lunes, 31 de marzo de 2014

POESÍA. "Epitafio para un poeta". Octavio Paz (1914-1998)

Octavio Paz

Epitafio para un poeta

Quiso cantar, cantar 
para olvidar 
su vida verdadera de mentiras 
y recordar 
su mentirosa vida de verdades.

PRENSA CULTURAL. Sobre Octavio Paz: "La poesía: profesión de fe". Clara Janés

   En "El País":

La poesía: profesión de fe

El ritmo es el esqueleto, pero es la plástica del poema lo que más llama la atención en su obra


El escritor Octavio Paz durante su época de París. / ANTONIO GÁLVEZ
“Altos muros del agua, torres altas, / aguas de pronto negras contra nada, /impenetrables, verdes, grises aguas, / aguas de pronto blancas, deslumbradas”. Muchos son los versos de Octavio Paz con una estructura análoga a la de estos. Y si seguimos leyendo el poema, en la tercera estrofa encontramos: “El resonante tigre de las aguas, / las uñas resonantes de cien tigres, / las cien manos del agua, los cien tigres / con una sola mano contra nada”. Este modo, que además de no temer la rima asonante incorpora la repetición de palabras con distintas ubicaciones y pesos, responde en primer lugar la inteligencia y el dominio de quien esto escribe. Octavio Paz, es sabido, aparece como uno de esos manantiales de luz del intelecto que ilumina todas las parcelas del acervo humano. En su poesía hace lo propio a través del mismo hecho poético. Y este se presenta, dice él, en el ritmo, la música, la metáfora, la analogía, la combinatoria... El ritmo es el esqueleto, pero es la plástica del poema lo que más llama la atención en su obra. Las palabras nos dicen algo que está más cerca de nosotros que su sentido, actúan como los colores en un cuadro.
En estas estrofas, de coger un pincel y pintar azul el “agua”, blanca la “nada” y rojo el “tigre”, tendríamos en la primera cuatro manchas azules y una blanca, y en la segunda, tres manchas rojas, dos azules y una blanca. Se diría una obra de Miró, pero también se trata de un trayecto. En la primera hallamos “muros”, “torres” e “impenetrables”, puros obstáculos, y por otro lado “aguas”, “verdes” y “deslumbradas”, que invitan a un fluir. El conjunto entero del poema se presenta como un ámbito cerrado y seductor, un laberinto visual en el que todo se resuelve en la misma contraposición de sus elementos. La maestría de Octavio Paz es esta: atraparnos liberándonos a la vez con su particular modo de empleo de los materiales.
¿Se trata de una cuestión externa? Él mismo nos contesta: “La forma que se ajusta al movimiento / no es prisión, sino piel del pensamiento”.
Hay que adivinar, pues, el pensamiento a través del aspecto y no a través del contenido de la palabra. ¿Cuál es el propósito final? Paz no diría nunca como Cirlot: “Poesía es lo que el mundo no es y no me da”. Tan culto y conocedor del mundo surrealista o esotérico como este, se halla, en cambio, en la posición contraria: será el poeta el que tome del mundo lo que quiera y lo someta a metamorfosis. Gran ensayista y pensador, el mexicano afirma: “Un poema no solo es un objeto verbal, sino que es una profesión de fe”. De hecho es el cuerpo del poema al que él da vida como “artista”, el objeto de su fe, por ello es hasta tal punto completo su logro. Y en el poema se halla el mundo entero.

El ritmo es el esqueleto, pero su plástica es lo que llama la atención
Si Mallarmé, así lo destaca Paz, veía “la poesía como máscara de la nada”, para él sería más bien "máscara de todo". Con sus libros, llámense Libertad bajo palabra, Árbol adentro, Ladera Este, Blanco o Salamandra nos sitúa ante todas las culturas de todas las épocas, desde las autóctonas mexicanas a las del Japón y de la India o a las vanguardias europeas de la primera mitad del siglo XX, sin evadir siquiera el hilo de sus propios pasos (Pasado en claro) y siempre con esa luz que es proyección del pensamiento sobre el poema de modo que atrae, de inmediato, a los ojos. Él es plenamente consciente de ello pues afirma: “La poesía / como la verdad, se ve”, y también: “La crítica del objeto prepara la resurrección de la obra de arte no como cosa que se posee, sino como presencia que se contempla”.

PRENSA. "La pobreza energética se dispara"

   En "El País":

La pobreza energética se dispara

La tasa de hogares que destinan más del 10% de su renta a pagar la luz y el gas llega al 16,6%

El 9% no puede mantener una temperatura adecuada

El número de españoles que pueden estar en riesgo de pobreza energética ha aumentado en dos millones en solo dos años. Es la conclusión más destacada que ofrece la segunda edición del estudio de referencia en España, editado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), que actualiza datos de 2010 a 2012. Según el principal indicador del informe —basado en la metodología instaurada por Reino Unido, país pionero en el análisis de este problema—, el porcentaje de hogares que tienen que destinar una cantidad desproporcionada de sus ingresos a pagar facturas de luz y gas subió en 2012 hasta el 16,6%, lo que supone unos siete millones de personas, frente al 12,4% registrado en 2010, equivalente a cinco millones. Esto se traduce en familias que pasan frío en invierno y calor en verano, viviendas con moho y humedad, cortes de suministro por impago (1,4 millones en 2012, más del doble que en 2006, según cálculos de este periódico), menos dinero para satisfacer otras necesidades básicas y, lo más grave, muertes prematuras en invierno. Hasta 7.200 fallecimientos podrían evitarse si se erradicara el problema, según el sistema de medición de la Organización Mundial de la Salud.
La culpa de este aumento la tienen sobre todo dos fenómenos paralelos: mientras los ingresos de los españoles se reducen por la crisis, el precio de la energía se dispara. La factura de la luz, principal responsable de este aumento, subió un 60% desde 2007, mientras las rentas bajaron un 8,5%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En consecuencia, los hogares deben dedicarle un porcentaje cada vez más alto de sus ingresos. De una media del 4,3% en 2007 se ha pasado al 6,5% en 2012. “Siguiendo la metodología británica, consideramos que el porcentaje empieza a ser desproporcionado cuando supera el 10%. Ahí es donde empieza el riesgo de pobreza energética porque pueden aparecer dificultades para cubrir ese gasto”, explica José Luis López, coordinador del estudio. “En este grupo podrían estar incluidas familias con altos ingresos que tienen mucho gasto energético, por lo que la cifra real de riesgo podría ser más baja, aunque no demasiado. Posiblemente en próximos análisis introduciremos algún parámetro de corrección para ser más exactos, pero en esta ocasión hemos querido mantener la metodología que usamos en la primera edición para ver la evolución”, aclara López.

Para contrarrestar el margen de error, el informe de ACA introduce un segundo indicador basado en la encuesta de condiciones de vida del INE: el 9% de los hogares españoles declaraba en 2012 no poder mantener su vivienda a una temperatura adecuada, frente al 8% que lo hizo en 2010. “Aunque se trata de un parámetro subjetivo, tiene la ventaja de que sirve para comparar con el resto de Europa porque se trata de un estudio armonizado con las estadísticas de Eurostat”, aclara López. Si se traducen los porcentajes a cifras absolutas, España es el cuarto país dentro de la UE con mayor número de personas afectadas, por detrás de Italia, Reino Unido y Polonia. De los 54 millones que aseguraron sufrir este problema en la UE, más de cuatro millones vivían en España.
Cuando ACA publicó la primera edición de este estudio, en 2012, casi nadie hablaba de pobreza energética en España. Solo la organización catalana Ecoserveis había hecho algunas exploraciones en años anteriores, aunque no tan detalladas. Pero como no deja de crecer, el problema ha acabado emergiendo hasta convertirse en objeto de movilización social (con colectivos muy activos como la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético o la Alianza contra la Pobreza Energética) y colarse de manera destacada en el debate político. En el último año se han presentado en el Congreso una moción (Izquierda Plural), dos proposiciones no de ley (Izquierda Plural y Grupo Mixto) y una proposición de ley (PSOE) con medidas para mitigar su incidencia, aunque todas han sido rechazadas por el PP, que tiene mayoría parlamentaria. Y la Defensora del Pueblo, además de advertir de la gravedad del problema en su memoria anual, ha pedido al Gobierno información transparente sobre el número y las causas de los cortes de luz.

7.200 muertes en invierno

Habitar en una vivienda con temperaturas por debajo de niveles recomendables (entre 18 y 24 grados centígrados) tiene consecuencias sobre la salud. Un estudio de la oficina regional para Europa de la OMS realizado en 2011 estima que el 30% de las muertes adicionales que se producen en los meses fríos se puede atribuir a la mala climatización de espacios interiores. En España eso se traduce, según el estudio de ACA, en 7.200 fallecimientos cada invierno.
Matthias Braubach, uno de los editores de aquel informe, subraya que este porcentaje del 30% solo es válido para cuantificar “muertes prematuras en invierno asociadas a un exceso de frío en espacios interiores, no solo viviendas sino cualquier tipo de edificio”. “Esto quiere decir que no puede aplicarse este parámetro para cuantificar directamente la tasa de mortalidad causada por la pobreza energética, pues este es un concepto más amplio que se produce todo el año”.
Las comunidades autónomas también han abordado la cuestión, pero solo Cataluña logró aprobar en diciembre un plan de mínimos que impide a las eléctricas cortar el suministro a hogares vulnerables hasta abril, aunque eso no significa que se les perdone el pago de los recibos, sino que les permite aplazarlo. Andalucía ha anunciado una fórmula parecida, pero aún no la ha concretado.
El problema, en todo caso, no se vive igual en todas las comunidades. El informe de ACA llama la atención sobre el hecho de que las regiones más afectadas no son, paradójicamente, las más frías. Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña y Extremadura registran condiciones asociadas a la pobreza energética por encima de la media nacional. En el extremo contrario están Asturias, País Vasco y Madrid, con porcentajes bajos en los dos indicadores principales. La incidencia es también mayor en zonas rurales.
Las diferencias se explican en parte porque la mayoría de las zonas más afectadas son también las que registran más paro y salarios más bajos. Pero hay otra razón de peso: la calidad de la edificación y el equipamiento de las viviendas. “En zonas más cálidas se suele construir para mantener la casa fresca y además, como hay pocos días de frío intenso, la mayoría no ve rentable instalar calefacción. Eso explica por qué en Andalucía o Cataluña hay más personas que dicen no poder mantener su casa a una temperatura adecuada”, comenta el arquitecto Albert Cuchí, que ha participado en la presentación del estudio.

La factura subió un 60% desde 2007 y las rentas bajaron un 8,5%
La mala calidad de las viviendas es precisamente el tercer factor que los expertos mencionan como causa de pobreza energética, junto a la subida de la luz y la bajada de las rentas. “La mayoría de los edificios se han construido en España sin tener en cuenta criterios de eficiencia energética. La normativa no obligaba y esto no importaba cuando los sueldos eran altos y la electricidad costaba poco. Ahora ha llegado la crisis y nos encontramos con un problema que no solo afecta a los ciudadanos en su vida cotidiana, sino a la propia deuda del país, que tiene que importar el 77% de la energía que consume. Eso supone unos 60.000 millones de euros al año”, advierte Cuchí. “Es urgente adoptar planes de rehabilitación para que el agujero no siga creciendo. Solo así podremos combatir la pobreza energética a largo plazo”, recomienda el arquitecto.
Mientras tanto, como medida a corto plazo, el estudio de ACA subraya que debe redefinirse el único mecanismo que existe en España para mitigar el problema: el bono social. Esta medida, que congeló el precio de la luz con el importe de julio de 2009 y a día de hoy ofrece a los beneficiarios en torno a un 25% de descuento sobre la tarifa regulada, se considera insuficiente porque solo subvenciona la calefacción eléctrica —cuando muchos utilizan sistemas de gas— y además los hogares que pueden solicitarlo no siempre son los más vulnerables. “El mero hecho de tener una potencia contratada inferior a tres kilovatios [uno de los criterios que se aplican para seleccionar a los beneficiarios] no indica que se trate de un hogar vulnerable. Viviendas que en muchas ocasiones están vacías, pero que mantienen dado de alta el suministro eléctrico con la potencia mínima se están beneficiando del bono social”, apunta el informe.

Las regiones más cálidas tienen más dificultades para templar las casas
La reforma del sector eléctrico aprobada el pasado diciembre prevé una modificación de los criterios para acceder al bono social, pero el Gobierno aún no ha desarrollado el reglamento. El borrador que ha trascendido mantiene los cuatro grupos de beneficiarios actuales (pensionistas, hogares con todos sus miembros en paro, familias numerosas y viviendas con potencia inferior a tres kilovatios), pero les impone unos límites máximos de renta: 10.841 euros anuales para una familia de un miembro, 17.165 para dos miembros, 21.682 para tres miembros, 26.199 para cuatro y 30.716 para cinco (se suman 4.517 por cada miembro más). Es decir, que si un hogar tiene una potencia inferior a tres kilovatios, pero supera esos umbrales de ingresos, perderá el bono con el nuevo reglamento. Y algo paradójico: los que no los superen, pero tengan más de tres kilovatios de potencia, también estarán excluidos.

viernes, 28 de marzo de 2014

POESÍA. "El pájaro". Octavio Paz (1914-1998)

Octavio Paz

El pájaro

Un silencio de aire, luz y cielo. 
En el silencio transparente 
el día reposaba: 
la transparencia del espacio 
era la transparencia del silencio. 
La inmóvil luz del cielo sosegaba 
el crecimiento de las yerbas. 
Los bichos de la tierra, entre las piedras, 
bajo la luz idéntica, eran piedras. 
El tiempo en el minuto se saciaba. 
En la quietud absorta 
se consumaba el mediodía. 

Y un pájaro cantó, delgada flecha. 
Pecho de plata herido vibró el cielo, 
se movieron las hojas, 
las yerbas despertaron... 
Y sentí que la muerte era una flecha 
que no se sabe quién dispara 
y en un abrir los ojos nos morimos.

PRENSA. Viñeta de EL ROTO

   En "El País" (15 marzo 2014):

PRENSA. "La tuberculosis no nos deja"

   En "El País":

La tuberculosis no nos deja

Ningún país está libre de la enfermedad

El hacinamiento y el VIH son los grandes aliados de la infección

El tratamiento es el mismo que hace 50 años


Kohinur Begum, enferma de tuberculosis, con su hijo frente a su casa en un suburbio de Chittagong (Bangladesh). / SAIFUL HUQ OMI (THE GLOBAL FUND)
La Dama de las Camelias es un personaje universal. La heroína romántica de Alejandro Dumas, muerta de tuberculosis, fue el retrato por excelencia de una enfermedad urbana y que se creía occidental. Pero el bacilo está en todo el mundo, y los esfuerzos no consiguen erradicarlo. A sus tradicionales aliados —pobreza, malnutrición— se sumó hace 30 años el VIH. La ciencia aportó hace 50 años un tratamiento antibiótico combinado que casi no ha evolucionado. Pesado y caro para muchos de los afectados (seis meses de medicación diaria que cuesta unos 120 euros, una cifra inasumible para gran parte de la población mundial), el abordaje farmacológico solo es eficaz si se lleva a rajatabla. Cuando empiezan los incumplimientos, se convierte en un factor incluso pernicioso: aparecen las resistencias, que necesitan más medicación y durante más tiempo (hasta dos años).
Con este escenario, los datos ante el día mundial contra la enfermedad que se conmemora este lunes no pueden ser optimistas. En el mundo, 8,6 millones de personas contrajeron tuberculosis en 2012, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto supone unos 125 casos por cada 100.000 personas. De ellos, unas 500.000 tenían ya una variante resistente al tratamiento habitual. 1,3 millones de los afectados murieron. De hecho, la tuberculosis es la enfermedad infecciosa que más muertes causa, después del VIH. Pese a todo, los esfuerzos por reducir la enfermedad parece que empiezan a arrojar sus frutos. La tasa de casos era de 150 por 100.000 en 1990, y se mantuvo estable hasta 2002. También entonces empezaron a bajar las muertes.
En Europa, los datos del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) indican un descenso del 6% anual. Pero hay miedo a que la tendencia cambie. España está en la misma línea. “Llevamos bajando un 4% en los últimos años”, dice Joan Ruiz Manzano, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). “Pero tendríamos que estar en 10 casos por 100.000, y estamos en 15 o 16, lo que nos sitúa a la cola de Europa, a los niveles de Estonia, Rumanía y Eslovaquia”. Esto arroja unos 6.000 casos al año. “Pero cada vez hay menos y se tratan mejor”, insiste el médico. El otro buen dato que Ruiz Manzano apunta es que el porcentaje de pacientes con resistencias es muy bajo, de menos del 1%, cuando la media mundial está en cerca del 6%.

Ligero retroceso

Casos. En 2012 hubo 8,6 millones de nuevos infectados por tuberculosis. En 2000 eran 9 millones. La enfermedad tiene una forma pulmonar mayoritaria, pero hay otras (pleural, visceral, cerebral).
Exposición. Un 30% de la población mundial ha estado expuesta al bacilo de la tuberculosis, pero solo una pequeña parte desarrollará la enfermedad. Suelen ser personas vulnerables, por malnutrición o inmunodeficiencia.
Contagio. Para que haya contagio hace falta una exposición cercana a la persona infectada. El bacilo se transmite por el aire.
Mortalidad. Los tratamientos actuales son muy eficaces si se siguen bien. La tasa de mortalidad está en unas 12 de cada 100.000 personas. En 2012 fueron 1,3 millones, incluyendo 320.000 que también tenían VIH.
Países. 22 países reúnen el 80% de los casos. Los asiáticos (China, India, Indonesia, Filipinas... etcétera) representan el 60% de los casos. El resto se concentra en el sur de África y Brasil.
Cuando se habla de esfuerzos por reducir la enfermedad, no se exagera. Lo saben bien el Fondo Global contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y las ONG que colaboran con él. En los suburbios de Chittagong, la segunda ciudad de Bangladesh (cuatro millones de habitantes), famosa por ser uno de los mayores cementerios de barcos del mundo —y una de las mayores fábricas textiles del planeta—, es la organización BRAC la encargada de llegar hasta el último rincón.
Concretamente en el de Tigerpass Railway Colony, que debe su nombre a que era zona de paso de tigres antes del boom demográfico, en un cubículo de cemento de unos de tres por tres metros, vive Kohinur Begum, una mujer de 25 años con su marido y su hijo. Fue diagnosticada de tuberculosis hace cinco meses. Una vecina, voluntaria de BRAC, se asegura de que tome la medicación cada día. Es algo parecido a lo que en España se conoce como tratamiento directamente observado. Los fármacos son un bien demasiado preciado como para que se malgasten.
Begum trabaja en una de las inmensas fábricas textiles del EPZ (Export Processing Zone, zona de producción para exportación) de Chittagong. Es, de alguna manera, una privilegiada. Ahí, por jornadas de 10 horas seis días a la semana (se libra los viernes, día sagrado de los musulmanes) se pueden cobrar hasta 80 o 90 euros mensuales, un buen sueldo para el país. Varias de estas factorías tienen servicios sanitarios (dos enfermeras para 3.500 trabajadores, en la que visitó EL PAÍS invitado por el Fondo Mundial) dedicadas a diagnosticar precozmente la tuberculosis y otras enfermedades. También hay un hospital dentro del complejo fabril. Es una precaución útil: un infectado podría ser un riesgo para el resto de los trabajadores. También se ocupan del seguimiento del paciente, y le facilitan —gratis— el tratamiento. Además, y eso es muy importante, no despiden a los enfermos. Esos beneficios sociales se notan en la vivienda de una sola habitación de Begum: un enorme televisor en una de las paredes demuestra que se trata de una trabajadora bien pagada. Sin embargo, ella misma admite que no habría podido hacer frente a la medicación. Con un sueldo de unos 9.000 takas bengalíes (unos 100 euros), no podría gastarse 20 euros al mes en los cuatro fármacos que debe tomar.
Este tipo de suburbios, barrios de chabolas donde se apiñan miles de personas sin servicios higiénicos y muchos sin luz eléctrica, son “la zona cero” de la tuberculosis, dice un portavoz del Fondo Mundial. Es el ejemplo de todos los factores que hacen que la infección se mantenga viva en el mundo: pobreza, hacinamiento y mala alimentación. De hecho, los voluntarios de BRAC, aparte de repartir la medicación, también dan consejos nutricionales y venden a bajo precio suplementos alimenticios, lo que les ayuda también a sobrevivir.
Aunque no se puede comparar, son las mismas condiciones que contribuyen a que la tuberculosis no se erradique (y la OMS ha llegado a vaticinar rebrotes) en Occidente. “El 40% de los casos en España se da entre los inmigrantes más pobres o que viven hacinados, no porque la traigan, sino porque la adquieren aquí”, dice el neumólogo Ruiz Manzano.
Begum, por lo menos, tiene una variante normal de la tuberculosis. En las condiciones de países como Bangladesh, eso se comprueba de forma empírica: se repite la prueba del esputo a los dos meses de empezar la medicación. Si el bacilo no se ve al microscopio, no era resistente.
Eso no le sucedió Taramina, un hombre de 55 años —más o menos, él no lo tiene muy claro— del vecino barrio de chabolas de Motijhorna. Este pescadero vivía en un pueblo, pero ha tenido que trasladarse con su mujer a la ciudad para estar cerca del hospital. “Hizo una tontería; dejó de tomar la medicación”, cuenta Akramul Islam, director asociado de BRAC. Ahora recibe una visita diaria de un enfermero que se asegura de que cumpla con la medicación. “Mi hijo se ha tenido que encargar del negocio y mi hija trabaja en una de las fábricas de la zona especial, pero aún me quedan 15 meses de estar aquí”, dice a través de una mascarilla de tela que parece casera (y de dudosa eficacia). Pese a ello, Taramina la mantiene, aunque al principio le costó usarla: le identifica como alguien con tuberculosis, una enfermedad que lleva asociado un estigma por el riesgo que supone para los vecinos (aunque este acaba a los 15 días de tratamiento). Es que, como dice Suresh Konti Chakma, en su pueblo de Joutho Khamar, en el distrito de Rangamati, al este de Bangladesh, “un dicho dice que si tienes tuberculosis es que vas a morir”. Él la superó hace cuatro años, y es, orgulloso, el último de su pueblo de 275 habitantes, un conjunto de chozas de paredes de hojas de palma entretejidas en una ladera de una zona selvática. “Ni sabía lo que era. Me han salvado la vida”.
En este cóctel de circunstancias favorables a la tuberculosis, falta uno: el sida. Pero su relación con la tisis se hace evidente cuando se ve que el 20% de los fallecido con VIH lo hicieron por tuberculosis, o cuáles son los países con mayor tasa de infectados. El primero, Suazilandia: 1.309 casos de tisis por 100.000 habitantes, y también el primero en población infectada por el VIH según Onusida, el 26,5%. El segundo, Suráfrica (y una tasa de tuberculosis de 1.003 de cada 100.000 habitantes y un 17,9% de los habitantes con VIH).
Los Objetivos del Milenio de la ONU estipulaban uno que consistía en revertir la tendencia de casos y muertes por tuberculosis. Y, en términos globales, se está cumpliendo. Pero queda mucho por hacer. Suazilandia, por ejemplo, tenía 267 casos por 100.000 habitantes en 1990. Ahora son más de 1.000. Suráfrica tenía 321. De hecho, de los 24 países con mayores tasas, solo dos, Botsuana y República Centroafricana, están reduciéndolas. Bangladesh, que no está en ese grupo, lo mantiene estable en 225 pese a todos los esfuerzos. “El problema es que en otras enfermedades endémicas como la malaria, la prevención es más médica; con la tuberculosis es más social y económica. Y ahí no podemos llegar”, dice Akramul Islam. La Dama de las Camelias va a ser lectura obligatoria para largo.

PRENSA. "Profesores a medida"

   En "El País":

Profesores a medida

Los directores de escuela catalanes podrán elegir a parte de los docentes para ajustar los perfiles a su proyecto educativo

La medida puede mejorar la calidad pero exige controles y transparencia


Una clase del centro escolar Sant Jordi del municipio de Vilassar de Dalt, en Cataluña. / JOAN SÁNCHEZ
Los directores de escuelas e institutos en Cataluña ejercerán de jefes de personal y podrán seleccionar hasta la mitad de su plantilla. El Gobierno catalán aprobó el martes un decreto que da más poder a los directores de centros educativos públicos a la hora de formar su equipo docente, de manera que podrán decidir el perfil de profesor más acorde con su proyecto educativo cuando deban cubrir las vacantes que se generen —ya sea por jubilación, enfermedad, traslado...—. La medida ha abierto una fuerte brecha que coloca a los directores y la Administración a un lado, desde el que defienden la mejora que aportará el poder elegir a los docentes más idóneos en cada caso; al otro lado se sitúan los sindicatos de profesores, que alertan de los riesgos de “enchufismo” y “amiguismo” que puede generar.

“Si un sustituto funciona, ¿por qué no renovarlo?” exige un jefe de centro
Se trata, en todo caso, de una reforma normativa pionera en España, aunque no en Europa, que rompe con la tradicional asignación de plazas a profesores interinos y sustitutos. Actualmente, este colectivo forma parte de una bolsa ordenada sobre todo por los años de experiencia, así que cuando se produce una vacante el que tiene más puntos para ser llamado es el que ha pasado más horas en el aula. El decreto catalán da un vuelco a este sistema y permite escoger a los interinos según su perfil y currículo. “Desarrollamos una nueva política de recursos humanos, de gestión del talento. En la Administración pública hay mucho talento, pero falta el principio de idoneidad, que el mejor aspirante ocupe el puesto donde más se le necesita”, justificó la consejera de Enseñanza, Irene Rigau.
Según la nueva normativa catalana, conocida como “decreto de plantillas” y que se empezará a aplicar el próximo curso, cuando se produzca una vacante el director podrá cubrirla o bien con el sistema tradicional o bien abriendo un proceso de selección. En este caso, enviará la petición a la Generalitat detallando el perfil que necesita y la Administración le propondrá una lista de 20 candidatos de la bolsa de interinos que cumplan los requisitos, sea cual sea su experiencia. El director, entonces, deberá realizar al menos tres entrevistas a aspirantes y adjudicará la plaza.

“El maestro da la calidad. Hay que coger a los mejores”, dice un director
“La calidad educativa la da el profesor en el aula, así que es importante poder seleccionar a los mejores profesores”, sentencia Juanjo Garcia, presidente de la Asociación de Directores de la Educación Pública de Cataluña. Este punto es aplaudido por los expertos y la mayoría de directores, aunque en algunos despierta recelos, como Carme Martínez, que dirige la escuela Artur Martorell de Badalona. “Una cosa es que puedan participar en la selección, pero otra muy diferente es hacerla y poner hasta nombre y apellidos”. La directora considera que “se rompe el principio de igualdad” y ello puede generar una oleada de recursos por parte de los docentes. “Muchos se preguntarán ¿y a mí por qué no me han escogido? Y esto puede ralentizar el proceso, aumentar la burocracia y crear un colapso del sistema”.
A Víctor Córdoba, profesor interino de Educación Física en una escuela de Calonge (Girona), no le gusta nada que se cambie la prioridad en el nombramiento de sustitutos. “Te pueden pasar por delante recién titulados con mención en inglés, aunque estos no tengan experiencia. Pero no todo es titulitis, un profesor también debe saber estar en clase y manejarla y eso consigue pasando horas en el aula” defiende el docente.
La medida afecta solo a los profesores interinos sustitutos, que representan un tercio del total de 64.000 docentes en activo en Cataluña —en toda España los interinos suponen el 10% del total de 664.000—, pero no a los funcionarios, que consiguen su plaza vía oposiciones. Además, existe otra limitación: los directores solo podrán utilizar este método de selección para nombrar hasta el 50% de la plantilla de su centro. Eso sí, este máximo desaparece en las escuelas con más dificultades por su tipología de alumno y ubicación en entornos depauperados.
El colegio Andersen de Vic (Barcelona) es uno de estos centros. Con un 24% del alumnado de origen extranjero, hace ocho años puso en marcha un plan de autonomía para centrar los esfuerzos en proyectos para gestionar la diversidad o fomentar la inclusión del alumnado. “Puedes tener un proyecto, pero a veces te estrellas cuando te encuentras con un profesor sin voluntad o con pocas ganas de trabajar en una línea concreta”, se queja el director Ramon Sitjà.

En Reino Unido o los países nórdicos ya se aplica la contratación abierta de docentes
Pero esta reforma hace años que mantiene a los sindicatos en pie de guerra, ya que el decreto despliega el apartado de la Ley de Educación de Cataluña de 2009 en lo referente a las competencias de los directores. Los sindicatos consideran que crea “un sistema jerárquico”, “arbitrario" en cuanto a la valoración que se hará de la entrevista personal y que fomenta el “amiguismo” y la “digitocracia”. Además, defienden que los puestos de trabajo públicos “deben ser regidos por un control, transparencia y objetividad”.
Los directores y expertos consultados admiten que el riesgo de enchufismo existe, pero contestan que solo si la nueva normativa “se sabe llevar bien funcionará” y, especialmente, si se establecen mecanismos de control y rendición de cuentas, que ya contempla el decreto catalán.
Estos mecanismos son los que aplican los países europeos que han aparcado el funcionariado y donde son los directores los que eligen el profesorado, como Reino Unido, Países Bajos o los países nórdicos, entre otros. Según explica Francesc Pedró, director de desarrollo docente y políticas educativas de la Unesco, en estos países los directores proponen una contratación y la deben justificar. La solicitud es evaluada por una junta (formada por el Gobierno local en los países nórdicos y por toda la comunidad educativa en los anglosajones), aunque también hay rendición de cuentas posterior. “El director vigila lo que hacen los profesores, pero alguien debe mirar qué hace el director”, remacha. “También hay un elemento de tradición cultural. En un país nórdico nadie entrevistaría a un pariente. Hay más cultura de la transparencia y ello reduce amiguismo y nepotismo”, añade.
“Tenemos directores que no dirigen porque no tienen mecanismos reales para gestionar los centros, profesores que no son evaluados ni rinden cuentas y un mecanismo burocrático de asignación del profesorado. Esta es una combinación que contribuye a que los centros se hunda”, resume Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid. El experto se alinea con los argumentos de la Generalitat y de los directores para defender la propuesta catalana, en tanto que permite que los directores puedan desarrollar sus planes al contar con el apoyo y la complicidad de su plantilla. “Imaginemos el caso de que un profesor quiera ir por su cuenta, dejando de lado al director. Es como si en una empresa un trabajador fuera a la suya y no siguiera las directrices de sus superiores”, ejemplifica el experto.

Los expertos piden controles para que un centro no se convierta en un cortijo
Algunos directores ven otras bondades al decreto, como el hecho de poder renovar a los interinos que ya trabajan en el centro durante el curso. “Si tienes un sustituto que funciona, que gusta a las familias, ¿por qué no vas a poder pedir que vuelva a la escuela?”, se pregunta Xavier Vidal del colegio L‘Arjau de Vilanova i la Geltrú (Barcelona). En este sentido, Ismael Palacín, presidente de la Fundación Jaume Bofill, especializado en temas educativos, apunta que una de las lacras de la escuela pública es precisamente la rotación de profesorado y considera que si se logra un buen encaje entre direcciones y docentes, se reducirá la movilidad y la rotación.
En tanto que una de las llaves del éxito del sistema está en manos del director, los expertos reclaman que estos sean profesionales bien preparados. “Un simple cambio normativo no genera en los individuos la capacidad para gestionarlo adecuadamente. Así que hay que preguntarse sobre qué capacidades y habilidades tiene el profesor” incide Francesc Pedró. Hacia la senda de la meritocracia se empezó a caminar hace una década, cuando los directores dejaron de ser elegidos por el claustro del profesorado a participar en un concurso de méritos abierto a docentes de otros centros. El proceso incluye la presentación del proyecto educativo por parte del candidato, que es valorado y votado por una comisión formada por la inspección, docentes, la Administración y miembros del Consejo Escolar. 
Este sistema, que a priori presenta muchas bondades fracasó en la Comunidad de Madrid, donde la Administración tenía mayoría en dichas comisiones de valoración. José Antonio Martínez, presidente de la Asociación Estatal de Directores de Instituto pone este caso como ejemplo para alertar de que toda medida con buena intención puede convertirse en un arma de doble filo. “El proceso debe ser muy transparente. No puede ser que a un centro llegue un director y haga su cortijo”, sentencia.