jueves, 28 de febrero de 2013

POESÍA. "Por el mundo adelante", de Carmen Martín Gaite (1925-2000)

Carmen Martín Gaite


Por el mundo adelante

Me atrapa como un pulpo
el color ya sabido de las cosas,
me asfixian mis sonrisas,
no respiro en las de ellos.
Dormí noches y noches
con el balcón cerrado
y al recordar después
la imagen mentirosa,
multicolor del sueño,
siempre había a mi lado unos oídos
y unos ojos abiertos;
me gustaba amasar
mi falaz pesadumbre
ante el espejo aquel.

Abrid ya las ventanas.
Adentro las ventiscas
y el aire se renueve.
Quiero huir de los ámbitos
calientes y tapiados,
salir sin compañía
por el mundo adelante.

PRENSA CULTURAL. "El poeta latinoamericano ya no hace la revolución"

Un hombre disfrazado participa en el IX Festival Internacional de Poesía de Granada, en Nicaragua. / MARIO LÓPEZ (EFE) ("El país")
   En "El País":

El poeta latinoamericano ya no hace la revolución

La nueva lírica de la región se ha vuelto nihilista e individualista, a contrapelo de la poesía comprometida con los grandes cambios políticos registrados en Latinoamérica

 Managua 26 FEB 2013

Ernesto Cardenal apretó el puño y sacudiendo el brazo en el aire gritó al público que lo escuchaba: "¡Viva Sandino!"La noche era fresca en la colonial ciudad nicaragüense de Granada, sede anual del Festival Internacional de Poesía más grande América Latina. Corrientes de aire provenientes del Gran Lago de Nicaragua zigzagueaban entre la gente, levantando sombreros, erizando los pelos de la piel. Decenas de personas se congregaron para homenajear al poeta revolucionario, posiblemente el último de una casta de creadores latinoamericanos comprometidos con el cambio político en la región. “Soy poeta, sacerdote y revolucionario”, se definió el hombre que en Nicaragua usó la cultura para enfrentarse a la dictadura de Somoza. Cardenal obtuvo el año pasado el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
La poesía de Cardenal sigue inspirando a la nueva generación de poetas latinoamericanos, pero la lírica de la región ha experimentado una transformación radical. A decir de escritores y editores, la poesía latinoamericana se ha vuelto individualista, minimalista, nihilista. Los poetas jóvenes han dejado atrás el compromiso político, que caracterizaba a vates como Mario Benedetti o Pablo Neruda, para cantar historias más personales. “La poesía ya no es un instrumento del cambio político como hace 30 años, al menos no de la misma manera”, explicó la escritora Gioconda Belli, también poeta, y quien en abril presentará en España su nuevo libro de poesía, En la avanzada juventud. “Ahora los cambios políticos van a ser mucho más lentos, ya no son procesos románticos, porque las revoluciones eran procesos románticos, heroicos, épicos”, dijo Belli. 

Los jóvenes han dejado atrás el compromiso que caracterizaba a vates como Benedetti y  Neruda
En América Latina los poetas alzaron su voz para ayudar a los movimientos revolucionarios que hace treinta, cincuenta años, germinaron en la región. La revolución cubana inspiró a decenas de poetas, que con sus versos apoyaron la caída de Fulgencio Batista. Luego vino la revolución nicaragüense, quedó la épica del Che Guevara, la lucha guerrillera en El Salvador. Ahí estaban los poetas para mover a la gente, para hinchar, sobre todo en los más jóvenes, la idea del compromiso con el cambio político armado. Pero el deterioro de los regímenes revolucionarios, su involución y la llegada de la democracia a Latinoamérica cambiaron la forma de hacer poesía en la región. 
“La poesía comprometida coincidió con el auge de las revoluciones de los setenta, ochenta; esa poesía tuvo un eco enorme porque estaba identificada con lo que la gente estaba viviendo. Ahora la poesía es más nihilista, es más preciosista, cultiva más la creatura verbal, que es más de consumo entre poetas. Ha habido una desconexión entre la poesía y la gente, lo que tiene que ver con una poesía más individual, más hermética, más cerrada”, dijo Belli. 


El poeta Ernesto Cardenal. / CLAUDIO ÁLVAREZ
Carla Pravisani es una joven poeta argentina, radicada en Costa Rica. Ella participó como invitada en el Festival de Granada, dentro de una nueva generación de poetas de la región. Coincide con Belli en relación a la nueva lírica de la región, principalmente de Centroamérica. “Hay una nueva mirada que no es tan social, sino basada en los pequeños acontecimientos personales que nos definen”, dijo. “Ya no estamos en ese momento político que caracterizó a la poesía”, agregó Pravisani, aunque reconoció el peso y la influencia que poetas como Cardenal tienen en esta nueva generación. 
“Ernesto Cardenal es una estrella a seguir, como poeta, como ser humano, como persona que se ha dedicado a ser consecuente. Cada proyecto que hace sigue produciendo fenómenos de cambios culturales. Y es ahí como persona donde yo mejor me nutro, en cómo Cardenal ha utilizado el arte como herramienta para mejorar el mundo”, dijo la poeta. 
Hubo un tiempo en la que la poesía latinoamericana era muy seguida en Europa, aseguró Lutz Kliche, director de Verlagsdienstleistugen, de Alemania, y editor de Cardenal al alemán. “Todos los de mi generación leíamos a Mario Benedetti, pero la poesía en Alemania, y me atrevo a decir que casi en toda Europa, ya no es un género de acogida entre el público. La gente prefiere leer grandes novelas o autores que se leen fácil y rápido. Lo que más se vende es una buena mezcla de tensión, de suspenso, de crimen. La poesía es un género muy difícil”, explicó. 

En América Latina los poetas alzaron su voz para ayudar a los movimientos revolucionarios
Kliche cree que ya termino la época en la que la literatura, y principalmente la poesía, era un instrumento al servicio de los grandes cambios políticos. “En Europa algunos autores se han editado por situaciones circunstanciales, pero creo que van a surgir nuevos escritores y nuevos poetas alrededor de nuevos temas, porque los temas cambian, ahora es la violencia, la pobreza. La literatura no debe ser panfletaria, comprometida, debe dedicarse a los temas de los seres humanos, los grandes temas de la condición humana, que afectan a la vida de cada uno de nosotros”, dijo el editor. 
Kliche cree que la poesía debe aprovechar nuevas formas de difusión, basadas en la música y las nuevas tecnologías. “Las nuevas generaciones, en Europa por lo menos, ya no son tan afines a la poesía, son más afines a la música. Todos los estilos de música abren nuevas formas, incluso literarias, porque creo que la frontera de las distintas expresiones artísticas tienden a desvanecerse y hacerse más permeables, y creo que ahí radica la esperanza de los poetas, de no solo pensar en un libro, sino publicar su poesía en blogs, hacerla más accesibles para un público que no está tan acostumbrado a leer”, dijo Kliche. 
La escritora Gioconda Belli piensa igual que el editor alemán. Belli aseguró que ve con fascinación cómo una nueva generación de músicos nicaragüenses utiliza el bagaje literario creado por la poesía para hacer arte. “He visto en Nicaragua varias voces importantes, gente que está haciendo cosas nuevas, aunque todavía no se puede decir que exista ya el relevo a nivel tan conocido. Quizá va a tomar más tiempo conocerlos, que en los tiempos en los que el cultivo de la poesía y los libros circulaban a un nivel más amplio, pero la poesía latinoamericana siempre ha tenido un vigor muy especial, aun ahora que la poesía está más concentrada en la interioridad, todavía hay una característica peculiar de la poesía latinoamericana, que tiene que ver con la capacidad que hemos tenido de reflejar eso que llaman la realidad mágica de América Latina, no mágica por bella, sino por exagerada, por loca, por casi imposible, porque viola todas las reglas de la realidad”.

miércoles, 27 de febrero de 2013

POESÍA. "Muerte necia", de Carmen Martín Gaite (1925-2000)

Carmen Martín Gaite


MUERTE NECIA

Se me ha gastado el día,
atropelladamente
en idas y venidas,
en gestos y recados
que al hacerlos juzgaba
necesarios.

Desperdiciado, débil y oscilante,
el número equis ene de mis
días
era un cabo de vela
y afuera lucía el sol de la
mañana.

El sol se hunde en silencio
y sopla las bujías
y se envuelve en su manto como
un rey.

El número equis ene de mis
días
murió de muerte necia.

Ahora lo estoy llorando
cuando veo a las nubes
ponerse un traje grana
para morir también.

PRENSA CULTURAL. "Delphine de Vigan, un triunfo del tono". Marcos Ordóñez

   En "blogs.elpais":

Delphine de Vigan, un triunfo del tono

Por:  20 de febrero de 2013

Nada se opone a la nocheEn literatura hay dos cosas de las que estoy seguro: solo llega al corazón lo que sale del corazón y todo depende del tono. Por supuesto que es importante la historia, pero si no aciertas con el tono malbaratas el asunto. El tono es una cuestión moral, como decía Godard hablando del travelling: hay que tener muy claro desde dónde se cuenta, cómo se cuenta, hasta dónde se cuenta. Y, desde luego, si no hay corazón, si no hay alma, si no hay una mirada a la altura de los ojos, ni por encima ni por debajo, igualmente se va al garete la historia porque deja de importarnos, se queda en un mero ejercicio.
Nada se opone a la noche, de Delphine de Vigan, ha sido un éxito de público y de crítica porque tiene corazón y tiene tono, mirada.
He tardado en leer esta novela. Eso que llaman “seguir la actualidad” es tan imposible como innecesario: tarde o temprano se acaba viendo o leyendo todo lo que vale la pena. Las películas son (más o menos) localizables, pero con los libros es más problemático, porque desaparecen de las librerías con extrema rapidez, y están esfumándose también las librerías de segunda mano, de modo que si no les echas el guante en su momento puedes quedarte sin ellos, pero Nada se opone a la noche está durando: va por la tercera o cuarta edición. En Francia lo publicó Lattès; aquí lo han editado Anagrama, en castellano, y Edicions 62, en catalán.
También tardé en leerla porque temía un melodrama confesional, una galería de atrocidades. Pero me lo recomendó la Espert, que tiene un gusto infalible, y acabó de atraparme la portada, una portada que promete otra cosa: esa fascinante criatura fotografiada en blanco y negro parece un personaje de Françoise Sagan, con el lema Bonjour tristesse tatuado en el omóplato derecho, o bailar, noche tras noche, en Modiano’s, ese club que se abre, fosforescente, a ciertas horas, en una alejada bocacalle de Neuilly.
La muchacha de la portada es Lucile, la madre de Delphine de Vigan, y su esplendor es un relámpago a las puertas del abismo, como el color y el bullicio feliz de esa película en super ocho que retrata, antes de que arda el fotograma, la vida aparentemente edénica de su familia. Sin embargo, necesitamos esa portada, emblema de la fugacidad y la pérdida, para contemplar a la joven Lucile cada tantas páginas y contrastar su imagen antigua con lo que se nos está contando, y tampoco viene mal la foto de Delphine de Vigan en la solapa: su sonrisa y el brillo de sus ojos nos dicen que ha sobrevivido, se ha reconquistado, es hija de su madre y de sí misma.
Nada se opone a la noche narra la inimaginable zambullida de Lucile en la locura, su dilatada permanencia, sus breves resurrecciones y sus atroces recaídas, y el suicidio final, que abre la novela, y la anorexia salvaje, anestesiante, de la hija. Y, como una constelación adversa, la terrible hilera de suicidios de parientes y amigos, y la sospecha de que el sonriente y vitalista abuelo Georges abusó sexualmente de Lucile y de sus amigas cuando eran niñas.
Un material, en suma, que se prestaba a todas las truculencias y todos los exhibicionismos, o para calzarle coturnos a la desgracia y jugar a O’Neill en versión francesa. Todo lo contrario. Nada se opone a la noche es un título inadecuado porque la mirada de Delphine de Vigan, que no deja nada sin escrutar pero sabe ser siempre cálida y afectuosa, abre senderos de luz en la oscuridad y convierte una historia durísima en un relato al que apetece volver cada día, porque sabe, como pedía Italo Calvino, “detectar todo lo que no es infierno y darle espacio”.
Leyéndola me hizo pensar en Jacques Audiard, el Audiard de Un prophète y De rouille et d’os.
El equilibrio de este libro es portentoso. Y el talento narrativo de su autora, y su honestidad: un verdadero triunfo del tono. Debería enseñarse en los talleres de escritura. Serviría de modelo e inspiración para quienes intentan abordar dolorosas historias familiares sin autocompasión, sin delectación mórbida, y convertirlas en relato, en gran relato.

Delphine de Vigan

PRENSA. "Emprendedores con alma social". Reportaje

La empresa Mil Historias da trabajo a personas en riesgo de exclusión. / Santi Burgos ("El País")

   En "El País":

Emprendedores con alma social

Las llamadas ‘empresas sociales’ se hacen un hueco donde no llega el Estado ni el sector privado

La Comisión Europea quiere darles un marco jurídico propio para favorecer su crecimiento

 24 FEB 2013 

Su trabajo debe repercutir en que la sociedad mejore, pero deben conseguirlo manteniendo la rentabilidad económica. Son proselitistas de su propio modelo de emprendimiento y a menudo trabajan en red. Y cada día son más numerosos en España. Son las llamadas empresas sociales, y poco a poco empiezan a abrirse un hueco importante en el tejido empresarial europeo.
“El emprendedor social busca obtener beneficios, no para enriquecerse, sino para reinvertirlos en el propio proyecto, quiere que su compañía sea sostenible y, de forma paralela, busca el impacto social de su empresa. El objetivo de estos proyectos es dar solución a un problema social, sea de la envergadura que sea. Esto hace que sean empresarios muy involucrados con su idea de negocio, que trabajan con mucha ilusión”, explica Marta Solórzano, codirectora del curso de experto universitario en Emprendimiento e Innovación social de la UNED y profesora de organización de empresas. “Como es un sector que se enfrenta a muchas dificultades, saca recursos de donde a otros no se les ocurre y, debido a ese fin social, logra involucrar a personas que no se implicarían igual en iniciativas puramente empresariales”.
La primera dificultad estriba en definir qué es exactamente el emprendimiento social. En ello está la Comisión Europea. Aunque comparten con muchas ONG su finalidad social, las empresas sociales tienen que ser económicamente sostenibles y concebirse así desde el principio, aunque reciban puntualmente alguna subvención. Esta es la descripción de estas empresas aceptada por todo el mundo académico, a nivel internacional, y asumida por la propia Comisión Europea. Pero esta reconoce, a su vez, que es un problema que “no haya un modelo legal definido para estas empresas”, que “se posicionan entre el sector privado tradicional y el sector público”. Aunque sí está claro que la característica esencial que las diferencia del resto “es que tienen un objetivo social y societario combinado con el espíritu empresarial del sector privado”.
Así, la consideración de empresa social se aplica ahora a las compañías según su forma jurídica. Por ejemplo, estarían incluidos en esta definición desde los centros especiales de empleo a las cooperativas, las empresas de inserción laboral y las sociedades anónimas laborales, entre otras. Pero dentro de estas formas jurídicas hay compañías más volcadas en el llamado “beneficio social” que otras. De la misma manera que hay empresas que tienen como objetivo esencial la búsqueda de un bien social y que no son computadas porque están registradas con otra forma jurídica.
“Este tema se está tratando aún en la Comisión Europea, porque como hay un déficit de fondos públicos para cubrir el Estado de bienestar se ha detectado que las empresas sociales son un sustituto ideal para hacer actividades que antes realizaban las empresas sostenidas con fondos públicos. También hay muchos servicios que realizan las ONG con fondos públicos que podrían experimentar un cambio. Por ejemplo, una ONG puede montar un centro especial de empleo que consiga financiación para la venta de sus productos o servicios”, señala Mercedes Valcárcel, doctora en Ciencias Sociales, especializada en este tipo de emprendimiento y en la valoración de su impacto social. Valcárcel ha colaborado en el Grupo de Expertos en Emprendimiento Social de la Comisión Europea y es una de las creadoras de la Fundación Isis, que apoya este tipo de iniciativas.

Estos proyectos buscan el beneficio para reinvertir en sí mismos
El recorte en las subvenciones públicas está llevando a muchas ONG a intentar reconvertirse en empresas sociales, para intentar ser sostenibles económicamente mediante el uso de herramientas de tipo empresarial.
En España no hay cifras disponibles sobre un sector en el que existe una gran variedad de modelos: desde pequeñas compañías que venden fruta y verdura ecológica y emplean a trabajadores en riesgo de exclusión social hasta empresas que venden objetos hechos con material reciclado o firmas que idean aplicaciones móviles con contenidos educativos destinados a la población de África.
Un ejemplo de organización con fines sociales es Emáus, que está constituida como una fundación. Emáus obtiene beneficios, pero los reinvierte en el proyecto, por eso, con la nueva definición que adopte la Comisión Europea, es presumible que en el futuro este tipo de iniciativas sean consideradas empresas sociales, y puedan optar, como tales, a ayudas específicas. Emáus, entre otras cosas, se dedica al préstamo de bicicletas en ciudades españolas. Las bicis se encuentran repartidas por diferentes puntos estratégicos de la ciudad llamados bancadas, realizadas con la más moderna tecnología, que previene el vandalismo. El usuario se identifica en la bancada con una tarjeta emitida previamente y retira la bici.

En España están muy centrados en ayudar a colectivos desfavorecidos
Otro ejemplo es la Fundación Ana Bella . En este caso se trata de una ONG que también trabaja como una empresa social. Se dedica a la acogida y apoyo a mujeres víctimas de la violencia de género y, entre otras actividades, ha montado un servicio de catering con productos de comercio justo y ecológicos, servido por camareras que forman en cursos que imparte la propia organización.
Las empresas que tienen proyectos destinados a España están muy centradas en ayudar a colectivos especialmente necesitados de apoyo, como personas discapacitadas, enfermos mentales, exdrogodependientes, expresidiarios, mujeres maltratadas, parados de larga duración o jóvenes con formación escasa. Las compañías enfocadas a la ayuda en los países en desarrollo buscan cubrir necesidades básicas, relacionadas, por ejemplo, con la alimentación, la electricidad, el acceso al agua potable, la educación o la sanidad.
“Dado que en Europa hay confusión sobre lo que es empresa social y lo que no, la Comisión Europea lanzó en 2011 la Social Business Iniciative. La Comisión está trabajando en la creación de todo un ecosistema a nivel europeo a favor del emprendimiento social para crear mecanismos y estructuras que promuevan el acceso a financiación, mejorar la visibilidad de estas empresas y establecer un marco jurídico claro para este tipo de compañías”, señala José Luis Ruiz de Munain, consultor de emprendimiento social y asesor para su desarrollo en el sureste asiático, además de director adjunto del curso de experto en este tema que imparte la UNED.
¿Cuál es el canal de financiación de las empresas sociales? El mismo que el de las compañías tradicionales, responden los expertos. Puede ser pública o privada; o las dos cosas. Aunque en este tipo de compañías cala más la financiación colectiva o en masa (una nueva fórmula de financiación, conocida con el término inglés crowdfounding), que consiste en que se busca una pequeña financiación de un amplio grupo de personas. Lo usan desde pequeñas compañías a artistas desconocidos en busca de apoyo para su trabajo. También hay mecenas que invierten en estas empresas, algo que suele estar supeditado a que el proyecto, aparte de tener valor social, lo tenga económico.

Los expertos trabajan en traducir el valor social en económico
Margarita Albors tiene desde 2010 una incubadora de empresas sociales, Socialnest, una organización sin ánimo de lucro. Tras estudiar ingeniería industrial, esta emprendedora social hizo un máster en empresas en la Universidad de Harvard y, ya de vuelta, decidió fundar esta organización en España. “Quería crear un centro donde se facilitara la creación de empresas, la participación ciudadana en las compañías y la mejora social”, explica Albors. “Los emprendedores vienen a nosotros con una idea de cambio social y necesitan saber cómo ejecutarla. Son principalmente personas con estudios medios o universitarios, de titulaciones muy diversas, con una media de 35 años y experiencia laboral, pero no en cómo montar una empresa. Por lo general son personas que tienen inquietud por contribuir a las mejoras sociales, que lo llevan dentro. Muy concienciadas con temas como el medio ambiente, la desigualdad o la pobreza”.
Socialnest ayuda cada año a entre siete y 10 emprendedores a poner en marcha sus proyectos. Esta ONG se financia mediante patrocinios de eventos sobre emprendimiento social, subvenciones europeas, ayudas de particulares y cuotas simbólicas que pagan las empresas que ayudan a crear. “Aunque queremos ser económicamente sostenibles y estamos trabajando para serlo”, aclara Albors. Dan también formación y organizan talleres. Más de 40 profesionales hacen de mentores y orientadores de los aspirantes a emprendedores. “Hay mucha gente que tiene esta inquietud por ayudar, pero no sabe cómo canalizarla, tanto de emprender como de ayudar a los que lo hacen, por eso pensé en montar Socialnest”, cuenta Albors. Ayudan a impulsar proyectos de muy diversos temas y organizan el Día del Emprendedor Social en España.
Uno de los proyectos surgidos de Socialnest es una red que pone en contacto a personas que tengan huertos en desuso con otras que quieran cultivarlos de forma ecológica. Otro consiste en la construcción de un electrodoméstico que convierte el aceite usado en jabón. Y otro es el que ha montado Sophie Vakili, una francesa afincada en España desde hace 10 años. “Es una tienda online de venta de artículos de moda y decoración hechos únicamente con materiales reciclados y realizados de una manera ética”; explica Vakili. “El objetivo de la empresa es contribuir a reducir el volumen de desechos en el medio ambiente”, dice. Esta emprendedora ha trabajado para diseñadores y ha lanzado la página web primero en francés, aunque vende también a compradores en España. Tiene bolsos hechos con mangueras de bombero (“un material que no se puede desechar porque no es biodegradable”), artículos de moda realizados con anillas de latas u objetos de decoración hechos con botellas.
“Llevo solo dos meses y he empezado por centrarme en Francia, pero quiero ampliar en breve a Bélgica o Suiza. Con el proyecto llevo dos años y en lo que tardé mucho es en hacer el plan de negocio. Aunque es un buen ejercicio, luego ves que la realidad es totalmente diferente de lo que has previsto. Sobre todo me vino bien para saber quién podía ser mi público objetivo, pero la realidad de cómo llegar a ellos es complicada, y el plan financiero sirve de poco, no sabes lo que necesitas hasta que inicias el negocio”, cuenta.

Estas iniciativas son una alternativa ante la reducción de recursos públicos
Esta emprendedora autofinancia su empresa con los fondos que capitalizó del paro y, por el momento, ha invertido algo menos de 15.000 euros. El 10% de los beneficios los donará a una ONG, aunque ha empezado por el dar el 3% hasta que el negocio arranque. “No es realista dar más, de momento”, asegura.

Los precursores

Las empresas sociales surgen del papel clave de dos personajes. El primero es Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz en 2006 por incentivar el desarrollo social y económico desde abajo, con el desarrollo de los microcréditos. A finales de los años setenta creó el Banco Grameen para pobres, que permitió el acceso a las finanzas de comunidades en riesgo de exclusión.
El segundo personaje clave es el norteamericano Bill Drayton, premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 2011, que, tras un viaje a India en los años ochenta, montó Ashoka, una asociación de emprendedores sociales que en la actualidad es la más grande del mundo y apoya a unos 3.000 proyectos en 60 países. Sin embargo, los expertos resaltan que, a diferencia del proyecto de Yunus, Ashoka defiende el emprendimiento para dar solución a un problema social, independientemente de la idea de non loss, non dividend, es decir, no pone el acento en el modelo de negocio. Otra diferencia es que Grameen es emprendimiento en comunidad, mientras que Ashoka ficha a gente con ideas innovadoras, apoya al individuo.
“Mi concepto es el del upcycling, que es reciclaje hacia arriba”, explica Vakili. “Es decir, conviertes, por ejemplo, el plástico reciclado en un plástico de calidad, de mayor valor, haces bolsos de lujo de mangueras de bombero o con cámaras de aire”. “Intento vender el producto porque sea chulo, por el diseño, por la calidad, porque hay gente que lo está haciendo realmente bien, esto ya no es una cosa para jipis”, afirma la emprendedora. “Hay gente que te compra por el fin social o por el ecológico, pero el producto les tiene que gustar para que la empresa funcione”. Los plásticos que vende los trabajan y diseñan dos mujeres en un pequeño taller de Madrid, los productos de anillas de latas, en Brasil, un grupo que trabaja con el comercio justo, y las botellas, una diseñadora de Barcelona. “Mucha gente te dice que son productos caros para estar hechos de basura y les explico que la basura no es gratis y que además lleva todo un proceso de limpieza y todo un proceso manual, y el diseño”.
Como en el caso de Vakili, en muchas empresas sociales se generan “ecosistemas en torno a la empresa”, explica Marta Solórzano. “Están formados por las personas a las que afecta el problema social, con el proyecto empresarial, con los recursos humanos que trabajan en él y, finalmente, con el cliente que sabe que aporta algo que va más allá de la compra de algo”, añade.
Uno de los problemas a los que se enfrenta este sector es la medición del impacto social de estas empresas, algo vital para lograr financiación. Raúl Contreras, economista y empresario que lleva 15 años “trabajando por la inclusión social desde lo económico”, montó hace 11 años con un equipo de personas una empresa social en el barrio de La Coma, en Paterna (Valencia), para crear herramientas financieras alternativas. También ha fundado Nittúa, “una asociación y cooperativa de trabajo asociativo sin ánimo de lucro que lucha por la innovación social desde la economía, con el objetivo de crear un ecosistema económico inclusivo”, explica. Y uno de los temas en los que trabajan en Nittúa es precisamente el estudio de la medición del valor social de los proyectos.
“Estudiamos todas las metodologías que hay y elegimos una de ellas como la más adecuada, que se llama tasa de recuperación de inversiones sociales —Social Return on Investment (SROI)—. Este índice indica la eficacia y la eficiencia de las inversiones. Aunque tiene una carencia: solo trabaja con elementos tangibles, por ejemplo, lo que se ahorra un Gobierno si la gente no vuelve a prisión. Un intangible sería, por ejemplo, cuánto vale que una persona deje de consumir cocaína, que una familia deje de estar desestructurada y se normalizase, o que una persona recobre la autoestima”. ¿Qué ocurre al no incluir estos intangibles en la medicación del impacto social de un proyecto? “Lo que pasa es que se confunden valor y coste, de ahí nuestro empeño en introducir estos intangibles, porque si retiramos ese valor añadido, ¿qué aportamos a esta sociedad? Además, si cualquier empresario supiera traducir el valor social en valor económico, porque dispusiera de un ciclo que lo posibilitara, empezaría a resultarle interesante contratar a gente con problemas sociales”, responde este experto.
¿Dónde hay más empresas sociales? En los países con más emprendedores, responden los expertos. Destacan tres: Estados Unidos, donde está el origen de todo esto y donde hay un sector privado filantrópico importante; el Reino Unido, donde el emprendimiento tiene mucha tradición y el Estado de bienestar está menos cubierto desde el sector público que en otros países, y Francia, donde siempre ha habido preocupación por la ayuda social. Y destacan que, en general, en el sur de Europa hay un alto interés en impulsar este tipo de iniciativas.

PRENSA. "¿Cómo ser filósofo hoy en día?". Ramin Jahanbegloo

Ramin Jahanbegloo
   En "El País":

¿Cómo ser filósofo hoy en día?

A pesar de que la búsqueda socrática de la verdad se considera hoy una pérdida de tiempo, lo cierto es que la filosofía es más útil que nunca, porque trata constantemente de insuflar libertad en la vida política

 29 DIC 2012

Vivimos en una época de generalizado relativismo ético, que entre las nuevas generaciones ha creado una actitud de «todo vale», y también en una época caracterizada por un profundo escepticismo público respecto al papel crítico de la filosofía (algo no ajeno a esa actitud). Ahora, gran parte de la población cree que el compromiso socrático con la búsqueda de la verdad es una pérdida de tiempo y una forma de vivir idealista en un mundo globalizado. A los filósofos se los presenta como insignificantes inventores de conceptos cuyo único objetivo en la vida es luchar por asegurarse un puesto fijo en una universidad norteamericana o europea. Por lo tanto, es probable que la afirmación de que la filosofía es una actividad liberadora se acoja con cinismo y desdén.
Es interesante señalar que hace dos mil quinientos años, Aristófanes, en su obra Las nubes, retrataba a Sócrates como a un sofista amoral que enseñaba a la juventud ateniense a engañar mediante arteras argumentaciones. Sin embargo, en su sombría comedia Aristófanes no disuadía a los filósofos de abordar y cuestionar algunas de las creencias fundamentales en las que se basa la existencia del hombre en el mundo. Entre las principales preocupaciones de la filosofía ha figurado el desafío planteado por el concepto de libertad y su plasmación social y política. ¿Por qué a los filósofos les ha preocupado el problema de la libertad? ¿Por qué la libertad es la cuestión más importante que debe tratar un filósofo? La mejor manera de responder con claridad a esas preguntas es examinar las consecuencias que comporta dejar de lado el tema de la libertad.

Debe mantenerse la función del pensador cívico que observa las injusticias del mundo
No hace falta decir que la libertad es la fuerza creadora que subyace tras el pensamiento filosófico, del mismo modo que la filosofía contribuye a la comprensión y la evolución del concepto de libertad. En consecuencia, los filósofos han intentado comprender la libertad de la forma más exhaustiva y crítica que han podido, no solo haciendo una aportación a su definición, sino a su propia materialización. "De ninguna idea se sabe de manera tan general que es indeterminada, ambigua y susceptible de los más grandes malentendidos (de los que, por tanto, es realmente víctima) como de la idea de libertad, y ninguna otra circula con tanta inconsciencia". Esta afirmación de Hegel es tan certera hoy en día como cuando él la hizo, hace casi 200 años.
El concepto de libertad no solo se ha entendido deficientemente sino que también se ha utilizado de manera enormemente abusiva. Esta doble problemática de la libertad pone sobre el tapete de cualquier debate filosófico tanto la idea de que la propia filosofía constituye una lucha por la libertad como la de que una parte importante del hecho de ser libre radica en pensar de manera filosófica. Como se puede ver, el problema de la libertad se plantea siempre que se aborda la propia naturaleza del cuestionamiento filosófico. Si el objetivo de la naturaleza de dicho cuestionamiento es reflexionar sobre el concepto de libertad, para que los seres humanos puedan avenirse a ella, de alguna manera habrá que explicar que estos hayan llegado a abandonar ese cuestionamiento y cómo sería posible recuperarlo. Dicho de otro modo, la filosofía no es solo una forma de cuestionar el concepto de libertad y sus aplicaciones sociales y políticas, también es una forma de pensar y de interrogarse sobre la falta de libertad. El hecho de que el problema de la libertad y el del cuestionamiento filosófico se enmarquen mutuamente apunta a la posibilidad de que ambos sean elementos complementarios de un problema más profundo: ¿de qué manera la acción humana o la experiencia humana de la política se ven determinadas por ese entrecruzamiento entre filosofía y libertad?
Quizá, en lugar de coincidir con Kant y con Sartre en que nuestra humanidad reside en nuestra libertad, debamos reconocer que la creación política comporta una tensión permanente entre la institucionalización de la libertad y el cuestionamiento filosófico. De este modo, seremos libres para pensar en tanto en cuanto podamos optar por un examen más amplio del propio proceso intelectual. En consecuencia, en el proyecto que nos lleva a cuestionar y desafiar la realidad imaginable y materializable, podemos decir que la libertad es un gemelo no idéntico de la filosofía.

No puede haber una sociedad democrática sin un cuestionamiento democrático
Postular que la filosofía es un conocimiento terminado y exhaustivo sería como definir y practicar la libertad desde ese mismo postulado. El encubrimiento del cuestionamiento filosófico por parte de la teología va unido a la pérdida de la naturaleza creadora y revolucionaria de la libertad. No cabe duda de que un individuo que ya haya accedido al cuestionamiento filosófico no podrá evitar la práctica abierta y libre que supone postular otros tipos de pensamiento y otras formas de lo imaginable. Es fascinante señalar que el cuestionamiento filosófico es una forma de pensar que puede producir fisuras en los muros que rodean el pensamiento establecido. En consecuencia, la filosofía, en tanto que interrogación crítica, se desarrolla en el espacio que separa el pensamiento libre que aspira a establecerse y el pensamiento ya propiamente establecido. Aquí es donde podríamos comenzar a comprender por qué la filosofía es la tarea constante de insuflar libertad en la vida política, en forma de correctivo empírico para la vida teológica.
La filosofía tiene la labor cívica de resistirse a la idea de que existe una teoría total de la realidad. En consecuencia, exigir que la organización política de una sociedad se base en una teoría total y completa equivale a proclamar que la política es algo inimaginable y a poner fin a la libertad de pensar de otra manera, de pensar en algo nuevo. Dicho de otro modo, no puede haber una sociedad democrática sin un cuestionamiento democrático o, dicho con más claridad, sin un cuestionamiento cívico de la naturaleza de la democracia. No tiene mucho sentido hablar o escribir sobre filosofía si no hay que reflexionar sobre la naturaleza de la propia filosofía. Esta es la razón de que se deba mantener la función del filósofo cívico, en tanto persona cuyo intelecto observa las inhumanidades e injusticias del mundo (casi siempre en nombre de la filosofía), a pesar de que el concepto haya perdido hoy en día su vigor político. Aunque el carácter de los tiempos así lo sugiera, el académico en busca de plaza fija no puede sustituir al filósofo, que sigue teniendo mucho que aportar a la democratización de la sociedad. Sin duda los filósofos serán socialmente útiles mientras los seres humanos continúen creyendo que la palabra filosofía no es baladí. En cierto modo, la tarea cívica de la filosofía actual radica en la pugna entre pensamiento crítico y fanatismo. Sea cual sea el precio que los filósofos hayan de pagar por tener las manos vacías en su batalla contra tiranías irreflexivas y dominaciones hegemónicas, podemos esperar la victoria de un pensamiento democrático incluyente.
Ramin Jahanbegloo, filósofo iraní, es catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad de Toronto.
Traducción de Jesús Cuéllar Menezo.

martes, 26 de febrero de 2013

POESÍA. "Luna llena", de Carmen Martín Gaite (1925-2000)

Carmen Martín Gaite


Luna llena

 Fuera del mundo, ausente,
mellada contra andamios,
has nacido otra noche
con tus venas azules,
igual que un globo inflado,
luna llena.
Globo inflado te llamo,
otros rostros de muerta,
nave, farol, pandero,
o blanca rebanada
o novia o meretriz
te llamaron por turno.
A tu luz se acogieron,
deslumbrados,
tristes y balbucientes,
los poetas,
frioleros y turbios,
estremecidos, los enamorados.
Te invocaron sin tregua
a lo largo de un río subterráneo
de palabras marchitas
que viene desde Safo y Rosalía
a morir en tu boca. Jugamos a invocarte,
levantamos antorchas de mentira
que sólo manosean tu vestido de
tul.

Y tú, intacta y desnuda,
te escapas, luna llena,
subiendo apenas
perceptiblemente,
navegando le noche con oblicuo
reflejo,
como si nos oyeras, como si nos
miraras.
Nadie te alcanzará,
ni por tu hueco abierto a
incógnitos paisajes
ha atravesado nadie.
Tú rozas con tu luz la otra
ladera.

PRENSA. "No a la violencia contra la mujer". Bianca Jagger

Eulogia Merle ("El País")

   En "El País":

No a la violencia contra la mujer

Debemos llevar a los culpables ante la justicia y poner fin a la cultura de la impunidad

 22 FEB 2013

(Discurso pronunciado en el Festival de la Poesía de Nicaragua el 18 de febrero de 2013 en Granada, Nicaragua)
Gracias por sus amables palabras.
Es un honor y un placer dirigirme a ustedes durante la celebración del festival de la poesía de Nicaragua, para conmemorar a nuestro tesoro nacional, el poeta Ernesto Cardenal, una personalidad que ha contribuido e inspirado a tantos en los campos de las artes, la literatura, la teología y la política de nuestro país.
Es un privilegio estar con ustedes en la bella ciudad de Granada.
Nací en Managua y viví mi infancia y adolescencia bajo el régimen represivo de la nefasta dictadura somocista. Aprendí de primera mano el significado de la opresión, la injusticia social y económica. Salí de Nicaragua con una beca del Gobierno francés para estudiar ciencias políticas en París.
Muchas razones, tanto personales como profesionales, me han movido a regresar a Nicaragua en este momento. Mi regreso me llena de tristeza y alegría al mismo tiempo.
Me llena de emoción haber sido nombrada como invitada especial en este festival.
Estoy aquí también para enterrar a mi amado hermano Carlos, quien falleció el 24 de enero de este año. Su muerte fue una gran pérdida y me causa profunda tristeza. Pero me imagino que él estará feliz de saber que va a descansar en nuestra querida Nicaragua. Espero que cuando me llegue el momento, descansaré a su lado.
Estoy aquí también como defensora de los Derechos Humanos. Algunos de ustedes sabrán que desde hace más de treinta años he sido defensora de los derechos humanos y de la protección del medio ambiente. En 2006 inauguré mi organización, la Bianca Jagger Human Rights Foundation, para ser una fuerza de cambio y una voz para los miembros más vulnerables de nuestra sociedad, alcanzar la justicia social, erradicar la pobreza, proteger los derechos de los indígenas, hablar por las futuras generaciones y hacer frente a la amenaza del cambio climático.
A lo largo de los años, en el transcurso de mis campañas, mi trabajo me ha llevado a muchos lugares del mundo en América, África, Asia y Europa. Y ahora me trae de vuelta a Nicaragua, mi tierra.
ONU Mujer nos ha invitado a mí y a mi organización BJHRF a colaborar con sus proyectos en Nicaragua para promover la igualdad de género, la prevención y eliminación de la violencia contra la mujer, el desarrollo económico y la participación política de la mujer.
Esta es una causa muy importante para mí. Después del divorcio de mis padres cuando tenía diez años de edad, mi madre se vio divorciada, sin profesión y con tres niños pequeños que mantener. Vi como fue discriminada por ser mujer y por su estatus de divorciada. Durante esos años, muy difíciles, ella demostró su fuerza y su valentía. Nunca se rindió.

En todo el mundo hay una cultura de tolerancia hacia la violencia contra las mujeres 
Mi madre fue una pionera. Creyó en la emancipación de la mujer en los años sesenta, cuando las mujeres en Nicaragua se dedicaban a las labores del hogar y eran vistas como ciudadanas de segunda categoría. Mi madre fue mi heroína.
Sí, es cierto que las condiciones para las mujeres en Nicaragua, en Latinoamericana y en el mundo  han mejorado desde entonces y sí, ha habido progreso. Las mujeres han sobresalido en muchos campos. Sí, es cierto que nuestra condición es diferente de la condición de nuestras abuelas y nuestras madres.
La igualdad de género es muy difícil de lograr, sin embargo; pero siguen existiendo unos niveles inadmisibles de discriminación y violencia contra las mujeres. La cruda verdad es que las mujeres siguen siendo un grupo de la sociedad muy vulnerable.
La violencia contra la mujer es un crimen, y sin embargo es universal. Esto sucede en todos los países del mundo, y en todos los niveles de la sociedad.
De acuerdo con ONU Mujer, seis de cada diez mujeres son víctimas de violencia física y/o sexual en sus vidas.
En Guatemala, dos mujeres son asesinadas cada día, de promedio.
Cientos de mujeres han sido masacradas en la mortal Ciudad Juárez, México, en las últimas décadas. De acuerdo con The New York Times,en 2012, sesenta mujeres fueron asesinadas y abandonadas en una fosa común en las afueras de la ciudad. Estas fosas comunes fueron descubiertas a mediados de los años noventa, y más cuerpos siguen siendo abandonados cada año. Nadie sabe cómo murieron estas mujeres, ni cómo detener esta masacre.
En India, en 2010, se denunciaron 8.391 casos de muerte en el país. Esto quiere decir una novia cada noventa minutos, de acuerdo con las estadísticas del National Crime Records Bureau of India.
En Sudáfrica, una mujer es asesinada cada seis horas por su pareja.
Vivimos en un mundo donde la violación se ha utilizado como arma de guerra.
En 1993, fui a la antigua Yugoslavia a documentar la violación en masa de mujeres bosnias por las fuerzas serbias como parte de su campaña de limpieza étnica. Nada me había preparado para el sufrimiento del que fui testigo, o las horribles historias que escuché.

Nada me había preparado para el horror que presencié y las historias que escuché en la antigua Yugoslavia
Se estima que durante la guerra de Bosnia hasta 50.000 mujeres fueron violadas sistemáticamente.
Durante el genocidio de Ruanda en 1994 se estima que entre 250.000 y 500.000 mujeres fueron violadas.
A nivel mundial, 60 millones de niñas son sexualmente asaltadas en su camino a la escuela cada año.
De 100 a 140 millones de niñas en todo el mundo, principalmente en África, han sido sometidas a la mutilación genital.
El tráfico ilícito atrapa y destruye las vidas de millones de personas, encerrando a muchas mujeres y niñas en la esclavitud moderna y la prostitución. Las mujeres y las niñas constituyen el 80% de las 800.000 personas que se estiman víctimas del tráfico a través de fronteras nacionales cada año, y la mayoría, el 79%, son víctimas de la trata con fines de explotación sexual.
Estas cifras terribles hablan por sí mismas. Indican una cultura de tolerancia hacia la violencia contra las mujeres en todo el mundo.
Y me temo que estas terribles estadísticas puedan ser sólo la punta del iceberg. Muchas mujeres tienen miedo de denunciar los casos de violencia doméstica. Mucha violencia contra las mujeres no se denuncia.
En un estudio de mujeres en quince países, hecho por la Organización Mundial de la Salud, entre el 15 y el 71% de las mujeres habían sido físicamente o sexualmente abusadas por su cónyuge. Y una quinta parte de las mujeres encuestadas nunca habían denunciado este abuso.
Las mujeres de los pueblos indígenas y tribales están particularmente en riesgo. En mayo de 2012, Rashida Manjoo, la relatora especial de la ONU, presentó un informe Sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias a la Asamblea General. Leerlo es impactante. Por ejemplo: "En Guatemala, la experiencia actual de los asesinatos masivos y violentos de las mujeres indígenas viene desde la época colonial, y se incrementó durante 36 años de conflicto armado".
Las mujeres indígenas mayas constituyeron el 88% de las víctimas de ataques sexuales sistemáticos, un tipo de ataques perpetrados de forma pública y deliberada, sobre todo por militares y paramilitares.
El informe concluye que, en todo el mundo, "los principales fallos de las autoridades son el fracaso de la policía en proteger a las mujeres aborígenes y las niñas de la violencia y en investigar rápida y exhaustivamente cuando ellas desaparecen o son asesinadas".
La lista sigue y sigue. Es una vergüenza, una pandemia global. La violencia contra las mujeres parece estar arraigada en nuestras sociedades. No debería ser. Tenemos que detenerlo. Debemos poner fin a la cultura de la impunidad en todo el mundo.
La violencia es un ciclo que se perpetúa. No solo sufrirá nuestra generación, sino las de nuestras hijas y nuestras nietas, si no exigimos que se ponga fin a esta epidemia.
Debemos enseñar a nuestros hijos a querer y respetar a las mujeres.
La violencia contra la mujer en Nicaragua
Aquí en Nicaragua hay mucho por hacer.
En 2011 hubo 37.000 casos registrados de violencia doméstica o sexual. En un año, cerca de 80 mujeres al año fueron asesinadas por sus esposos. En un país con 6 millones de habitantes, es un número impresionante. La Organización Mundial de la Salud lo considera un indicador de que existe una epidemia de violencia.
El primer estudio sobre la prevalencia de la violencia conyugal contra las mujeres en Nicaragua, titulado Confites en el infierno, se hizo en 1995. (Ellsberg et. Al., 1996). Según el estudio, una de cada dos mujeres en Nicaragua ha sido maltratada físicamente en algún momento por su esposo o compañero, y una de cada cuatro mujeres ha sufrido violencia física en los últimos 12 meses.
La violación y el abuso sexual son todavía comunes en Nicaragua. Amnistía Internacional informa que entre 1998 y 2008, la policía registró 14.377 casos de violaciones en este país. Más de dos tercios de ellos (9.695 casos) eran niñas menores de 17 años.

Una de cada dos mujeres en Nicaragua ha sido maltratada físicamente  por su esposo o compañero
Una vez más tenemos que afrontar el hecho de que estos números no cuentan toda la verdad: son innumerables los casos de violaciones que no se denuncian.
Con demasiada frecuencia, las mujeres que son víctimas de la violencia se ven intimidadas o ignoradas por el sistema legal patriarcal.
En un caso, se informó a Amnistía Internacional en 2010: una mujer fue condenada a 12 años de prisión por ser "cómplice en el delito de violencia sexual." La madre fue a denunciar a la policía que su hija había sido violada repetidamente por su pareja, el padrastro de la niña. La policía arrestó a la madre por no denunciar la violación antes y fue sentenciada a 12 años. Entre tanto no se hicieron esfuerzos para detener al autor y este quedó en libertad mientras la madre estaba en la cárcel.
Hay muchos ejemplos de este tipo en los que, sin ningún escrúpulo, las mujeres son agredidas y asesinadas con impunidad en Nicaragua.
Sandra Ramos, fundadora y directora del Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas "María Elena Cuadra", dice: Nicaragua es "muy machista y patriarcal ... la revolución no reconoció sus derechos como mujeres, como feministas". "Los sandinistas aliviaron la pobreza, pero fueron muy lentos para defender los derechos de las mujeres."
En Nicaragua, la "Ley sobre la Violencia contra la Mujer", que entró en vigor el 22 de junio de 2012, es un paso en la buena dirección. Pero tenemos que hacer más, mucho más.
Esperanza
No todas las noticias son malas. He visto algunas iniciativas durante mi visita a Centroamérica que me ofrecen esperanzas.
En El Salvador, a principios de la semana pasada, participé en la Consulta Regional para la Prevención y Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La conferencia fue organizada por ONU Mujeres y por el ISDEMU, una organización dirigida por la Primera Dama de El Salvador, la doctora Vanda Pignato.
Mientras estaba en El Salvador visité un proyecto, la Ciudad de la Mujer, en Santa Ana. Ciudad de la mujer es un proyecto inspirador, con la capacidad dar autonomía a la mujer e introducir cambios en sus vidas. Brinda los servicios de medicina, ayuda legal y apoyo económico en un ambiente seguro.
ONU Mujeres quisiera que Nicaragua llevara a cabo un proyecto similar. Estoy convencida que la Ciudad de la Mujer es un modelo pionero que necesita ser emulado no solo en Nicaragua y Centroamérica, sino en el mundo entero.
El 14 de febrero de 2013, Eve Ensler, la autora de los Monólogos de la vagina, organizó un movimiento de alcance mundial, One Billion Rising, un llamamiento a “romper el muro patriarcal de opresión y negación, transformar la mentalidad que ha convertido la violencia en algo normal, poner a las mujeres supervivientes en contacto con sus cuerpos, su fuerza, su determinación, su energía y su fuerza y bailar para mostrar la voluntad del mundo de hacer que la violencia contra las mujeres sea por fin inaceptable”. One Billion Rising convocaba a las mujeres de todo el mundo y a los hombres que las quieren a salir de sus escuelas, oficinas, casas, y bailar en la calle.
Desde flash mobs en Florida hasta multitudes bailando al son de la música dangdut en Yakarta, pasando por un zumbatrón aquí, en Nicaragua, al que yo asistí, millones de hombres y mujeres en 203 países se pusieron en pie y bailaron en una demostración mundial de unidad.
Fue una declaración de las mujeres de todo el mundo de que se niegan a seguir soportando la violencia, los abusos y las violaciones. De que esto debe acabar.
Escritores y Artistas
Creo firmemente en que los artistas, escritores, poetas y cineastas tienen un papel importantísimo para defender los principios democráticos en pro de los derechos humanos, las libertades civiles y la libre expresión. A través de la historia, se han registrado y denunciado los abusos y horrores de cada época. Los artistas y escritores de hoy en día siguen defendiendo estos valores a nivel mundial.

Las mujeres deben emprender una revolución no violenta que apoyen los hombres
La Fundación Bianca Jagger en Pro de los Derechos Humanos trabaja mano a mano con los artistas. Nuestro primer evento para recaudar fondos, “Las Artes en pro de los Derechos Humanos”, estuvo dedicado al gran artista chino Ai Weiwei, quien aún continúa bajo arresto domiciliario en Pekín, ilegalmente detenido por sus creencias políticas.
Los escritores y los poetas pueden hacernos entender el sufrimiento humano de una forma que ninguna estadística podría. Basta con leer la cruda descripción del suplicio femenino en el poema Las Mujeres Campesinas de El Cuá, de Ernesto Cardenal, para darse cuenta que tal afirmación es verdadera. Empieza así:
"Voy a hablarles ahora de los gritos de El Cuá / Gritos de mujeres como de parto…"
Les invito a que lean el poema, si aún no lo conocen.
Llamada a la Acción. Una revolución no violenta
Hago un llamado a los líderes mundiales para que hagan lo necesario a fin de acabar con la violencia contra las mujeres y conseguir la equidad de género. Debemos exigir, por tanto, que todos los países se adhieran a la “Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres” y consigan los Objetivos de Desarrollo del Milenio de erradicar la pobreza extrema, conseguir una educación primaria universal, mejorar la salud materna, reducir la mortalidad infantil y combatir el sida.
Debemos negarnos a aceptar que continúen los abusos y la violencia contra las mujeres y las niñas. No podemos permitirnos ser pasivos, teniendo en cuenta a todas las mujeres que sufren violencia, persecución y toda clase de injusticias. Por el bien de nuestras hijas y nietas, no podemos quedarnos sentados y no hacer nada. Al hacerlo, ponemos en riesgo su futuro. La equidad de género no es solamente posible, sino también necesaria. La discriminación y violencia contra las mujeres nos impiden convertirnos en una sociedad libre y equitativa. La violencia contra las mujeres y las niñas representa un crimen contra todos y cada uno de nosotros.
Pongamos fin a la violencia contra las mujeres. Debemos llevar a los culpables ante la justicia y terminar con la cultura de la impunidad.
Bianca Jagger es directiva de Amnistía Internacional (EE UU) y embajadora extraordinaria del Consejo de Europa.