| La tierra tiene a veces sabor a negra harina, | | |
| a humo de otro tiempo, en donde hay sumergidos | | |
| seres como harapos, amantes solitarios, dioses | | |
| que extienden por el mundo su malsana tarea. | | |
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| Los muertos andan siempre sobre campos regados | | |
| con lágrimas de aceite y ceniza morada, viven | | |
| sus fríos laberintos de lluvia y fina escarcha | | |
| sentados sobre un mar que nace del olvido. | | |
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| Así dejan los días su pan de niebla y fuego | | |
| sobre los cuerpos rotos de los viejos amantes, | | |
| mientras en sus cinturas se alimenta una garra | | |
| que todo lo transforma en sudor para la muerte. |
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