso, según Garrido Gallardo, no es crear un canon propiamente dicho, sino proponer una serie de títulos esenciales para apreciar, disfrutar y comprender la literatura y el curso de su historia inacabable. Por eso los libros que salgan de ese congreso no serán necesariamente los previsibles de un autor o de un movimiento o de una época concreta. Se trata, según Garrido Gallardo, “de mostrar la diversidad de la creación literaria a lo largo de la historia y de elegir las obras cuya lectura pueda resultar de más fácil acceso a los lectores generales, y en especial a aquellos más reticentes. Buscaremos conquistar lectores”.
...Shakespeare, Byron, Orwell...
No es atrincherarse en la nostalgia o el pasado, aclara José María Vázquez García-Peñuela, rector de la UNIR. Es recordar y aprender que nada viene de la nada, que autores como Sófocles o Lope de Vega o Proust son esenciales en la creación literaria no solo para los lectores sino, especialmente, para otros escritores porque sus lecturas les han permitido la renovación de la literatura.
...Cervantes, Brontë, James...
Es un golpe sobre la mesa en el mundo de la Red y de la sobreinformación donde todo tiende a ser valorado de la misma manera. Para Mainer, es una respuesta a la banalización del contenido de la cultura en todos los ámbitos y “peor en Internet”. Un momento en el cual con cierta frecuencia, advierte Mainer, los temas presentes o novedades creativas adquieren demasiada relevancia. A su vez, afirma, en el campo de la academia ha aumentado un tipo de demagogia a través de la cual los profesores privilegian la novedad literaria para los alumnos sobre las obras tradicionales.
...Bocaccio, Eliot, Tolstói...
Mainer reconoce que el canon es complejo, y por eso mismo esencial: “No es solo el reconocimiento de rango estético superior de una obra, sino que indica cómo ha sido el momento, reflejo de la herencia colectiva”.
...Goethe, Austen, Kafka...
No es seguro que el sábado, una vez concluya el congreso, esté la lista definitiva; lo que sí está claro, según Garrido Gallardo, es que saldrá el elenco de directrices y criterios para dicha selección. Algunas coordenadas podrían ser: una obra por autor, un libro por movimiento literario y solo entrarán títulos que tengan como mínimo 50 años, tiempo suficiente para haber decantado su valor. Para Garrido, por ejemplo, en su propuesta del realismo francés clásico no estarían ni Balzac ni Stendhal, su elección es Gustave Flaubert, y no con Madame Bovary sino con Tres cuentos.
Es la élite deselitizada.
...Plutarco, Andersen, Chéjov...
Uno de los últimos en proponer un canon occidental, y muy polémico, fue Harold Bloom. Era 1994. Bloom cree que ahora más que nunca se requieren de estos puntos de referencia porque, como dijo hace año y medio: “Esa literatura, la canónica, que parece agonizar, es fundamental conocerla si queremos aprender a oír, a ver, a pensar... A sentir...”.
...Garcilaso, Molière, Dostoievski, Ibsen, García Lorca, Guimaraes, Milton, Hamsun, Borges, Beckett, Darío...

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